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Ona y Lucy "Video, confusión... ¿Novias? II"

– Hey – hablé antes de bajar del auto de la inglesa que desde que salimos de la casa de Alexia no me dirigió la mirada, se le notaba extraña y quería saber porque – ¿Estás bien? – asintió, confundida abrí la puerta bajando un pie.

– ¿Qué somos? – frunci mi ceño por su pregunta, claramente quedó confundida por el video pero obviamente eso no significaba nada, no cuando estábamos las dos borrachas.

– Nada, no hasta que me lo preguntes sobria – cerré la puerta con una gran sonrisa al ver su cara, escuché su grito pero seguí caminando al edificio.

Con una sonrisa triunfante entré a mi departamento, suspiré sentándome en el sofá, estaba al borde de volverme loca por la inglesa.

Todo el día pasaba pensando en ella y es que parecía un virus en mi mente, por dios no puede ser tan hermosa, tan ardiente, mí mente me regañaba pero muy al fondo sabía que era verdad, aunque no lo admitiera la inglesa me gustaba un poco.

Hoy sería el día de partir con España para Australia donde comenzaría el mundial y el Barça nos haría una pequeña despedida tranquila de un almuerzo y como siempre Lucia pasaría a buscarme que después de la conversación en su auto se comenzó a comportar más tranquila pero igual seguía jodiendome y yo siempre enojada con ella.

– Buenos días pecosa – saludo bajando el vidrio de su auto, deseaba después del mundial por fin ya tener mi auto en España – ¿No hay beso de buenos días? – sin poder evitar la sonrisa mire a otro lado.

– Buenos días inglesa molesta – llevo una mano a su pecho – Ya déjate de bobadas y conduce – sonrió mostrando sus dientes, comenzaba a gustarme más de la cuenta.

Desde que tuve mi primera novia me prometí internamente que si alguna chica me gustaba la  iba a evadir para primero lograr mis objetivos, no quería cometer el mismo error.

– Alguien amaneció de un gran humor – para dejar de oírla puse música para también calmar un poco la tensión del aire – ¿Me extrañaras? – mordí mí labio inconscientemente negando solo para molestarla.

– Jamás – giro los ojos.

– Se que lo harás, enana pecosa –

– ¿Cuándo dejarás de decirme así? –

– Jamás – respondió de la misma forma que yo, sonreí irónicamente, menos mal ya estábamos llegando al campo donde habían preparado todo.

Al entrar al lugar estaban todas las chicas y la mayoría nos miraban como tontas.

– Antes de que abran sus bocas solo para decir estupideces, guárdenlo para ustedes –

– ¡Vivan las novias! – grito Mapi sin importarle nada haciendo que se gane un pequeño golpe de Ingrid y que yo le saque el dedo medio.

– Cállate León – así pasamos gran parte de la tarde, siendo fastidiadas por nuestras compañeras y yo doblemente fastidiada por Lucy.

Comiendo, me ahogue con un pedazo de pan por una estupidez que dijeron las chicas, inmediatamente la inglesa me ayudó sin embargo cuando ya estuve bien comenzó a burlarse de mí y mi cara de susto.

– Por favor, ya cállate – metí un pedazo de pan en su boca cuando no dejaba de reírse y ahora la que reía era yo.

– Te mataré enana – me tiro un pedazo de lechuga que dio directo en mi ojo aunque alcance a cerrarlo justo a tiempo.

– Te ganaste una enemiga – giro los ojos ignorando mi advertencia – Ya veras inglesa –

– Eres solo palabra pecosa – saque mí risa malvada agarrando el pote de mayonesa, la inglesa dejó de reír de forma inmediata – ¿Qué haces? Ni se te ocurra – hizo unos pasos hacia atrás tratando de alejarse, por suerte estábamos en un pequeño parque y si me abalanzó a ella no nos lastimaremos.