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"Un alfa no, Agustín" El omega aparta la mirada del móvil y se gira para mirarle por encima del hombro.

"Es una alfa"

"Me da igual, no me gustan. Menos aún para que cuiden de nuestro cachorro durante tres días" Sabe que está haciendo un berrinche innecesario, pero está demasiado concentrado en acariciar el vientre de su omega y lamer el lateral de su cuello sin parar.

Ya nota que su celo está cerca.

Precisamente por eso tienen que encontrar a alguien para que cuide a su cachorro ese periodo de tiempo. La primera opción, cómo no, fueron Martín y Alan, pero alfa y omega tenían una especie de congreso organizado por el jefe del moreno y era bastante probable que coincidiese con los días que los necesitaban.

Ahora, algo desesperados, quieren encontrar a alguien adecuado, pero está resultando demasiado difícil. Quizás él lo está poniendo demasiado difícil.

"Pero, amor" Agustín, acostumbrado a estar sentado entre las piernas de su alfa y ser mimado de esa manera, intenta que Marcos preste un poco de atención a su tarea "Todos son amigos de Alan. Son profesores y de confianza. Tienes que poner de tu parte"

"Yo no confío. Quiero que se quede con Martín y Alan" Escucha a su omega suspirar e irritarse, por lo que besa suavemente su cuello intentando relajarle de una molestia que él mismo está causando.

Magnífica idea.

"Ya, yo también. El problema es que no pueden, ya lo hablamos" Agustín se deja caer en su pecho cansado y él lo abraza más, olisqueando su cuello y ronroneando al ver que el omega por fin a dejado de mirar el móvil y le está dando toda su atención. Agustín suelta una carcajada ante eso "Eres un cachorro, lo juro"

"Mmm, no lo soy" Dice aún sin separarse de su cuello. Dios, es que es imposible con ese exquisito olor tan dulce y familiar "Podemos llevar a Nico a casa de mis padres. Estaría bien allí"

Cuando siente a Agustín tragar, sabe que lo siguiente es una negativa.

"N-no estoy seguro de ello" El ojiazul se centra unos segundos en los besos en su cuello que no cesan y vuelve a hablar "Amo a tus padres, lo sabes, pero ya no veo Londres de la misma forma. Odio pensar en lo que pasó y no me gustaría dejar a Nico allí sin nosotros"

Un gruñido involuntario sale de su pecho y Agustín solo sujeta una mano que se posaba en su barriga y besa sus nudillos para tranquilizarle. Lo consigue un poco, pero no es suficiente.

"Omega, no voy a dejar que nada así vuelva a pasar. Antes mato a cada persona que se atreva siquiera a mirarlos" Agustín no dice nada, solo sigue besando su mano. Él nota su posesividad y furia aumentar por momentos "Mi padre no va a ser menos. No dejará que nadie le haga daño a nuestro hijo"

El omega en su pecho reacciona rápido y se incorpora para darse la vuelta y sentarse a horcajadas en su regazo. Él sabe lo alterado que está, pero es aún más consciente cuando Agustín coloca su rostro en su cuello y comienza a envolverlo en su olor.

'Paz' es lo único que se le viene a la mente.

"Tranquilo, alfa, no pasa nada" El susurro en su cuello le hace abrazar más al ojiazul y cerrar los ojos deseando que ese momento dure para siempre "Te creo, nos cuidas muy bien. Eres el mejor alfa del mundo" Pequeños besos son depositados en su blanquecina piel y no puede evitar apretar la cintura de Agustín con fuerza "El mejor padre. El padre de mi cachorro"

"Omega..." Se siente tan borracho en medio de esa bruma de canela, limón y algo de lluvia que él está empezando a dejar salir. Las palabras de Agustín solo hacen que su boca se pasee también por el cuello del menor, deseando hacer lo que lleva queriendo durante meses "Quiero morderte tanto. Marcarte. Hacerte mío"

ɴᴏ ʟʟᴏʀᴇꜱ ; ᴍᴀʀɢᴜꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora