T. ━ en donde daniel alonso conoce a la sobrina de frank cuesta en un viaje improvisado a tailandia, a quien va a tener que enamorar en un plazo de 80 días mientras dan juntos la vuelta al mundo.
[ se editará una vez esté finalizado ]
obra propia...
VOTA Y COMENTA ! ( 230 votos desbloquean: CAPÍTULO 019😵💫💘) capítulo extra largo porque llegó el momento que tanto esperabais, espero que lo disfrutéis <3
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MAYA | Tokio
10.30 AM
—BUEENOS DIIIAS.— abrí los ojos para encontrarme con Borja, a unos centímetros de mi cara, canturreando las buenas mañanas.
¿He dicho ya lo raro que es aveces?
Puse la palma de mi mano en su cara y lo aparté de mi, mientras se reía con Adri. Después me di media vuelta intentando volver a conciliar el sueño, lo que fue en vano porque empezaron los dos a darme golpes con dos almohadas que habrían sacado De Dios sabe donde.
—¿Eh, eh, qué hacéis?— Plex entró alarmado en la habitación de repente— Que se encuentra mal, chavales, la vais a rematar.
Dejaron de darme golpes y yo me empecé a tapar con la sabana intentado seguir durmiendo, lo cual ya empezó a ser imposible del todo cuando Plex se sentó a mi lado en la cama y me tomó de las muñecas, quitándome las sábanas de la cara y peinándome un poco.
—Ey, ¿cómo te encuentras?— me preguntó con ternura.
Aunque solo conseguí abrir un ojo, fue suficiente como para verlo tan cerca de mi y que me empezara a entrar la vergüenza de que me viera con esas pintas. Rápidamente me froté los ojos quitándome todo rastro de sueño posible, y después me levanté un poco para recostarme en el cabezal de la cama. La cabeza aún me dolía un poco, y me notaba el cuerpo bastante débil. Tal vez porque ayer Plex se presentó en la cama con una caja de bombones, que me comí entera en busca de un poco de energía y que, después, vomité durante la noche, causando que ni Plex, ni Borja (con quien compartíamos habitación) ni yo pudiéramos dormir tranquilos y del tiron. El resultado fueron seis horas de sueño para Borja, cuatro horas de sueño para mi, y una tres para Plex, teniendo en cuenta que se acostó más tarde por tener que revisar el vídeo que había editado Adri.
—Me noto floja.— dije con la voz ronca, así parecida a la de un camionero. La cara de Plex me expresó que se había sorprendido igual que yo. Tosí intentando aclararme la garganta, y le pedí una cosa— ¿Puedo dormir un poco más?
Pareció meditarlo unos segundos, luego accedió.
—De todas formas, hoy no íbamos a hacer mucho.— se encogió de hombros— Supongo que será lo mejor que descanses. ¿Seguro que no quieres ir al médico y que te miren?
No, no, no. Nada de médicos.
Negué.
—No hace falta. Será una gastroenteritis seguro, o a malas uno de esos bichos que se pillan por comer comida en mal estado por Asía. Espero que no sea lo Segundo, porque podría palmarla en cualquier momento.— bromee, pero Plex no se reía, es más, me miraba con mucha preocupación— Estoy de coña...
