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"¿C-cómo?"

El aire parece no llegarle a los pulmones cuando escucha las palabras salir de los finos labios de Agustín, los cuáles están demasiado cerca para su estado en estos momentos. No sabe como procesar lo que oye.

"T-te lo voy a explicar" Agustín no suelta su rostro, aunque puede notar como sus manos tiemblan a la vez que los latidos desbocados de su corazón se sienten como los suyos. Odia provocar eso; odia saber qué es su culpa.

"P-pero tú..., dijiste que..."

"Sé lo que dije. N-no era verdad y pienso aclararlo" Un carraspeo por su parte le hace respirar profundo mirando fijamente a sus ojos azules "Pero necesito que t-te calmes, por favor"

Cerrando los ojos, se centra en los pulgares de Agustín repasando su barba apenas crecida de hace dos días y en regular su respiración irregular a causa de una irritación y confusión que su alfa no está acostumbrado a esas emociones.

"Está bien" Escucha al omega tragar y abre los ojos para ver cómo este aparta sus manos y las frota en su costados retirándose cohibido.

No te alejes.

"V-vale, intenta relajarte en el salón. Voy a ver a N- nico y vuelvo enseguida" El castaño da pasos hacia atrás y él tiene como reflejo levantar la mano e intentar alcanzarlo.

"¿Puedo verlo?" Su voz suena débil y apagada. Un sentimiento de incomodidad martilleando en su pecho ante la pesadez de la situación.

"Marcos..." El omega se muerde los labios y no lo mira "Tu olor e-es demasiado fuerte, creo que es mejor esperar" Intentando no gimotear ante el toque de decepción en la voz de Agustín, asiente cabizbajo y observa la espalda del omega hasta desaparecer en su habitación.

Volviendo a suspirar, llega al salón con un dolor de cabeza horrible y sentándose en el sofá hundiendo su rostro en las palmas de sus manos. Ha actuado como un maldito animal frente a Agustín y jamás pensó que se sentiría tan avergonzado al dejar ver su lobo; quién simplemente está tumbado arrepintiéndose de cada gruñido que le ha lanzado a aquel alfa que al parecer no ha hecho nada malo.

Es imbécil.

"Hola"

La dulce voz y el olor abrazador que le vuelve loco todos los días le hace levantar la cabeza y mirarle con ojos tristes y dolorosos. No espera a que Agustín llegue al sofá cuando se levanta con rapidez y se acerca a él con palpable preocupación.

"Perdóname. Se que no tenía que haber reaccionado así sin saber nada, pero no pude frenarlo cuando..." Sus manos son agarradas por unas más pequeñas y su disculpa se queda en sus ojos fijos en sus manos unidas con cariño.

"Tranquilo" Levanta su mirada y ve un amago de sonrisa que le tranquiliza sobremanera "Vamos a sentarnos" El omega le guía hacia el sofá y él obedece como no lo haría con cualquiera.

"De verdad, lo siento mucho" Se colocan cerca, el uno frente al otro y Marcos se sorprende al ver que ni siquiera puede sostenerle la mirada ante lo avergonzado que se siente.

"Sé que tus intenciones eran buenas, no tienes que pedirme perdón por ello"

"Claro que sí" Dice débil mirando sus manos que sigue juntas e intentando acariciarlas para clamarse a él mismo "Te he asustado, lo he sentido a la perfección, no lo niegues" Agustín frunce los labios y le mira con algo de lástima "Mira, no me tienes que explicar nada, no es de mi incumbencia saberlo. Es algo tuyo que deberías contarme cuando te sientas preparado y no ahora que me he comportado como un alfa psicópata"

La risita que suelta Agustín le hace levantar la mirada. Un hoyuelo apareciendo ante el dulce sonido.

"No eres un alfa psicópata. Eres un alfa puro que siempre me ha estado protegiendo desde que nos conociste y es inevitable que lo siguieras haciendo en el momento en el que viste a Martín ahí"

ɴᴏ ʟʟᴏʀᴇꜱ ; ᴍᴀʀɢᴜꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora