– Katie – dije con un poco de nervios para invitarla a salir, la castaña produce mil sensaciones en mi sin embargo el que más resalta es el de los nervios.
– ¿Qué pasa Ruesha? – me sonrió como siempre hacía enseñando esos hermosos hoyuelos que me volvían loca cada vez que los veía.
Me prepare mentalmente para modular bien y no parecer toda una rara hablando con ella.
– Yo quería invitarte a salir esta noche, podemos ir a donde tu quieras, yo paso a buscarte – hablé tan rápido que me quedan muchas dudas sobre si me entendió algo o no.– Me encantaría, vengo hace tiempo esperando que me invites – su sonrisa me dejó hipnotizada, me es increíble de que una chica pueda cargar tanta belleza.
Llore con ganas al recordar la primera vez que la invité a salir, desde el minuto uno se sentía la conexión y la cierta tensión entre nosotras dos es una verdadera pena que haya terminado así.
Algo de no creer si me lo preguntan, 7 años tirados completamente a la basura por una australiana que conoce hace 1 año y unos meses.
Tal vez el amor a primera vista le pasó a ella está vez. Tal vez yo deje de prestarle tanta atención y eso la alejó de mi lado. Tal vez se hartó de mi. Tal vez y solo tal vez sea una maldita broma de ella.
Enterarme de que me es infiel ha sido algo de lo peor que sentí en mi vida, hubiera aceptado que ella ya no estaba feliz pero al menos merecía un poco de respeto de su parte y que me lo diga de frente.
Me moví en la tina del baño buscando un poco más de comodidad, tomé un sorbo de mí vino y seguí llorando mientras mi mente seguía jugandome una mala pasada recordando los momentos con la castaña.
– Deja de mirarme como si fuera a romperme – agache la mirada avergonzada, si sentía que la miraba de una manera diferente pero de todas formas me avergonzaba de que se diera cuenta.
Éramos tan jóvenes en ese momento, tan ilusas e indefensas pero con mucho para dar y mucho más para compartir. Hasta que los años fueron pasando y no sé si fue culpa del tiempo o solamente de nosotras que comenzaron los malos ratos y mi mente lo tenía claro.
– Ruesha compórtate por favor – susurro Katie con un tono molesto, creo que jamás le había molestado de que yo me comportará así hasta el día de hoy donde cada cosa que hacía o decía le molestaba, la entiendo esta con sus amigas y compañeras de equipo pero no me parece muy bien su trato.
Deje pasar de que me callara toda la noche aunque admitiendo todo, me dejaba una sensación horrible en el estómago, como un vacío y un dolor en el pecho además de las ganas muy grandes de llorar.
– ¿Puedo invitarte un trago? – pregunto una chica rubia bastante bonita. Lo analicé por unos segundos mientras la rubia desconocida me miraba, vi a lo lejos lo que me motivó a aceptar su trago. Mi novia bailando muy pegada a Caitlin Foord, compañera de Arsenal y jugadora de Australia que siempre me ha dado una mala espina.
La noche la pasé con la rubia de nombre Victoria mientras Katie disfrutaba con sus amigas, sinceramente no quería molestarla más y pasé la noche hablándole de lo buena novia que es la castaña y de que planeaba proponerle matrimonio. Vicky me escuchó y comentó todo el rato que estuvo conmigo, jamás intentó sobrepasarse y con simpleza desahogamos nuestras mentes como si fuéramos amigas de toda la vida.
Vi que mi novia me hacía una seña al parecer ya nos íbamos así que me despedí con mi acompañante no sin antes intercambiar números para como lo tituló ella “una noche de tragos y despejes mentales” me reí bastante con ese título.
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historias - futbolistas
Fanfichistorias de pura imaginación de mis parejas (ships) favoritas del futbol. Espero que les guste o al menos la disfruten.