TAILANDIA, YOSOYPLEX.

v. sudáfrica

SUDÁFRICA | Maya

—BUENOS DÍAS MAYOTAAAA.— oí decir a alguien muy cerca de mí.

No quería despertarme, pero tampoco me dieron otra opción. Cuando menos me lo esperaba, alguien saltó encima mío, rompiéndome por lo menos dos costillas.

—¡ADRIAN!— grité tratando de quitármelo de encima, pero el bobo solo se reía— ¡ME CAGO EN TU NACIÓN!

—Le ha salido el acento de Jopa, bro, ¿esto es real?— se burló Adri, y es que por mucho que quería moverlo no podía, y Plex solo hacía que grabar como un tonto en lugar de ayudarme— Adrin mi cigo in ti nicin.— me imitó.

—¿Te hace gracia, payaso?— le cogí el pelo en un puño y tiré de él, haciendo que se quejara.

—Uyuy, esto se esta descontrolando.— Plex carcajeó y se fue a grabar a otro sitio mientras Adri y yo seguíamos peleándonos— Buenos días, chicos, día 5 dando la vuelta al mundo y hoy amanecemos en Sudáfrica.

—Adri que te salgas ya de encima mío.— le ordené.

—Que ya voy pesá, me habrás dejado calvo y todo.— no borraba esa estupida sonrisa de la cara, y al final tuve que reírme yo y todo— Mírala, mírala como se ríe. Más bipolar y no naces chavala.

—Que sí, Adri, que sí.— me levanté y pasé por al lado de la cama de Jopa— Buenos días Jopalux, ¿como amaneció Anuel hoy?

—Estamos espléndidos br, siempre con flow bacano my g, brrr.— imitó a Anuel con esa voz que se le da tan bien, aún sin abrir los ojos del sueño que traía encima.

Me reí y fui al baño a cambiarme, pues hoy los chicos habían madrugado para poder hacer otro safari, pero esta vez conmigo, porque ayer me lo perdí.

La verdad es que estábamos todos molidos porque esta noche dormimos fatal, se oyeron ruidos por todas partes y por un momento no se si estaba soñando que un mono me observaba desde la ventana o de veras había uno espiándome, porque recuerdo abrir los ojos por un mal presentimiento y ver una figura desaparecer de la ventana.

Fuera como fuese, habíamos sobrevivido la primera noche, así que eso tenía su mérito.

Nos subimos en el 4 x 4 que nos esperaba en la entrada de la villa . Yo me senté en el medio, entre Adri y Borja, y Plex se sentó detrás solo, porque era el más valiente y porque básicamente no le cabían las piernas en ningún otro sitio.

—Adri, ¿sigues buscando tu española?— me iluminé.

Era temprano, no sabía ni quien era, y Adri estaba sequisimo, así que me apetecía molestarle.

—Que va, solo he visto guiris.

—Anda, Adri, que estás más seco que esas plantas.— Borja sonrió.

—Pero si están mojadas.— se metió Dani, y Adri se burló de Borja.

—Ala tú, me he colao'.— disimuló.

Me encanta Borja, es tan raro a veces.

Nos reímos todos y guardamos silencio antes de que el conductor nos llamara la atención otra vez por alzar la voz, y es que éramos muy ruidosos y espantábamos a los animales. Vimos un montón de ellos: hienas, antílopes, cebras, pero lo más divertido fueron los leones, que simplemente con existir a un par de metros suyo, a Borja ya le hacían perder los papeles.

—Ala tu chavales, están muy cerca, vámonos de aquí.— pidió con las manos en la cabeza.

Plex empezó a reírse de él.