—Hora de la función —dijo Juana, con una sonrisa de emoción en su rostro
—¿Crees que esté bien irnos sin decirle a Cherry o a Tilín? —preguntó Pepito, mientras colocaba antorchas en el camino, iluminando su avance.
—Tranquilo, conozco esta cueva como la palma de mi mano. La vengo explorando con mi padre, así que básicamente no hay tantos monstruos —respondió Juana, avanzando con confianza, su espada firme en mano.
La formación era clara: Juana lideraba al frente, con Pepito y Chunsik justo detrás de ella, mientras que Dapper y Leonarda cerraban la marcha, vigilando los alrededores con cautela.La formación avanzaba en silencio, con el eco de sus pasos resonando en las paredes húmedas de la cueva.
—Pero aún así, sería muy peligroso —insistió Pepito, mirando nerviosamente a su alrededor.
—Tranquilo, estamos atentos a todo —respondió Leonarda, con una postura relajada, sus manos descansando en el mango de su espada, lista para actuar si fuera necesario.
De repente, un murciélago salió volando de un agujero en la pared, asustando al pobre Chunsik, que, aterrado, se aferró al brazo de Pepito. El chico de la camisa de rayas, nervioso, soltó una risita al ver la reacción de su compañero.
—No era para tanto —dijo, tratando de ocultar su propio sobresalto, pero con una sonrisa divertida.
Juana, al frente, giró la cabeza solo para ver la escena, y esbozó una pequeña sonrisa.
—Vamos, chicos, no nos quedemos atrás. —Les animó mientras seguía adelante.
El grupo continuó avanzando, pero el ambiente se volvió más denso, y la sensación de peligro se hacía cada vez más palpable.
—Bien amigos, además de aquí deben picar piedra. Si encuentran diamantes, mucho mejor, servirán para hacer más espadas —dijo Juana con firmeza, ajustándose sus lentes. Cada uno tomó su propio camino, separándose en diferentes direcciones.
Chunsik, quien ya sentía más apego por Pepito, decidió seguirlo.
—Entonces, Chunsik... —dijo el chico de rayas mientras golpeaba un bloque de piedra con su pico—, ¿alguien de la banda ya te gusta?
—¿Eh? ¿Qué clase de pregunta es esa? —respondió Chunsik, sorprendido por la repentina curiosidad de Pepito.
—Bueno, yo te puedo afirmar que me gusta Empanada —respondió Pepito con una sonrisa traviesa, mientras seguía picando, sin apartar la mirada del bloque.
Chunsik se quedó callado por un momento, procesando la confesión, y luego soltó una pequeña risa nerviosa.
—Vaya... no esperaba eso —murmuró, sintiéndose incómodo y divertido al mismo tiempo—. Pero, ¿ya se lo dijiste?
—Nah, todavía no... —respondió Pepito—. Estoy esperando el momento adecuado. Posiblemente me rechace, creo que le gusta Ramón.
—Entiendo... —murmuró Chunsik, algo pensativo.
—Pero, ¿cuál es tu chica ideal? —preguntó Pepito mientras seguía picando bloques.
—No lo sé, nunca me he sentido atraído por una chica —respondió Chunsik, mirando a su alrededor con cierta incomodidad.
—Entonces, ¿dirías que eres... emm, asexual? —preguntó Pepito, levantando una ceja, curioso.
—No, bueno... yo no sé —Chunsik parecía inseguro, rascándose la nuca—. Nunca lo he pensado tanto.
—Sabes, en nuestro grupo de amigos no discriminamos —dijo Pepito con naturalidad—. es Juana trans, Tilin es género fluido, Cherry es bisexual, Pomme creo que es lesbiana y... no sé qué onda con Gegg, pero creo que es gay.
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𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 //QSMP
Fanfic𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙌𝙎𝙈𝙋 𝙎𝙚𝙭𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 𝙠𝙞𝙙𝙣𝙖𝙥𝙥𝙞𝙣𝙜 𝙝𝙤𝙢𝙤𝙨𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡𝙞𝙩𝙮 𝙢𝙪𝙧𝙙𝙚𝙧𝙨 𝘿𝙧𝙪𝙜𝙨 𝙙𝙞𝙛𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙩 𝙖𝙜𝙚𝙨 𝙔 𝙤𝙩𝙧𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙢𝙚 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙖𝙣 𝙙𝙪𝙧𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙖�...