Claudia y Patri "Sopa"

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– Pero que no Patricia que no se hace así – se quejó la más pequeña por cuarta ves más o menos en un minuto.

– Que si Claudia que se hace así, lee las instrucciones – me queje de que no me escuchara mostrándo el paquete para que viera.

Jamas pensé que sería tan difícil hacer una sopa desde el principio.

– No, tienes que leerlo tu – puso su ceño fruncido mirándome mal con su puchero enojado, es que mí novia me causaba mucha ternura, Patri concéntrate no podemos caer antes sus dulces encantos, pronuncio mi mente tratando de mantenerme concentrada para que ni caiga ante mi castaña.

– Que va, léelo tu y vemos – se negó y es que sabía que tenia razón pero se negaría fielmente a aceptarlo – Lo leo yo entonces – tome el paquete donde aparecía la sopa tan sencilla que queríamos hacer, una sopa de fideos con carne y verduras.

– a ver – se cruzo de brazos apoyándose en la mesada con su cara enojada.

– Ingredientes – mire a donde estaba ella y a su lado estaban todos los ingredientes – Carne, caldo, zanahorias, cebolla, apio, sal, pimienta y fideos – verificamos y lleve mí mano a mí frente con frustración.

– te has olvidado los fideos – me acuso de inmediato e instintivamente lleve una mano a mí pecho ofendida ya que esa era su tarea mientras yo compraba lo demás.

– ¿Yo los he olvidado? Esa has sido tu Claudia –

– No me llames Claudia, y que te los has olvidado tu Patricia –

– Y tu no me llames Patricia y que no, que la cena de hoy te tocaba a ti, a mi me tocaba lo demás – suspiramos tratando de relajarnos, la mire con una sonrisa y ella miró a otro lado, supuse que se aguanto la sonrisa.

– Vamos – dijo caminando a la salida donde tomó las llaves de su auto – Iremos por esos fideos – la seguí, salimos del edificio donde esta nuestro departamento para subir a su nuevo auto, un regalo de uno de sus representantes Audi.

– ¿Admitiras que ha sido tu culpa? – me miró mal asi que decidí usar la táctica que sabia sacaría una sonrisa de su bello rostro.

– Eres una niñita – susurro riendo cuando le pique la mejilla por cuarta vez, lo iba a hacer hasta que sonriera.

– Si – afirme – hagamos una tregua por un rato – hablé viendo cómo ponía los ojos en blanco pero asintio aceptando, puse mí mano en su mano que estaba en la palanca de cambio y vi su sonrisa salir de forma tímida – Quiero chocolates – como no íbamos al mundial podíamos darnos los permitidos de comer chocolates, una hamburguesa o simplemente algo que tenga grasas.

– Bueno – susurro, llegamos a la tienda y bajamos del auto agarradas de la mano, salir del closet y poder presumir a tu pareja es lo mejor del mundo, nadie debería esconder a quien ama o como se siente.

Entramos a la tienda y fuimos en busca de comida chatarra, pasee a Pina en el carrito por todos los pasillos del super comprando cosas que nos harían mal pero que diafrutariamos demasiado por último fuimos por los preciados fideos.

Llegamos a casa y prendimos la cocina nuevamente ahora si con todos los ingredientes de seguro comenzariamos a discutir dando por finalizada nuestra tregua.

– Hay que hechar el agua primero después las verduras, el fideo y la carne – la mire incrédula porque estaba todo mal.

– Estas loca ¿La carne al último? La vaca te hará Mu en la cara y tu feliz con el orden ese – me miró muy ofendida por decir eso del maravilloso orden que había hecho.

– Dime tu como se hace, a ver – se cruzo de brazos mirándome.

– Pasos – comencé a leer la receta – En una olla grande, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla, el apio y las zanahorias picadas – giro los ojos – Agrega la carne cortada en trozos pequeños y cocina hasta que esté dorada, vierte el caldo de pollo en la olla y espera a que se caliente, añade los fideos y cocina hasta que estén tiernos, sazona con sal y pimienta al gusto – lei victoriosa la receta al ver su precioso rostro todo indignado.

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