Capítulo 2 - ¿Te quedarás?

1.4K 75 1
                                    


Alexia 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alexia 

La noche antes de mi operación, llamé a Mapi para que me acompañara esa noche y pudiera llevarme de camino al hospital, puse la excusa de que quería pensar en otra cosa que no fuera mi operación, cuando realmente tenía un dolor fuerte en la rodilla, no podía siquiera flexionarla, o moverla un poco tenía que estar estática, aunque sé que Mapi sabía la verdadera razón por la que le pedí su compañía y no era para pensar en otra cosa, sino porque necesitaba a alguien a mi lado, alguien que me apoyara y estuviera a mi lado, pero yo me hacía como si nada pasara.

Llegue a las instalaciones del Barça, me tomé con Laporta el cual me dijo lo que le dirían a cualquiera que tenía mi apoyo y esperaba que todo me saliera bien y yo con mi tono sarcástico me reí e hice bromas de la situación, y me dijo que fuera con la fisio para que me hiciera una última revisión y acompañara, ya que aparte de Mapi, me acompañaría a mi operación y sería la que recibiría algunas indicaciones del doctor, para los cuidados postoperatorios, fui al consultorio junto con Mapi y bromeé sobre si mi nueva fisio, estaría dormida en la silla o habría llegado tarde, aunque ese día esperaba que estuviera puntual y para mi sorpresa, así fue.

—Vaya que si llegaste, pensé que no lo harías o que estarías dormida en la silla. —Le dije bromeando.

—Buenos días, Alexia, ¿cómo estás, yo bien y tú? Espero preparada para tu operación, todo saldrá bien. —Me dijo bromeando sobre mis malos modales.

—Pues no, hoy si llegue temprano es un día muy importante para mi paciente y Laporta me encargo que tenía que ir contigo y recibir indicaciones, no era una opción faltar. —Respondió Mara.

—Bon dia. —Le dije buenos días en catalán para bromear con ella.

—Bon día, Alexia, pensaves que no sabía català?. —Me respondió y me dejo con la boca abierta que sabía catalán, sabía de pocas personas que lo hablaban.

—FUAAAAA TIA, Te las sabes todas, ¿enserió, sabes completo catalán? —Le dije sorprendida.

—Sí, de hecho mi hermano y yo sabemos completo catalán, lo aprendimos desde chicos. —Me respondió.

—Eso si no me la sabia, ni me lo esperaba, aparte ni eres de por aquí, tu país está al otro lado del mundo, y ¿por qué lo decidieron aprender? —Le seguí la conversación.

—Fue por mera curiosidad, al principio no pensamos que lo llevaríamos a cabo, pero veo que sí sirvió de algo. —Me dijo Mara.

—Y te va a seguir sirviendo, ahora voy a estar hablando contigo catalán, aunque sea por molestarte. —Le dije bromeando.

—I'm great with that, you can keep speaking with me in Catalán. —Me dijo en inglés, ese si no lo sabía, hablo pésimo el inglés.

—Joder, ¿Pero cuántos te sabes? —Le dije otra vez sorprendida.

—Solo tres, esa fue la última sorpresa. —Me dijo.

—¿SOLOO?. A mí si no se me da bien el inglés apenas sé decir hola.—Le dije.

—Mira, ahora ya sé con qué molestarte. —Me dijo mientras reíamos.

—No Mara, eso si no, no aguantaría, me hablarías en chino. Perdón, ¿Si te puedo decir Mara verdad? —Le pregunte cuando me di cuenta de que le hable como si fuera mi hermana.

—Sí, a final de cuentas, vamos a pasar bastante tiempo juntas debido a tu rehabilitación. —Me dijo.

Y en eso entró Laporta.

—Alexia es hora, ¿Lista? —Me pregunto.

Se me había olvidado por completo que tenía la rodilla chueca, Mara me había hecho olvidar eso, ni me dolía cuando hablamos, lo olvidé por completo. Tristemente, duro poco, peor lo bueno era que venía la recuperación.

Fuimos con Mapi y Mara, directo al hospital, me recibieron rápido y le explicaron a Mara y a mí todo lo que iban a hacer, y lo que podía pasar después, por un momento me puse nerviosa y asustada, y creo que Mara se dio cuenta y cuando se fue el doctor, me dedico unas palabras.

—Te miro nerviosa, pero tranquila, será duro, peor aquí estaré y te ayudaré y daré lo mejor de mí para que puedas volver lo más pronto posible al campo, lo prometo y no te preocupes, no espero una respuesta, sé que estás tratando que ni Mapi ni yo nos demos cuenta, solo respira y cuando te despiertes todo habrá pasado. —Me dijo, como si me conociera de toda la vida, no pensé que se diera cuenta, menos Mara, pero al parecer no lo fingí bien, aunque me dio gusto que me haya ahorrado la respuesta.

Me llegaron a la sala de operación y así como dijo Mara, me dormí y me quedé con sus palabras en mi mente, me preguntaron que si quería escuchar alguna canción, elegí Despechá de Rosalía, y les juro que me sentí en un sueño, no había dormido tan plácidamente, y cuando sentí tenía a Mapi, despertándome, aún no llegaba Mara, me dijo Mapi que estaba hablando con el doctor, a los 5 minutos llego, me preguntó si me sentía bien y me dijo que todo había salido bien, que mi operación había sido un éxito, y aproveche que aún tenía un poco de anestesia para dormir como Mara lo hizo en su primer día, dormí como un bebé recién nacido, pero cuando desperté solo quedaba Mara, no estaba Mapi, había ido al entrenamiento.

—¿Mara? —Pregunte media sonámbula.

—Alexia, despertaste ¿cómo te sientes? —Me dijo mientras se acercaba más a la camilla.

—Pues, bien, no me duele nada. —Le dije.

—Es por la anestesia aún está haciendo efecto, después te dolerá un poco, peor tranquila, se quitará poco a poco. —Me dijo.

—¿Tengo que seguir alguna dieta?.—Le pregunte.

—No, puedes comer lo que quiera. —Me dijo feliz.

—Qué bueno porque tengo ganas de una pizza entera, con queso alrededor, de peperonni, solo con eso, sin nada más. —Le dije hambrienta.

—Eres bastante melindrosa. —Me dijo bromeando.

—Pues mientras no tenga dolor quiero disfrutar. —Le dije.

Amablemente, pidió la pizza en la recepción, y comí como si nunca lo hubiera hecho, Mara me acompaño siempre, ahí estuvo conmigo, era como una nueva amiga, era más mi amiga que mi fisio, hablamos de todo, me hizo olvidar de la operación, de todo otra vez, y cuando me iba a volver a dormir le pregunte.

—¿Te quedarás? —Le pregunté, esperando que si se quedara.

—De aquí no me muevo Alexia, aquí estaré contigo. —Me dijo con una voz tan dulce, mostrándome todo su apoyo.

Me dormí otra vez, y con la certeza que Mara se quedaría y estaría conmigo, se sentía bien tener otra amiga que estaría conmigo y a la vez me cuidara.

Todo era color de rosa, pero no sabía lo que me esperaba. 

No soy nada sin ti - Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora