TAILANDIA, YOSOYPLEX.

xi. dubái parte iii

Bueno antes de empezar os quería decir que no va a haber demasiados detalles por dos motivos: uno, no se escribir esas cosas y me incomodan bastante ajajajsjs dos, no puedo evitar pensar que Dani es una persona real, y quedaría un poco DEMASIADO raro, pero bueno, se intenta, espero que os guste.

DUBÁI | Maya

—BUENOS DÍAS. ¿CÓMO HAS DORMIDO?

Abrí lentamente los ojos y le vi ahí, tumbado a mi lado con una sonrisa, acariciándome mechones del pelo con delicadeza.

—Genial.— murmuré acercándome a él, apoyando la cabeza en su pecho desnudo. Sus dedos seguían enredados en mi pelo, dándome caricias, relajándome— La mejor noche de toda mi vida. Gracias por hacerme tan feliz.

—No tienes que agradecerme nada, Maya. Me encanta hacerlo y lo sabes.— me dio un beso en la cabeza— Te mereces el mundo entero.

Suspiré hondo mientras miraba por el ventanal de la habitación, que nos mostraba la preciosa ciudad de Dubái de buena mañana. Me dejé llevar mientras estudiaba los rascacielos, y no pude evitar volver a la noche de ayer, donde Dani y yo por fin follamos.

Sí, lo hicimos ayer por la noche, en el jacuzzi, en la cama, en todas partes.

Y es que después de tantas ganas reprimidas, por fin nos habíamos dejado ir, los dos. Nos había bastado solo con un cumpleaños y mucha fiesta para hacer de esta la mejor noche de nuestras vidas, y no me arrepentía en absoluto.

¿Qué mejor forma de cumplir la mayoría de edad que perdiendo tu virginidad con el chico que te gusta? ¿Con el que además estás dando le vuelta al mundo en 80 días?

Si alguien me hubiera dicho hace unos meses que esta sería mi vida a partir de ahora le habría llamado mentiroso.

Sin embargo, ahora no podía estar más agradecida de estar viviendo todo esto con tan solo 18 años.

Y todo gracias a Tailandia.

Todo gracias a él.

Y a la capibara bro, no te olvides. Me dijo mi conciencia.

—¿En qué piensas? ¿En lo duro que te di anoche?

Hablando del Rey de Roma.

—Dani joder.— protesté con una sonrisa, empujándolo un poco.

—Es broma, es broma.— se rio. Aún tenía un poco de sueño, se le veía en la cara— Lo pasamos bien, eh.

—Pues sí.— me di la vuelta mirando al techo.

De repente empezó a sonar el teléfono, y vi que nos llamaba Mateo por videollamada, mi hermano.

Mal momento para cogerlo.

Plex estaba semidesnudo, a mi solo me tapaban un par de sábanas, y por no hablar que se notaba desde lejos que nos lo habíamos pasado demasiado bien anoche.

—Retírate un poco, Dani.

Yo tenía el cuello lleno de marcas, Dani la espalda y el pecho algo arañado, y por no hablar de nuestros pelos, que los teníamos alborotados.

Pensé en si cogerlo o no.

Es mi hermano. Pensé. Lo pillaste haciéndose una manualidad, ¿qué mas confianza puedes pedirle?

Decidí descolgar y Dani solo miraba el móvil con los ojitos medio abiertos. Aún estaba dormido y no era muy consciente de nada, por eso no se movió cuando le pedí que lo hiciera.