𝙇𝙖 𝘽𝙖𝙣𝙙𝙖

46 4 2
                                    

¡Damos y caballeras! —dijo Cherry en tono de broma—. Estamos reunidos desde la Guarida Fusión, básicamente en la casa del árbol de Bobby... para interrogar a dos chicos, miembros de la Pandilla Tercermundista, pero también a La Banda, como nos hacemos llamar todos juntos.

Los demás estaban abajo de la casa del árbol, viendo cómo Cherry estaba en el balcón junto a Bobby, Tilín y Chayanne.

—El ritual que hemos hecho y modificado conforme íbamos agrandando este grupo... —agregó Tilin, mirando a todos con su listón rojo ondeando. —En este ritual se evaluarán varias cosas: la manera de cocinar... —continuó.

—¡Fuerza! —añadió Bobby, levantando el puño.

Inteligencia —siguió Cherry, con una sonrisa.

Responsabilidad —dijo Chayanne, firme.

—Pero, sobre todo... ¡amistad! —concluyó Tilín, con entusiasmo.

—Así que, sin más que agregar... —dijo Cherry con una sonrisa—, Chunsik y Nacho, prepárense. Mañana será el día en que no solo serán unos desconocidos que nos miren desde lejos como simples espectadores, sino que ahora serán nuestros fieles amigos.

Cherry miró a Bobby y a Chayanne, quienes asintieron al instante. Los niños bajaron por una cuerda y, al llegar al suelo, sacaron huevos de sus mochilas.

—Este huevo será su responsabilidad hasta mañana —continuó Cherry—. Básicamente es un reto retro, así que... sin más, aquí estamos, rompiendo una taza y cada quien a su casa. Los que viven cerca de estos chicos, ¡llévenselos! No quiero que luego me acusen de secuestro.

Apenas todos se retiraron, Cherry le pidió a su hermana que se adelantara; ella haría unos ajustes a las pruebas de mañana. Bobby, que aún no se había ido, subió a la pequeña sala de la casa del árbol y se dirigió hacia Cherry.

—Lo que tengas que decir, dilo rápido. Mi papá dijo que me fuera temprano.

—Sigo creyendo que es mala idea integrar a Nacho. Chunsik se ve adorable y es muy amable, pero ¿Nacho? Cherry, ¿y si es un espía de Cucurucho?

—Bobby, no quiero empezar esta pelea ahora.

—Pero Cherry, escúchame. Puede que ese tipo esté vapuliando tu mente y no te des cuenta.

—Bobby, hiciste lo mismo con Chayanne, con Gegg, incluso con Pepito —respondió Cherry molesta—. Ya te lo dije, que sea hijo de Cucurucho no tiene nada de malo... bueno, tal vez un poco, pero es solo porque no tiene más amigos, aparte de Chunsik.

Hubo un silencio tenso entre los dos. Bobby, bajando la mirada, apretó los labios con frustración, mientras Cherry volvió a centrarse en lo suyo, claramente agotada de la misma discusión de siempre.

—Además —añadió ella más suavemente, mirándolo de reojo—, no siempre podemos juzgar a alguien por su familia, Bobby.

Sin más, Cherry se marchó. Tenía mucho en mente, tal vez —y solo tal vez— el de overol tenía razón. ¿Y si la influencia de Cucurucho realmente estaba afectando a Nacho? Pero, al mismo tiempo, era muy temprano para juzgarlo. Mientras caminaba por el bosque, sintió una presencia extraña, una sensación que le erizó la piel. Instintivamente, sacó su espada, y con la otra mano encendió una antorcha para iluminar su camino.

—Sea quien seas, ¡revelate! —dijo con firmeza, lista para cualquier amenaza.

Como si fuese una respuesta a sus palabras, una figura cayó desde uno de los árboles, con un fuerte golpe.

—¡Mierda! Juana, ¡no hagas eso! —exclamó Cherry al reconocerla, bajando la espada de inmediato.

—Perdón, perdón —dijo Juana, levantándose y sacudiéndose la tierra de la ropa—. Te venía siguiendo, pero cuando te vi sacar la espada me asusté.

𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 //QSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora