Capítulo 6. ¿Por qué?

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Amor correspondido por una sola persona.


Llame a Allen, estaba harta de fingir, tenía que hablar con él ya, teníamos que resolverlo todo porque si no me moriría de la culpa y quién sabe, quizás él también sintiera un poquitito de culpa...

— El contestador otra vez... genial — suspiré y me fui a duchar mientras pensaba en que podría estar haciendo y el porqué no me contestaba, solamente quería asegurarme de que estuviera bien, estaba preocupada sí, ¿y qué?

Al día siguiente me despertó el sol y mi móvil vibrando, cogí mi móvil, era Allen y se me formó una sonrisa en la cara y le contesté.

— ¿Allen? ¿Estás bien? Me tenías preocupada... — suspiré.

— Sí, estoy bien, ¿por qué? Oye esta noche ven a la playa, ¿sí? — y colgó, como si no le importara, pero no le di mucha importancia y me estiré en mi cama.

Me duché, me vestí y me hice la comida, mientras comía pensé en el chico de ayer, como se llamaba... ¿Oliver? Creo que sí. Bueno, al menos tengo vacaciones y no tengo que trabajar hasta dentro de dos semanas mientras pensaba eso, sentí mi boca curvarse debido a que no tenía que trabajar y podría ver Los Juegos Del Hambre o alguna película de Marvel... ¿Y si las veía con Allen? ¡Joder Beth, deja de pensar en él!

Llegué y no había nadie, pero me acerqué a la orilla dejando mis zapatos atrás. Mar y atardecer eran la combinación perfecta. Me metí hasta las rodillas y el agua estaba fría, era casi febrero, por lo que no me extraño, pero cuando te acostumbras a la temperatura el agua parecía templada, pero comencé a sentir gotas caer sobre mí, estaba a punto de llover.

De repente sentí un empujón y caí al agua, joder qué fría estaba, al girarme era Allen quien se acercó para sacarme.

— ¡Oye imbécil como me resfríe, te voy a matar!

— Ya te gustaría... — se acercó a mí para sacarme, pero lo tiré al agua. Sacó la cabeza y la agitó quitándose algo de agua, nuestras cabezas se pusieron frente con frente y él me besó, ¿me había besado? ¿Por fin? Disfruté cada instante. Le rodeé las manos en su cuello y nos quedamos así unos minutos hasta que se separó, yo buscaba más, pero él no me ofrecía nada.

— Lo siento Beth... esto no está bien, no podemos estar juntos, me encantas, me tienes loco, mi vida solo tiene sentido, si tú estás en ella, eres como un universo de emociones y te deseo, te anhelo con todo mi corazón, tal como hacía con Will, no de manera romántica... pero eres una copia de él.... Siempre que te veo le veo a él y no puedo soportar más esta tortura.

No dije nada, no le detuve, no le grité, no le insulté, quería llorar, gritar y pegarle, pero me limité a decirle solo una cosa.

— ¿¡Si sabías perfectamente que no querías estar conmigo porque seguiste el rollo, joder!? — me atreví a gritarle mientras notaba que las lágrimas recorrer mis mejillas.

— ¡Te he dado todo de mí, todo y aun así no ha sido suficiente, lo he intentado todo para que las cosas funcionaran y que tú y yo estuviéramos juntos y que ambos visualizamos un puto futuro juntos! — cada vez gritaba más, pero él se limitó a salir del agua intentando secarse, pero la lluvia que cada vez era más fuerte lo impedía.

— ¿Qué he hecho mal? — pregunté llorando, notando mi cuerpo, temblar de frío, miedo y tristeza —. ¡Joder imbécil, no eres capaz ni de contestarme! — discutí mientras salía del agua y me acercaba a Allen.

— ¿Ni siquiera tienes el valor de girarte y mirarme a la puta cara cobarde? — pude ver como se giró, vi su cara sin expresión alguna y me sentí imbécil al estar llorándole a alguien el cual no hacía lo mismo por mí y apenas se inmutaba. Estábamos todo mojados al borde del resfriado, pero no me importó.

Le pegué un empujón y su mirada bajó al suelo, en el resto de pelea su mirada se quedó ahí, en el suelo.

— ¿Por qué me invitaste a casa de tu familia sabiendo que me usarías y tirarías como una hoja de papel arrugada? ¿Por qué me permitiste hacerme ilusiones? ¿Por qué? — Lo último lo grité mucho más y sentí como me iba quedando afónica y como mis cuerdas vocales cada vez iban a menor.

Lo vi irse, sentí mi corazón, quebrarse de tantas maneras... Era la primera vez que me rompían el corazón. Miré mi móvil, tenía siete llamadas perdidas de Anna, cinco de Diane y dos de Oliver, espera ¿Oliver?

No les contesté, estaba harta de todo el mundo, me senté en la arena sintiendo las gotas en mi espalda y por mi cuerpo sentí recorrer un escalofrío y después, pasos detrás mías, cerré mis ojos con fuerzas mientras deseaba que ese alguien se fuera, pero ese alguien se acercó y se sentó al lado mío y ese alguien era Oliver.

Ni me inmute en mirarle y luego sentí que otra persona se sentaba a mi lado, Anna, la cual tampoco miré.

— ¿Qué ha pasado Beth? Nos tenías preocupados... — confesó Oliver.

— Si... Beth, por favor dinos algo...

— Iros... además, ¿qué hacéis juntos? — murmuré.

— Bueno, él y yo fuimos juntos al instituto y el otro día me mencionó que había encontrado a una chica que se llamaba Bethanie y claramente eras tú. Te hemos estado buscando durante una hora y media Beth joder, no puedes darnos estos sustos...

— ¿Os cuesta tanto escuchar? Iros.

— No nos vamos a ir Beth — insistió Oliver.

— Pues me iré yo... — dije levantándome y dándome la vuelta.

Oliver también se levantó al igual que Anna, pero cuando Oliver dio el primer paso, Anna le agarró el brazo y negó la cabeza indicando que debían dejarme sola para qué procesará todo, algo que agradecí.

Llegué a mi casa y saqué una botella de vino, saque una copa y me bebí como cinco copas, estornudé, estaba resfriada, pero no me podía importar menos. Me tumbé en la cama con un pijama y lloré, mucho. Estuve así toda la noche y solamente me preguntaba si a Allen le importaba el daño que me había hecho o si solo le importaba él y su estúpido pensamiento de que él había hecho lo correcto, aun sabiendo que no era lo que su corazón diminuto de mierda quería, imbécil... lo odio... 

El Remedio Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora