Aaron asiente sin mirarnos. Él solo mira a Amanda, que ahora además le pone su coño en la boca a Almudena y disfruta de su arte de esas dos formas. Eva y yo seguimos nuestro camino por el pasillo. Quiero que al menos haya otra persona cuando vayamos a la cama redonda con Aaron y Karina. Llegamos a la cuarta zona de la casa sin sorpresas. Hay mucha gente, la verdad, unos follando, la mayoría paseando. Otros besándose o teniendo sexo oral, pero nada que nos llame ya demasiado la atención. La zona itinerante, la que varía de año en año, está vez está dedicada al fetiche del látex. Hay todo lo que se pueda imaginar de este compuesto, botas, guantes, mascaras, y claro, vibradores, látigos, fustas… pero además lo hay líquido. Tres chicas de la organización, con pulseras rojas lo aplican a quien desee probarlo, donde quiera y el líquido al de unos instantes se seca dejando una fina capa adherida a la piel. Ellas, las tres, tienen casi todo el cuerpo bañado en látex, hasta el pelo, que cuando se solidifica crea una fina capa brillante del color que quieras. Una está cubierta de látex negro, otra rojo carmín y la última azul eléctrico. Ellas nos invitan a probar su tacto. La verdad es que aporta una sensación fantástica tocar esos cuerpos cubiertos del suave producto y su visión brillante y monocromática es una delicia, pero ni a Eva ni a mí nos apetece probar esto ahora, así que vamos a la sala circular. En la cama redonda hay una pareja que está teniendo sexo con otras dos mujeres. Eva y yo nos miramos al verles y no dudamos ninguno de los dos en que esa, era una de las parejas que cenaron ayer con nosotros en la casa de Laura. Tan siquiera me da por pensar en qué quizá ellos se quedaran al terminar la cena con Amanda en la sala del sótano. Eva se queda mirando a una esquina. Hay una mujer en cuclillas lamiendo el sexo de otra, que a su vez, está besándose con un hombre más mayor que ella y que yo. La escena es muy bonita porque la chica que está en cuclillas es muy exagerada en los gestos. Sobre todo cuando mete su mano en la que está de pie. Hace que se corra con tanta intensidad que se tiene que arrodillar para no caer de bruces y en ese momento las dos se besan fogosamente. El hombre ni espera a que se levanten ellas y empieza a andar tranquilo. Unos segundos después, la que estaba de pie entra a las duchas. Yo me acerco a la otra.
-. ¡Qué pasada!. Acabas de destrozarla. Eres muy buena.
Ella ni pronuncia palabra. Se tira a comerme la boca. Cuando Eva la saluda, hace lo mismo que conmigo. Se llama Maria y tiene pulsera de invitada y tanga rosa. La verdad es que Maria es chica de pocas palabras, pero está continuamente besándonos en actos muy agresivos y placenteros. Nada más exponerle nuestro plan cerramos el círculo. Maria, Aaron, Karina y yo, vamos a intentar hacer que Eva se corra todas las veces que pueda en el menor tiempo posible. Y queda poca más de media hora, así que Eva y yo vamos al bar. Los dos pedimos agua fría para beber y esperar allí charlando, a que llegue el momento de nuestra cita en la cama redonda. Eva, sabedora de lo que la espera, se bebe tres botellas de agua en lo que yo una.
Eva nada más empezar esa charla, saca el tema de Julia. Lo que hemos visto en la zona BSDM, nos va a costar un tiempo asimilarlo y creo que no será todo lo que vayamos a ver esta noche de ellas dos. Yo mientras hablamos miro los ojos de Eva. Su cara y sus expresiones. Si hay algo que he aprendido de Amanda es que lo que quiere Eva, requiere de preámbulos. La callo metiendo mi lengua en su boca a la vez que la doy suaves azotes en su culo y después empiezo a jugar con el tapón que aún tiene puesto. La siento trepar a toda velocidad, ansiosa, ardiente y desatada por el camino de la lujuria. En una mesa cerca de nosotros hay un bote de gel. Este año son de sabor y olor a albaricoque. Mojo mis dedos y con ellos empiezo a lubricar el tapón para que cuando haya que sacarlo no sea un problema. Eva me insiste en que vaya despacio porque está a punto de correrse. Para lo que queremos hacer los dos en poco menos de media hora, es conveniente que Eva no se corra antes. De la misma forma lo es que yo sí lo haga o no aguantaré mucho follándome a Eva por detrás sin correrme. Veo a Nina que está en el bar y la invito a acercarse a donde nosotros con la mirada.
ESTÁS LEYENDO
Cama Redonda. +18
General Fiction+18. Bienvenidos a la fiesta swinger más extrema de la que vais a oír hablar nunca. Cualquier cosa que escondas en lo más profundo de tus deseos, cabe en esta fiesta.