Mariona y Lia "Dueña de mis pensamientos"

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– Deja de llorar por ella – trate de sonreír pero me era inevitable no llorar, mi novia Caitlin me fue infiel con mi amiga y compañera de equipo Katie, me dolía muchísimo, había confiado ciegamente en ellas y me traicionaron. Las únicas personas que me quedan son Ana y Leah, ya no podía confiar en nadie más.

– No puedo … – lloré unos minutos más siendo sólo escuchada por mi compatriota.
– Ya se, con Mario teníamos planeado un viaje a Mallorca ven con nosotras – suspiré tratando de calmarme, sería buena idea.

– No quiero molestar a Mariona –

– No lo harás … – sonreí sería bueno poder estar con ella estas vacaciones y poder distraerme y conocer una parte de España.

– Bueno pero me llevarás a la mejor cafetería de Barcelona – asintió sonriente, vi que hablo con alguien más aunque no presté mucha atención.

– Me tengo que ir – me señaló con su dedo – No más lágrimas –

El día de mi viaje a España había llegado, en el aeropuerto me recibiría Mariona, que se ve muy simpática y si estuve revisando su instagram pero solo por una buena causa, estaría ella porque Ana no puede ya que tiene que ir hablar con los dirigentes del Barca para su renovación.

Llegué a España y todo se veía genial, se veía sumamente precioso todo.

– Yo soy Lía Waeltie – asusté a la española que tenía un cartel con mi nombre mal escrito, me miró con una gran sonrisa achicando los ojos.

– Hola, Mariona – me dio un abrazo y yo solo me quedé quieta ya que no estoy acostumbrada al contacto mucho menos si apenas la conozco.

– Lia Walti – abrió la boca sorprendida, provocando mí sonrisa – ¿Te dio el cartel Ana? – asintió

– Ahora entiendo porque me lo dio con una sonrisa extraña – sonrió guardando el papel – ¿Quieres dar una vuelta? Ana tiene para rato – asentí, caminamos, quedé encantada con el lugar y mucho más con la compañía, Mariona es una chica super simpática como me lo imagine y siempre está sonriendo.

– ¡Ten cuidado! – grito Mariona sin embargo grito tarde, ya estaba sentada sobre la piedra, me había resbalado y dolía muchísimo – ¿Estás bien? – hablo agachándose a mi lado mientras tomaba mi mano, no pude evitar ver su rostro preocupado, no podía creer que hubiera una chica tan perfecta.

– sisi – conteste nerviosa por su contacto, ayudó a levantarme y Ana rápidamente se lanzó al agua salpicandonos enteras.

– Esta loca – susurro sonriendo, algo en ella me llamaba mucho la atención, las dos imitamos la acción de la rubia y nos lanzamos al agua tomadas de la mano.

– Mario – pronunció en tono de advertencia Ana y la miré extrañada hasta que noté que todavía nuestras manos estaban juntas.

– No me molesta – dije para fastidiar a mi mejor amiga que solo giro los ojos y miró a Mariona haciendo una seña interpretando de que la tenía vigilada.

– No vengas con esos celos – dijo la española acercándose para comenzar a pelear como niñas pequeñas en el agua.

El día fue genial, la pasé sensacional y por un momento me olvidé de todo lo que había vivido estas semanas atrás.

– Lo siento chicas pero tengo otro compromiso y tendré que dejarlas – me olía a que era una trampa de ella pero asentí despidiéndome con un beso en su mejilla y un pequeño regaño.

– Es todo un plan de ella – susurro a mi lado la española – hay que aprovechar para salir – asentí.

– Llévame al mejor bar de la ciudad – sonrió, fuimos en su auto mientras charlábamos de cualquier cosa.

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