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"¡Viniste!" Bautista le abraza fuertemente y por esa simple acción ya sabe que, tanto él como los compañeros que lo acompañan en la mesa del bar, ya llevan varias cervezas en el cuerpo.

El olor a alcohol hace que sea difícil diferenciar los aromas de sus amigos, lo que de cierta manera agradece. Es bastante tarde, por lo que el establecimiento se comienza a llenar y con ello el ambiente se siente más pesado.

"Podrías fingir que no les sorprende" Resoplando, se sienta en la mesa mientras otro de sus compañeros alza la mano hacia el beta de la barra para que les traiga una ronda de cervezas de la casa.

"Amigo, es que es noticia. No se va a hablar de otra cosa en mucho tiempo" Eduardo, uno de los pocos betas en la estación, le dice sonriente. No vale la pena enfadarse con un borracho.

"Ya basta" Su mejor amigo ponen orden a su lado. A veces es buena persona "Ya lo he cabreado lo suficiente antes. Cómo sigan así no voy a poder probar mi punto" Olvídalo, no es buena persona.

"Te odio" Con un gruñido bastante habitual últimamente, le da un fuerte sorbo a la bebida que le acaba de servir el camarero.

No le gusta abusar, pero de vez en cuando aprecia sentir ese quemazón en su garganta y notar como el alcohol surge efecto en su trabajado cuerpo.

"¿Cuál es ese punto?" Otro alfa, Luke, y quién completa el grupo de cinco, se inclina hacia adelante para no perderse nada de un tema que Marcos está deseando zanjar. Lucio parece tener otra intención.

"Marcos no acepta a ningún omega" Rueda los ojos y vuelve a beber. Eso es completamente falso.

"Oh, pero eso ya lo sabíamos" Bautista se echa hacia atrás con una carcajada que Marcos callaría felizmente de un puñetazo "Ojalá a mí se me acercasen la mitad de los omegas que a él. Aunque tengo que agradecer que la mayoría me tienen de segundo plato, no sé si quiero que eso cambie"

Eso le hace sonreír un poco.

Venga, a todo el mundo le gusta gustar y él no es menos. Las miradas indiscretas no le molestan, pero la cosa comienza a torcerse cuando se acercan demasiado y su lobo les gruñe ante sus feromonas coquetas y empalagosas.

"Puedo hacer lo que quiera, es solo que tengo bastante control y no se me va a caer la pija por no estar con un omega durante mucho tiempo" Una risa engreída sale de él al terminarse su bebida "No es mi culpa que ustedes se hayan quedado eternamente en los dieciocho"

"Ey, calma, fiera" Luke, quién se ha tomado un poco mejor la pulla, ladea su cabeza alzando sus cejas hacia él "Si tanto presumes de eso, seguro que hoy hay alguien que te gusta. Tienes decenas de omegas para elegir"

Su amigo alza su brazo y le enseña todo el bar lleno de gente bailando, bebiendo y pasándoselo en grande. A simple vista, nadie llama su atención, pero decide seguirles el juego.

"Ya veremos"

A partir de ahí, todo se descontrola un poco.

Bautista y Eduardo, los dos fiesteros por excelencia, comienzan a pedir más y más rondas de cerveza. Por un momento puede ver la sonrisa de la barista, quien los conoce desde hace años y sabe que sus amigos borrachos significa hacer la caja del mes ese mismo día.

Hablan sobre cualquier cosa, la siguiente más absurda que la anterior, pero después de su quinta bebida alcohólica de la noche, deja de darse cuenta de ello.

Se relaja junto con las fuertes carcajadas de Luke, quién cuenta chistes que en realidad no le hacen gracia a nadie excepto a él, solo que su simple risa contagia a toda la mesa haciendo un escándalo que pasa desapercibido ante el gentío del pub.

ɴᴏ ʟʟᴏʀᴇꜱ ; ᴍᴀʀɢᴜꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora