¿Cómo haría el kaioshin mas benevolente ahora para escapar de las garras del dios destructor más cruel,insensato y perezoso del multiverso del cuál ahora es su prisionero mientras que un obscuro secreto comienza a salir a flote?
Por su parte Bills...
Nota de inicio: para este capítulo me inspiré en la obra de la divina comedia de Dante, uno de mis libros favoritos.
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Bills: adiós mi ángel.....
...
Bills: no, solo ángel ....tu no eres mío ni de nadie ...
Bills caía libremente por un pozo de oscuridad que parecía no tener fin, mientras veía la última luz a lo lejos desaparecer alejándose sin nada más que pudiera hacer para evitarlo, con la cadena de su vínculo vital alrededor de su cuello.. El sabía bien cuál era su destino y aunque estaba harto de esa sensación de tener que esperar al siguiente kaioshin de esa manera, solo que está vez nadie vendría a salvarlo de aquella tortura y algo nuevo lo hacía ahora peor, la culpa.
Era culpable de que haber herido a su kaioshin, su compañero más cercano con un vínculo íntimo que no supo cuidar ni respetar y que ahora mismo lo condenaba.
Era culpable por dejar que unos monstruos sin corazón ni cerebro lo lastimara hasta el alma con un daño irreparable.
Era culpable por la muerte de este divino ser ,que ahora le era más que obvio, era el principal y fundamental dios de su universo y para todo ser vivo.
En verdad que era un monstruo y ahora era tiempo de pagar su última falta, condenado a ser ahorcado en el mundo de las sombras una eternidad o hasta que Zenosama se apiadará de él y lo eliminará de toda existencia... pero aún así estaba feliz de que ese dios estuviera en un gozo muy merecido y eso lo ayudaba a no caer en la locura del todo.
Mientras seguía cayendo a la oscuridad eterna, Bills no pudo evitar recordar los buenos momentos que tuvo con su último compañero kaioshin, en verdad estababa honrado haber vivido con alguien como el de tierno como terco.
Entonces la cadena que los unía se tensó.
Bills en el mundo de las sombras (wastelands)
Después de un tiempo que pareció eterno, Bills dejó de luchar para liberarse pues se hallaba colgando de aquella cadena azul opaca que aún tenía enredada alrededor de su cuello. No le quedaba mucha fuerza ya que al parecer desde que llegó a ese sombrío lugar está se hubiera desvanecido entonces optó por quedarse sin moverse mucho para no balancearse, lo peor de pasar la eternidad colgado era pasarla moviéndose de un lado a otro como un péndulo de algún reloj, pensó en ese momento alguien sigilosamente lo observaba con algo de diversión como si de una atracción nueva se tratara.
???: pero que tenemos aquí, si no me equivoco es Bills el gatito malo de Zen.
Bills: ahm...
???: quieres decirme algo? Permíteme bajarte.
Dicho esto aquella persona truena sus dedos y la cadena que sostiene a Bills se empieza a soltar un poco cayendo el felino al suelo que parecía ser una especie de pasto pero al tocarlo siente un dolor insoportable como si de cristal cortado se tratara haciendole sangrar levemente.
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