Shameless¹ ── Theodore Nott

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[ London Knox ]

──¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños, querida London, feliz cumpleaños a ti!

Si, hoy, dieciocho de agosto, cumplía quince años.

Sentí a mamá abrir la puerta de mi habitación y enterré mi cara en la almohada.

No tenía ganas de levantarme, ni aunque fuera mi cumpleaños.

Suspiré y me senté en la cama para mirar a mamá.

──Buen día.── dije frotando mis  ojos

──No hagas eso, Lond, te vas a lastimar. Vamos, levántate, vete a asear y baja. Tu padre y Venezio están abajo terminando de preparar el desayuno

Por alguna razón, desde el día en el que llegó, papá no volvió a irse.

Mamá y él salían a trabajar en sus respectivos horarios, pero luego volvían a casa, y era extraño.

Fui a ducharme, me lavé los dientes, me vestí, desenredé mi cabello y finalmente bajé a desayunar.

Mañana iría a casa de Theo.

Papá y Venezio creían que iría a casa de una amiga, por lo cual mamá me llevaría para que ninguno sospeche nada.

Por papá no me preocupaba, sabía que le agradaba mucho Theo, como si fuera uno más de la familia. Y el hecho de que yo estuviera en algo con él, hasta lo pondría contento.

Apenas terminé de bajar el último escalón y sentí como Venezio me levantaba en el aire.

Grité y me levantó en su hombro.

──¡Venezio!

──¡Feliz cumpleaños!

Me llevó a la cocina y finalmente me bajó.

Fui hasta donde papá y me abrazó.

──Feliz cumpleaños, niña

Nos sentamos a desayunar los cuatro y luego de un rato, mamá comenzó a hablar.

──Bien.. Tengo.. Tenemos, que darles una noticia

Vene y yo nos miramos.

──¿Y qué es?

──Bueno, no sabemos cómo van a tomarlo, espero que bien porque es algo que ya decidimos..── continúo papá

──¿Alguno de los dos va a tener otro hijo o algo así..?── me adelanté

──Ay, no, London, claro que no

──¿Entonces..?── Venezio pidió que ya lo dijeran de una vez

──Okey.. Antes que nada, es algo que venimos hablando desde hace mucho tiempo.. Y es un proceso que sabemos que pueden afectarles a ustedes, por lo que no les dijimos nada hasta estar decididos..

──Vamos a volver a ser una pareja.

Abrí los ojos grandes y miré a Venezio.

──Pido una discusión privada de hermanos.

──Si, igual yo.

Ambos nos levantamos y salimos de la cocina.

──¿Qué opinas de eso?── me preguntó

──Creo que está bien, osea, me pone feliz, van a estar juntos, y vamos a ver a ambos sin tener que dejar de ver al otro. ¿Pero tú que dices?

Se encogió de hombros antes de responder