historias - futbolistas

Alexia y Misa "Rivales"

Durante meses, ambas mujeres habían sentido la atracción cada vez que se cruzaban en partidos o en su misma selección, un poco más fuerte de lo que estaban acostumbradas con otras personas, un poco más fuerte que la atracción que sientes hacia una simple amiga y compañera.

Alexia se había enamorado de Maria Isabel Rodriguez, mejor conocida como Misa, arquera del Real Madrid y de la selección española.

Si, la capitana del Barça se había enamorado de una jugadora de su eterno rival.

Ser del Barça y que te guste alguien del Real Madrid es traición, bueno, no tanto pero en La Masía te enseñan a odiar a los madridistas por esa razón Alexia no admitiría su amor por la arquera.

Misa tenía el mismo dilema, en estos casos no te enseñan que hacer cuando eres chica ¿Qué hacer cuando estás enamorada de tu mayor rival? La que cuando tiene posibilidad te hace un gol y lo festeja con ganas por ser el clásico.

Hoy se iban a reencontrar en un nuevo clásico pero ¿Se animarán siquiera a hablarse? De parte de Misa no había problema, le hablaría de fútbol aunque internamente sabía que de eso no quería hablar, quería preguntarle como había estado su semana, como había dormido sin embargo de eso no podrían hablar.

A la Canaria le encantaría poder hablarle de cosas al azar, poder reír y compartir un poco más con la catalana.

La catalana deseaba lo mismo, solo que ninguna se atrevía a hablarse.

¿Este clásico podría cambiar algo? El destino decidiría eso o tal vez no, solo hay que ser valientes y Jenni les recordaría eso.

- Misa - gritó con fuerza mí querida amiga y compañera Jennifer Hermoso - Ven, que hace tiempo no te veo - la hermosa castaña que debilita todo mi ser, tranquilízate Alexia Putellas, repetí en mi mente al ver como la Canaria se acercaba.

Jenni sabía de mi enamoramiento por la castaña, sabía perfectamente y no duraría dos segundos en hacer una de las suyas para molestarme.

- Jenni - saludo con un gran abrazo a la madrileña - ¿Porqué no me has visitado tu? - su voz era mi gran debilidad, siempre la oía a lo lejos sin embargo no escuchaba lo que decía, me concentraba solo en su voz. Estoy casi cien por ciento segura de que me he quedado mirándola como una tonta.

- Saluda - me golpeó la costilla levemente Jenni y pude reaccionar, miré con vergüenza a la arquera que solo sonreía.

- Hola Marisabel - estire mi mano.

- Por favor, solo mi madre me llama de esa forma, tú puedes decirme Misa - reí suavemente ganándome una mirada intensa de su parte, no una mirada mala, aunque no entendía a qué se debía.

- ¿Qué tal has estado? - comenzaron a hablar entre ella y Jenni, yo solo trataba de escuchar pero me perdía en la Canaria, seguramente parecería una acosadora.

- Nos vemos después del partido - se despidió de las dos con una sonrisa.

- Pareces adolescente - susurro Jenni riéndose de mí - Marisabel - soltó una carcajada fuerte, la mire indignada golpeándola en el brazo.

- Cállate - seguía riéndose así que me fui a saludar a todas como de costumbre, acomode mí brazalete de capitana para ya salir al túnel y salir a la cancha.

Mire del otro lado y estaba Misa mirándome con una leve sonrisa, seguramente me puse roja y rápidamente miré al frente del campo, hoy jugaremos en el Alfredo Di Stefano por la ida de la Champions.

El partido dio inicio y comenzamos perdiendo 1-0 pero cometieron una falta en el área convirtiéndolo en penal

Misa se acercó a mí cuando agarré el balón.
- Te has tirado - afirmó segura de que yo provoque la falta.