Capítulo 9 - Una noche de las que espero sean un millón

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Mara

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Mara

Me había despertado una hora antes de lo usual, vi la hora de mi teléfono, y sentía la mano de Alexia que abrazaba mi cintura, acaricie su mano y voltee para verla y ya estaba despierta.

—¿A esta hora te levantas? —Le pregunté.

—Un poquito más tarde. —Dijo Alexia mientras me jalaba por la cintura a ella.

—Buenos días. —Dije.

—Buenos días Mara. —Dijo Alexia, con su mirada tierna viendo a mis ojos.

Acerco su cara a la mía y juntamos nuestras narices, ambas cerramos nuestros ojos, recordando todo lo que pasó la noche anterior, había sido una noche alocada pero a la vez una noche repleta de amor y pasión.

Alexia acercó sus labios a los míos, puso sus manos en mi cara suavemente, yo humedecí mis labios y nos dimos un beso suave, pero largo.

—No sé si para decirte esto sea muy pronto, pero eres la única con la que tengo este tipo de sentimientos tan fuertes y a la vez tan lindos, nunca había sido así con ninguna persona, pero así como ayer no pude aguantarme lo que sentía y salió de maravilla, hoy tampoco será la excepción.

Suspiro y me dijo manteniendo su mirada en mí.

—Te amo Mara. —Dijo Alexia tímidamente. —Yo sé que es un poco pronto y que claro, talvez me apresuró en decirlo, apenas llevamos una noche de las que espero sean un millón, y también sé que puedes estar confundida porque también está Nicolás y si me dejas decirlo probablemente yo igual. No te quiero apresurar, pero no quiero que juegues con ninguno de los dos, tómate tu tiempo. —Dijo la rubia, sostuvo mi mano y la beso.

Me le quedé viendo a Alexia y le dije.

—¿En serio tienes dudas de con quién me voy a quedar? —Le dije a Alexia mientras me le quedé viendo y me sentaba en la cama. Alexia abrió más sus ojos pensando que la rechazaría, que lo nuestro había sido solo de una noche. -Es obvio que contigo Alexia, yo me encargaré de Nicolás.

Alexia se me quedó viendo y me abrazó de la fuerza con la que lo hice quedo encima de mí y me tiro a la cama, nos reímos las dos y me dio una cantidad de besos incontables en todo mi cuerpo desnudo, yo me reía porque me dio cosquillas.

—Mmmmm.... tienes cosquillas. —Dijo Alexia riéndose.

—¿Muy evidente? —Le pregunté sarcásticamente.

Alexia siguió besando todo mi cuerpo para hacerme cosquillas, mientras yo me reía a carcajadas.

—Te voy a dejar para que no mueras de la risa. —Dijo Alexia mientras me beso.

No soy nada sin ti - Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora