- Ale - la llame sin recibir contestación - amor - intente llamarla nuevamente pero no tuve éxito.
Me di por vencida y caminé a la cocina para comenzar a almorzar, hace días que Alexia no me presta atención y todo por el segundo balón de Oro.
Estoy muy orgullosa de ella obviamente, me siento muy feliz pero me desespera un poco que me deje de lado, todo el día está fuera y cuando no, está con el celular dejándome completamente de lado.
- Aitana - levanté la vista de mí comida que ni siquiera había probado para ver a mí novia que ya estaba con ropa de calle, supuse que tendría que salir - Volveré más tarde, no hace falta que me esperes - sin esperar siquiera mi respuesta se fue dejándome pensativa mirando mi comida, creo que necesitaba desahogarme un poco.
Tome un balón, cambié mi pijama y salí a entrenar, perdí la noción del tiempo hasta que sentí gotas caer sobre mi cuerpo, solo ahí me di cuenta de que estaba el cielo totalmente gris.
Sin importarme nada seguí entrenando bajo la lluvia, hasta ya no poder más. Guarde todas las cosas y camine adentro de casa que comparto con Alexia que como me esperaba no estaba en casa.
Me di un baño de agua caliente tratando de no enfermarme y después preparé algo rápido, tenía algo de esperanza de que llegara Alexia, no pude estar más equivocada, no llegó y comenzaba a preocuparme, le envie un sin fin de mensajes pero solo los leyó, no respondió uno solo.
Me fui a dormir con una extraña sensación de vacío en el pecho, con mucho esfuerzo logré conciliar el sueño.
En la mañana desperté por los ladridos de Nala en la puerta, me levanté para darle de comer.
- ¿Qué pasa bebé? - la levanté en mis brazos para caminar a la cocina y darle alimento, ella movía su cola con desdén, sin dudarlo algo extraño le pasaba - ¿Extrañas a mamá? - ladró y lo tomé como que si la extrañaba - Yo también bebé - sonreí con tristeza, las vacaciones estaban siendo duras psicológicamente para mi, el no jugar ni tener la mínima atención de mí novia me estaba afectando.
Desayune con tranquilidad y mucha soledad, no sabía que hacer, llamé a Frido pero no podía porque salía con su novio, en Mapi e Ingrid ni siquiera pensé porque estaban en Noruega al igual que Marta y Caro, sin nada más que hacer decidí salir a entrenar otra vez.
Pasé toda la mañana hasta la hora del almuerzo donde mi novia se dignó a aparecer, con cara de no haber dormido en toda la noche, no saludó ni nada y pasó directo a la habitación.
Preparé el almuerzo, lo puse en una charola junto con una pastilla para la resaca, caminé a la habitación que comparto con la rubia.
- Ale - la moví levemente por suerte no tiene el sueño tan pesado - Te traje el almuerzo - sonrió y por un momento sentí que nuestra relación estaba bien pero no, se dio vuelta y se durmió.
Dejé el almuerzo en la mesa de luz y salí, me senté en el sillón.
No aguante las lágrimas y solté todo, escondí mi cabeza entre mis piernas, llorando como nunca en mi vida.
Con Alexia comenzamos a salir cuando yo era bastante pequeña creo que tenía 23 y ella 27, en resumen caí enamoradísima de ella cuando la vi en una visita a la reserva y primero no quería nada porque decía que era muy pequeña pero después de tanto insistir comenzamos a conocernos.
Parece ser muy seria para la gente de afuera sin embargo con su gente de confianza es una dulzura.
Salí a entrenar nuevamente, mis días últimamente solo eran entrenamiento tras entrenamiento tratando de encontrar paz en mi cabeza, por un momento lo lograba pero después de acabar volvían todas las inseguridades y miedos.
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historias - futbolistas
Fanfichistorias de pura imaginación de mis parejas (ships) favoritas del futbol. Espero que les guste o al menos la disfruten.