𝑆𝑃𝑅𝐸𝐸𝑁 🔞

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• prostitución

20 buenas razones

Mi trabajo como bailarina barra prostituta en el negocio de un amigo era demasiado satisfactorio, más cuando lo conocí a él. La primera vez que lo ví pensé que era un chico sin dinero o que simplemente venia a ver como una chica con pechos casi planos y culo como si fuera uva pasa se ponía a bailar en un tubo, pero la realidad era otra, mi cuerpo no es como él de Melissa que tiene unas buenas tetas y un culo para envidiar.

Aunque mis senos fueran pequeños y mi trasero fuera de un tamaño considerable ya había recibido comentarios como que debia operarme o que me vería mejor como camarera.

Pero esa noche no, ese chico de lentes y ropa casual me hizo pensar lo contrario, apenas termino mi acto y me fui a mi camerino recibí el llamado de mi jefe para hacer un trabajo privado, en todo el tiempo que habia trabajado en las Casualonas jamás me habían solicitado para esos trabajos.

Y apenas vi quien me solicito pensé que era una broma hasta que despues de esa noche ya tenia unas buenas 20 razones para solo tener ese bello oso.

1. Su pene
2. Su polla
3. Su miembro
4. Su aparato reproductor sexual
5. Su risa ronca y coqueta
6. Sus jadeos
7. Sus gemidos roncos
8. Su manera de moverse
9. Su nombre
10. Su voz
11. Sus ojos
12. Sus manos
13. Su lengua
14. Su acento argentino
15. Su esperma
16. Su cabello
17. Su paga osea su dinero
18. Su aroma
19. Su manera de dormir
20. Su pene, joder 20 centímetros de mero placer.

Pero ahora estaba ahí, bailando al ritmo de la canción meneaba mis caderas, agradecía internamente ser algo delgada además de que Melissa me recomendó una rutina de ejercicio para tener mi abdomen plano, gozando de aquella mirada violeta que se escondían detras de esos lentes oscuros.

Sabia que despues de bailar debía irme a ese cuarto a esperar a ese chico que con solo una orden ya me tenian con las bragas abajo.

Y tal como dije, termino mi espectáculo y baje del escenario para irme de inmediato a dicho lugar, serví un vaso con whisky y le coloqué hielos, le di un sorbo y en eso se abrió la puerta.

Esta vez no venía como de costumbre con su playera azul y sus jeans oscuros, traía puesto una camisa blanca y unos pantalones de vestido azules, también traía una corbata color negro.

— Saliendo del trabajo trabajo ¿Uh?— se acerque lentamente y le dí el vaso de ese licor ambar

— Unos trabajos que a vos no te interesan- contesto con simpleza para tomar de un sorbo aquel liquido burbujeante— Bueno preciosa ya sabes lo que me gusta.

Dejo el vaso de lado y se fue a sentar en uno de los sillones individuales que habian en rn la habitación. Me quite la bata dejando ver el conjunto de ropa interior de encaje negro y me acerque con el sentando me en su regazo.

— Hace días que no vienes— dije acercando me a su rostro— me eh sentido tan sola sin ti— hice un puchero fingiendo tristeza

— Lo siento dulzura pero el trabajo me ha tenido ocupado— sus manos viajaron a mi trasero y apretó un poco— a veces quisiera llevarte conmigo

— Pero si puedes— conteste mientras movia mis caderas para asi generar la preciada erección— solo casate conmigo y asi dejo de trabajar en este lugar.

𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 //QSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora