La situación no mejora.
Al menos él no lo siente así.
Después de aquella noche dónde se fue a dormir sin un beso desde hacía al menos nueve meses, siente que Agustin se aleja.
No del todo, quizás ni siquiera sea tan dramático, pero cada vez que entra en casa y Agustin solo le saluda con la cabeza antes de volver a hacer sus deberes o irse a trabajar, se siente como un puñal en el corazón.
Sin embargo, las pocas tardes que pasan juntos calman a su alfa, pues Agustin se vuelve tan dulce y suyo a las pocas horas, que no es raro que se besen hasta quedarse sin respiración y terminen en la cama de la manera más sucia pero a la vez más íntima posible.
Todo eso se evapora cuando Marcos se va temprano o vuelve tarde, o cuando Agustin está hasta arriba de la cafetería y él no puede recoger a Nico de la guardería, y es Eduardo a quién recurren mientras Lucio le mira a lo lejos negando con la cabeza.
Las cosas con Lucio están igual de raras y le gustaría solucionarlo, pero no sabe qué cojones ha cambiado. Han discutido otras veces y se habían reconciliado rápido, aunque con Agustin jamás había tenido esa especie de tensión en la que están sumidos desde hace semanas.
Él de veras cree que hace todo lo posible por entenderlo, pero su omega no colabora.
Mil veces le ha preguntado cada noche con una nueva aura tranquila y amorosa, no muy común esas últimamente, sobre su actitud, intentando no echarle nada en cara, pero Agustin rápidamente niega triste con la cabeza y le besa justo antes de dormir.
En realidad tiene la ligera sospecha de a qué se debe, pero sabe que Agustin valora todo lo que hace por ellos y lo mucho que trabaja. No se molestaría tanto por algo así, ¿verdad?
En cualquier caso, lo odia. Odia el sentimiento de rechazo y decepción, por lo que espera que Agustin le hable pronto sobre ello.
Es cuestión de tiempo que se le pase. Al menos hasta que pueda terminar su sorpresa.
"Buenos días, cariño"
Su voz quizás suena más sensual y baja de lo que debe a esas horas de la mañana, pero ver a su omega con un camisón, cocinando el mejor desayuno que podría pedir. No sabe lo qué es, pero apuesta a que es un majar, pues lo está haciendo su precioso omega.
El omega más perfecto del mundo.
"Buenos días, alfa"
Agustin parece rendirse ante su voz, pues sus hombros se relajan, al igual que los de su cachorro, que esta comiendo un poco de tortitas de avena en su sillita, o al menos eso intenta. Ese es el efecto que tiene en su familia y cada día agradece a la luna por tenerlos así de sanos y tranquilos.
Todo lo que hace es con ese fin.
Sin darle tiempo a que el ojiazul se acerque a él, Marcos se apresura a llegar hasta su omega y acorralarlo en la encimera de la cocina. Sus fuertes brazos están apoyados en esta a ambos lados del menor y su boca ataca rápidamente la marca que anoche mordió de nuevo con tanta fuerza.
Mierda, cada día lo necesita más.
"Hueles muy dulce, mi vida" Marcos se separa un poco para ver como Agustin suspira con los ojos cerrados, disfrutando de sus mimos "Estás tan bonito hoy"
Y es cierto, está particularmente brillante y hermoso. Siempre pensó que eso era imposible, pero su omega consigue sorprenderle cada día más.
"Gracias, alfa" Responde Agustin, pasando sus brazos por sus hombros y uniendo sus manos detrás de su cuello.

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ɴᴏ ʟʟᴏʀᴇꜱ ; ᴍᴀʀɢᴜꜱ
ФанфикAgustin hace ruido por las noches, ojalá pudiera evitarlo. Marcos odia el ruido por las noches, ojalá nunca se hubiera quejado. O donde Agustín es un omega soltero con un precioso bebé (Nico) que no puede dormir bien porque está enfermo y Marcos es...