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"Wow, está increíble, Agustin"

El sonrojo del más pequeño no pasa desapercibido para Marcos, quien aún está algo afectado por su descubrimiento hace unos minutos. Cree que intentar no parecer nervioso ante ese hecho es lo mejor.

"Muchas gracias" Contesta el omega mientras sostiene al niño en su pecho y este toma felizmente de su biberón "Me gusta hacer este tipo de platos en esta época de frío"

"A mi madre también, aunque yo nunca he sido un gran chef" Se lleva una cucharada más del espléndido plato a la boca y cierra los ojos con gusto "Tú eres increíble"

Una tierna risa le hace abrir los ojos de nuevo.

"Quizás tenga algo que ver mi curso de cocina. No todo el mérito es mío"

La noticia le sorprende, pero después de mirar de nuevo su plato lo entiende perfectamente. Esas lentejas estaban deliciosas y ahora no puede parar de pensar en la de comidas que el ojiazul podría cocinar para él.

"¿Es por eso que trabajabas en la cafetería del centro?" El omega asiente con la mirada fija en su pequeño aún succionando su leche del biberón.

"Sí, me especialicé en repostería. Siempre fue mi sueño tener mi propia pastelería" El tono melancólico en su voz le hace volver a mirarle "Lástima que no se diese" Su ceño se frunce y se pregunta si sería apropiado insistir un poco más.

"Todavía puedes hacerlo, debes ser muy joven"

"No tanto" Agustin le sonríe "Tengo veintitrés y un bebé. Ya no tengo tantas oportunidades" Marcos niega con la cabeza ofendido ante sus palabras.

"Agustin, eres increíblemente joven y con mucho tiempo para hacer tu camino. Tu cachorro es un regalo, no dejes que otras personas lo hagan ver cómo una carga" Agustin frunce sus labios algo perdido.

"N-nunca diría que es una carga..." Vuelve a mirar a Nico, quien ya está terminándose el recipiente "Es lo más importante que tengo en mi vida"

No puede evitar querer sonreír ante la imagen. La forma en que los ojos de Agustin se relajan al mirar a su bebé, con sus músculos destensándose y su boca dejando asomar su felicidad en forma de una sonrisa; es digno de admiración.

"Ya lo veo" Su voz sale más baja de lo normal "Mi hermana tiene un año más que tú y me parece que me va a dar un sobrino dentro de poco" La sorpresa en los ojos del omega le hace alzar de forma imperceptible su comisura izquierda.

"¿Tienes una hermana?" Marcos asiente y traga otra cucharada antes de responder.

"Sí, se llama Valentina. Vive en Londres al igual que toda mi familia. Todos esperamos a ese cachorrito pronto, siempre ha sido la princesa de la casa"

"Suena encantadora" Agustin no ha dejado de mirarlo con una adorable sonrisa en todo momento. Toda esa atención le calienta el corazón "¿Puedo preguntar por qué tú no vives en Londres?"

"Puedes preguntar lo que quieras, Agu" Su voz se corta al ser consciente del apodo. El nerviosismo que el omega muestra ante él no sabe si es buena o mala señal "¿Puedo llamarte así? No quisiera incomodarte"

"N-no, por supuesto que puedes" Otra sonrisa y el brillo en sus ojos parece ser mayor que antes.

"Bien, pues la emocionante razón por la que no vivo allí es que mi sueño era quedarme en mi pueblo natal siendo bombero. De pequeño me encantaba disfrazarme y me emocionaba mucho al ver pasar un camión por delante de mi casa"

"Eso es muy lindo" Algo en la forma en que el castaño lo dice hace que su cerebro se haga mantequilla en ese momento "Me alegro de que lo lograses. Haces una muy bonita labor"

ɴᴏ ʟʟᴏʀᴇꜱ ; ᴍᴀʀɢᴜꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora