historias - futbolistas

Alexia y Olga II - "Reina futbolista"

- Ale, te tengo una gran sorpresa - grite caminando por nuestro departamento, departamento que compartimos hace más de dos años. Vi a Nala, nuestra cachorra de raza pomerania de 1 año de edad. - ¿Cómo está mi bebe? - movió su cola emocionada pero al segundo de que la besara volvió a recostarse para seguir durmiendo su siesta así que tomé rumbo hacia la habitación. - ¿Que pasa Ale? - pregunte al verla sentada en la cama mirando un punto fijo en el suelo y con un papel en sus manos. - Bebe, comienzas a asustarme - me miró y en sus ojos se veían pequeñas lágrimas que amenazaban por escapar.

- Miralo - estiro el sobre de color dorado hacia mi, con curiosidad lo tome, lei lo que decia y sin dudarlo me avalanche para abrazarla. El papel decía lo que ya todos sabíamos, que Alexia es la mejor jugadora del mundo y ganara el balon de oro en su reconocimiento

- te dije que serías la mejor del mundo - bese sus labios con mucho cariño. Su rostro demostraba lo asombrada que estaba además de que esbozaba felicidad. - ¿Por qué lloras? - mostró su puchero combinado con una sonrisa.

- No lo se - se limpio las lagrimas. - simplemente siento que ya cumplí con lo que le debía - suspiré, sabía que desde hace años cargaba el peso de demostrar y cumplirle esa promesa a su padre. - ¿Crees que él estaría orgulloso? - pregunto sin soltarse de mi abrazo.

- Para mi él ya estaba orgulloso desde el día en el que fichaste por el Barca - la levanté de la cama ganándome una mirada curiosa. - Vamos a decirle a Eli - sonrió tomando mi mano. Maneje rumbo a la casa de mi suegra y cuando íbamos sentía su mirada sobre mi, la conozco lo suficiente como para saber de qué quiere decirme algo.

- ¿Qué pasa cariño? - la mire aprovechando el semáforo en rojo.

- Cuando llegaste dijiste que tenías una sorpresa - sonreí recordando porque el día de hoy había llegado tan temprano de mi trabajo. - ¿Qué es esa sorpresa? - en su cara podía ver la intriga.

- Renuncié a mi trabajo en la empresa - su expresión era de pura incredulidad y creo que en el mio pura felicidad.

- ¿Por qué cariño? - preguntó suavemente mientras su mano viajaba hasta la mía.

- Voy a ser la representante de una influencer y algo así como una actriz - soltó una risa que no logre entender.

- Estas loca - dijo sonriendo, no sabía como reaccionar a eso.

- Pero así te gusto - en el viaje no dijimos nada más, por suerte no era un viaje tan largo y al llegar mi suegra nos recibió con té ya que Alexia le avisó sobre nuestra llegada.

- ¿Cómo están mis bebés? - sonreí por las palabras de Eli, al llevar tanto tiempo en pareja con su hija ya me veía como una más.
- Bien con una importante noticia - anunció mi novia tomando rumbo hacia la cocina, para picar algo de la heladera de su madre seguramente.

- Y bien ¿Cuál es su noticia? ¿Se casaran? Por Dios llamare a tu hermana de inmediato - puedo suponer por la expresión de mi suegra que Alexia y yo teníamos  la misma cara, sentí un poco de miedo y asombro combinados con algo más. El casamiento era muy pronto aunque sé que el amor de mi vida es Alexia aún somos jóvenes para casarnos.

- No madre, no nos casaremos, no todavía - me sonroje por su comentario aunque en mi mente ya hasta me había imaginado vestida de blanco en un altar con Alexia. - Quiero que mires esto - le tendió el sobre que le entregó France Football. Eli lo leyó atentamente por unos segundos donde la castaña no pudo dejar de mover su pierna ansiosamente.

- ¿Es de verdad hija? - Ale asintió y su madre tuvo la misma reacción que yo y se abalanzó sobre su hija para abrazarla. Escuche que le dijo algo en el oído pero no entendi bien sin embargo pude ver que afectó mucho a Alexia porque lagrimas comenzaron a descender por sus mejillas. Supongo que era algo de su padre. - Ve a lavarte cariño - le ordenó Eli después de que la castaña se tranquilizara. En ese momento mi rostro cambió recordando nuestro momento en el auto, no sabia porque mi mente me había traicionado así.