Mara
Paso un mes desde mi vuelta a Barcelona, Alexia y yo hemos decidido salir rodas las noches juntas, por más cansadas que estuviéramos, encontraríamos tiempo para ambas, Alexia está mucho más recuperada, ya puede doblar la rodilla, y hacer un poco de fuerza, ya está en el gym, no por mucho tiempo ni todos los días, pero volvió a entrenarse, puede caminar sola, sin muletas, pero siempre estoy atento a cada paso que de, está más motivada con su regreso, y ambas estamos centrada en nuestra relación, al menos en llevarla por un buen camino, nos tomamos el tiempo para conocernos más, saber nuestros gustos, y lo que queremos llevar a cabo en nuestra relación y como la llevaríamos cuando fuera el tiempo.
Nos hemos juntamos más con Alba, nos llevamos superbién, y Alexia quiere presentarme a su mamá y yo quiero llevar de viaje a Alexia a México para que conozca a mi familia, hemos salido al bar, con todo el equipo, y más que nada, con Mapi y Aitana, hoy saldremos con ellas.
Tengo que agradecerle a Alexia, el amor, el cariño, y sobre todo la paciencia que tiene conmigo, me hace sentir que enserió, quiere algo conmigo y está dispuesta a darme el tiempo necesario con tal de conseguirme.
Aunque lo que no hemos aguantado, son los besos, esos besos suaves, bruscos, apasionados, que nos damos de noche al día, cuando estamos solas, pasamos con los labios pegados, y cuando estamos con compañía, nos miramos de forma pícara y buscamos la manera de escabullirnos al baño o cualquier habitación en donde no haya nadie, en la que haya oscuridad y ella y yo seamos la luz que ilumina a la otra, que solo nos centremos en entregarnos la una a la otra con nuestros besos, a veces cuando estamos solas en el consultorio, trato de terminar rápido, pero bien su chequeo y solo darnos besos y besos, hasta que se duerman nuestros labios, y salir como si nada hubiera pasado entre ella y yo.
Y hoy no iba a ser la excepción, claro, revisé la rodilla de Alexia, rápidamente, tire la bata a la mierda, y agarre la cara de Alexia, dedicándome únicamente a besar sus suaves y hermosos labios, Alexia abría sus piernas para acercarme más a ella, Alexia ponía sus manos en mi cintura e interrumpió diciendo.
—Lamento arruinar la magia, pero la puerta no tiene el cerrojo y creo que a ninguna nos gustaría que nos encontrarán besándonos.
Rápido fui a asegurar la puerta, y volví con Alexia.
—¿En qué estábamos? —Dije coqueteando.
—En la parte en la que mis labios están a tu disposición.
Procedí a seguir besando los labios de Alexia, y luego delicadamente la acosté en la camilla, y antes de seguir Alexia dijo.
—Querías paciencia ¿no? Como unos besos estoy más que conforme, no te apresures, estoy dispuesta a seguir esperando.
Alexia trató de levantarme la camilla, la volví a acostar y dije.
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No soy nada sin ti - Alexia Putellas
FanfictionOcurrida la lesión del ligamento cruzado en la rodilla de Alexia Putellas y a falta de personal médico en el FC Barcelona Femení, Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, contrata a una nueva fisioterapeuta personal, Mara Montenegro, cuando rec...