Capítulo 15.4 (Extra) - ¿Estas segura, Mara? +18 (Alexia)

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Alexia

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Alexia

Mapi nunca debería decir esos comentarios, ya sabia que venían, pero pensé que se mantendría calmada y que no diría absolutamente nada, callada, se mira más bonita, pero prefirió que Aitana le pellizcará de nuevo.

Les parecía extraño que Mara estuviera conmigo, inclusive que haya podido tener una relación con alguien, es verdad usualmente no soy buena ligando, pero cuando vi a Mara, no tenía por qué rendirme e intentarlo, o ella también estaba enamorada de mí y no había necesidad de saber ligar, sino solamente de apreciarla y amarla de la manera en la que ella merece y espera ser amada.

Nunca había tenido tanta paciencia en mi vida, mucho menos con alguien, nunca había amado tanto a alguien, nunca me había enamorado profundamente de alguien, pero Mata valía mucho la pena, mi definición de tener una relación amorosa, es ella, es ella la mujer con la que soñé mi vida entera.

Ella siempre me calmaba, si como cuando agarro mi mano y dijo que ella era la que me había dicho, que aún no dijera nada y que nos los rematamos con calma, hasta que ella estuviera lista, pensé que eso nunca lo diríamos, por eso la vi confundida y hasta le pregunte.

—¿Estás segura, Mara?

Y ella no dudó y me recordé que me había dicho que ya estaba lista en el consultorio, aunque aún debía preguntarle si estaba lista para ser mi pareja o simplemente estaba lista para contarlo a los demás que teníamos «algo» espero sea la primera, creo que ya es hora.

Iba a matar a Mapi, estaba enojadísima con ella, pero Mara entró a calmar absolutamente todo, diciendo que teníamos una relación, no saben lo feliz que me hizo eso, confesábamos todo, luego me calme y conté lo que pasaba, al igual me disculpaba por no decirlo, pero me importaba Mara y lo que ella decidía lo decidimos ambas y me sabía que en algún momento les contaría.

Me encantó cuando Aitana quería que nos diéramos un beso, y así fue, fue de los besos más sinceros que nos hemos dado, después nos sonreímos y juntamos nuestras narices, algo que es de nuestras cosas favoritas.

Salimos del carro y cuando Mara me espero para bajar del coche, le dije que la amaba y le dije 'amor' le pregunte si ya le podía decir así y me respondió de una manera que solo hacía que confirmara cada vez más que éramos pareja.

—Claro que sí, amor.

Me dieron ganas de volver hacerla mía en ese momento, pero solo aguantaría un poco para volver a hacerlo, Mara les pregunto si querían dormir en la habitación, me había desanimado cuando lo dijo, pero lo bueno fue que dijeron que no y mis planes no se alteraron, agarre la mano de Mara y fuimos a su habitación, cerramos la puerta con seguro y dije.

—¿Amor?

A lo que Mara volteo rápidamente para verme.

Me acerque a ella un poco, agarre su cintura y la jale hacia mí, haciendo que Mara soltara un gemido y pusiera sus manos sobre mi cuello.

—Necesito más de ti, hoy, mañana, y todos los días, no puedo dejar de verte de arriba hacia abajo, no puedo dejar de imaginarte desnuda encima de mí, que te mojes, eres preciosa, con un cuerpo hermoso que me encanta tocar.

La cargue haciendo que ella quedara más arriba que yo en altura y de forma que sus piernas estuvieran enrolladas en mí, sus manos en mi cara y la llevé a la cama, la empecé a desvestir y tiraba la ropa por roda la habitación, empecé a besar todo su cuerpo, lo cual le daba muchas cosquillas, me desvestí, la mire por un momento me encantaba verla de sumisa y procedí a dirigirme a sus senos, para dedicarme a besarnos completamente. Mientras tanto bajaba mi mano rozando su piel para llegar a su centro húmedo y meter mis dedos dentro de ella muy rápido, gimió un poco, lo que provocó que pusiera su mano en su boca para taparla y disminuir el ruido, puso su mano en mi cabeza mientras la acariciaba y dijo Mara gimiendo.

—¡No pares, amor!

Lo cual, al escuchar como me llamaba desde ahora, solo me motivaba a seguir satisfaciéndola, y hacerlo cada vez más rápido, y que se viniera y que todos sus fluidos terminaran encima de mí y que la cama estuviera toda mojada y cuando llego al orgasmo, volvió más a enrollar sus piernas ahora en mi torso y con fuerza, logro darme la vuelta de modo que yo estuviera acostada en la cama y ella encima de mí.

—Mi turno. —Dijo Mara con sus manos en mi cuerpo.

Abrió mis piernas y bajo su cabeza hacia mi centro, beso mi clítoris y metió su lengua en mí, pensé que seguiría haciendo eso cuando me sorprendió, subió su cabeza, me beso, y empezó a cabalgar encima de mí, amaba cuando hacía eso, ver como sus senos rebotaba, lo bien que se movía, se notaba que era latina porque se sabía mover, verla gemir y gozar el momento, era hermoso, hasta que ambas llegamos al orgasmo, calmamos los espasmos, estábamos cansadas, Mara y yo suspirábamos para recuperar aire, empezó a besarme y se acostó encima de mí, acaricie su brazo y subió su cabeza para verme y dijo mientras me daba un beso.

—Te amo.

Le sonreí y le devolví el beso.

—Yo más amor.

Nos vestimos por si de alguna forma Mapi y Aitana entraban en la habitación, me metí en las sábanas esperando a Mara, luego se metió ella y me dio un beso y dijo.

—Buenas noches, amor.

—Buenas noches, mi vida.

Luego abracé a Mara, le di un beso en la mejilla y nos quedamos dormidas.

No soy nada sin ti - Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora