Alexia
Cuando desperté, no lo hice con Mara, no estaba en la cama, cogí mis muletas y la busque por la habitación, no estaba en el baño, ni en el closet, en su oficina, lo que si note es que había parte de mis cosas en la habitación.
Recuerdo que, me había puesto una camisa oversize y me había acostado en la cama de Mara, sin meterme a las sabanas, deje el teléfono sin cargar, la maleta la deje en el coche de Mara, los zapatos los había dejado tirados, estaba muy cansada, pero cuando desperté, la casa estaba reluciente, no estaba desordenada y todas mis cosas estaban en un lugar específico, tenía una cobija encima de mí, mi teléfono estaba cargando, mi maleta estaba en la habitación y vacía, los zapatos, estaban junto a los de Mara, mi ropa estaba en el closet, estaba en un lugar, en el que recuerdo Mara tenía sus tenis, todos mis utensilios también estaban en un sitio junto a las de Mara, todo estaba en su lugar, supongo que Mara no durmió y se puso a hacerles espacio a mis cosas, quería hacerlo yo al día siguiente, o sea hoy, venía bastante cansada, pero sabía que Mara no me dejaría hacerlo por más que le rogara de rodillas, o al menos en una rodilla.
Suponía que Mara, estaría en la cocina, haciendo el desayuno, o hablando con su familia, o haciendo el itinerario de lo que haríamos después de mi semana de reposo, si se hubiera ido, hubiera dejado una nota o un mensaje, o hablando con Laporta para que me quedara en su casa y no ir al trabajo para cuidarme, Laporta no sabía nada que yo estaba aquí, inclusive Mara no le ha dicho los resultados de la radiografía, ni la artroscopia, mucho menos el diagnóstico.
Abrí la puerta y me asomé al barandal de las escaleras para ver si Mara estaba ahí, y antes de bajar las escaleras y que Mara me matara por hacerlo, grite su nombre.
—¡MARAA!
Mara se asomó y dijo.
—¿Despertaste?
—Sí, pero no estabas conmigo. —Dije. —Por cierto, acomodaste mis cosas, gracias.
—No te preocupes, no podía dormir, entonces mejor que puse a hacer algo.
—Lo supuse.
—Te ayudo a bajar, así hago el desayuno.
Mara subió las escaleras, apoye mi mano en su hombro y de poco en poco fuimos bajando, y nos tardamos una eternidad, me sentó en el comedor y me pregunto.
—¿De qué tienes ganas para desayunar?
—Te diría salmón, pero no tienes ¿verdad?
—Tristemente, no. ¿Algo más que se te antoje?
—Mmm, Un omelete.
—En seguida, su majestad. —Dijo Mara, mientras se daba la vuelta para ir a la cocina y yo dije.
—¿No habrá un buenos días, amor?
Mara volvió al comedor y dijo dándome un beso.
—Tienes razón, buenos días, amor. ¿Dormiste bien?
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No soy nada sin ti - Alexia Putellas
FanfictionOcurrida la lesión del ligamento cruzado en la rodilla de Alexia Putellas y a falta de personal médico en el FC Barcelona Femení, Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, contrata a una nueva fisioterapeuta personal, Mara Montenegro, cuando rec...