Sexo explícito y azotes
Diferencia de edad
Lo que puede comprar el dinero.Trabajaba para uno de los mejores empresarios de la isla, un inventor, alguien a quien admirar y desear.
Vegetta, tambien conocido como El Magogetta, es mi jefe, básicamente soy su mano derecha, su secretaria, su asistente.
Debo admitir lo, era tan guapo, tan sexy además no estaba casado con nadie.Eso ya era una ventaja para mi, no hay día en el que sueñe que yo y el nos casamos, disfrutamos de nuestro matrimonio de la mejor manera... Haciendo el amor.
Y para lograrlo no solo me vestía sensual sino también me preocupaba por él. Muchas veces el pobre se enfermo y yo me tuve que ocupar de sus diferentes empresas para que el no se esforzará y se recuperará.
Por parte de él solo se comportaba como de costumbre, con bromas y uno que otro coqueteó. Pero se mantenía a raya con eso, no daba indicios de que yo le gustará o le interesaría.
Por días estuve usando atuendos lo suficientemente seductores, pero solo desviaba la mirada o mantenía su mirada fija en mis ojos.
Podía rendirme y hasta ahí, pero no, deseaba a ese hombre cueste lo que cueste, y si eso significa ir literalmente en lencería eso haría.
Agradecía que el clima estaba frio, el gran abrigo cubria mi cuerpo semidesnudo que estaba listo y preparado para see devorado por semejante hombre.
Tenia un par de informes listo para entregarlos, toque la puerta, oí un "pase" de su parte y entre.
— Buenos dias señor– salude con una gran sonrisa
— Buenos dias señorita– contesto de vuelta aun manteniendo su mirada en una computadora
— Le traje su café favorito— lo coloque cerca del borde
Cuando mi jefe estaba a punto de tomarlo, por mantenerme si mirada en cierto dispositivo sin querer lo tiro.
— Mierda– gruño molesto y se alejo del escritorio
— Déjeme limpiar lo señor— como tenia fríamente calculado, saque un trapo de mi bolso y limpie el escritorio, me arrodille para limpiar el café del piso
— No debes hacerlo _____— murmuró el de orbes violetas
— Pero quiero hacerlo– conteste en un murmullo mientras una sonrisa pícara aparecía en mi rostro
Mi jefe mi miró com curiosidad, despues de limpiar el café, estaba a punto de levantarme pero aproveche que Vegetta tenia sus piernas ligeramente separadas para colocar mis manos en cada una de ellas.
Su mirada violeta me mostraba interés, hambrienta por saber cual seria mi siguiente movimiento, como un depredador acechando a su presa.
— Señor, ha estado muy ocupado últimamente, déjeme ayudarlo a liberar un poco de estrés – hablé con voz seductora mientras mis manos se deslizaban sobre la tela hasta la hebilla de su cinturón.
Atentó a mis movimientos, no se negó, se dejo llevar por este ambiente caluroso.
Quite el cinturón, desabroché su pantalón y pase mis manos por donde se encontraba su miembro, nuestras miradas mostraban lujuria y necesidad.Lo sabia por la dureza que se formaba por debajo de la tela de su delicado boxer, ese pedazo de carne pidiendo a gritos y palpitaciones querer salir de esa prision de tela.
Lentamente y con tortura baje la tela, dejando ver ese grandioso miembro, esa polla pidiendo atención inmediata. Iba ser mía por fin.
— Antes de que lo hagas– interrumpió soltando un jadeo
— ¿Si, mi señor? — dije interesada en sus palabras
— Te pagare más dinero por este placer que me darás– contestó con una voz mas ronca
— Lo que sea por este amigo– dije mientras le masturbaba lentamente
— Tambien te llamaré cada que te necesite–
— ¿Solo para esto? —
— Sin sentimientos de por medio—
Trague saliva, ¿Me estaba vendiendo?, lo deseaba sexualmente pero también queria enamorarlo, digo este hombre me gusta desde el primer dia que lo vi y lo deseé por su cuerpo pero también por los bellos sentimientos que puede dar.
Asentí sin pensarlo más.Y con aquella acción marqué mi propia sentencia de muerte. Su mano jalando de mi cabello para acercarme a su pene, sabia lo que quería y con gusto se lo daría.
Lamí la punta, luego el tronco y bese sus testículos, regresé a la punta y le di un par de lamida antes de introducir lo de lleno a mi boca.
Era un Vaivén de mero placer, los ojos se me ponían llorosos al intentar repetidas veces introducirlo mas allá de mi boca, arcadas se me formaban pero al menos tenia una imagen hermosa de mi Jefe.
Ese cabello negro desordenado, pequeñas gotas de sudor resbalando por su frente, su mirada violeta pérdida en placer, esa camisa blanca apretando su bello cuerpo, y esa corbata mal atada.
Era una jodida obra de arte para mi. Antes de que pudiera correrse en mi boca, me hizo levantarme, con desesperación me quito el abrigo dejando ver el bello conjunto de encaje de color morado oscuro con detalles blancos que sin duda hizo que su animal interior se manifestara.
En un movimiento quito las cosa escritorio para poder ponerme boca abajo y arrancar de una sola mi ropa interior.
— No sabes cuanto eh querido hacer esto jovencita— el primer azote resonó por toda la habitación sacándome un ligero gemido.
Trague saliva tratando de calmar mis nervios, recibí un segundo, un tercero y un cuarto azote de su parte para después quitar su cintura y con el poder atarme las muñecas y asi no moverme.
Sentí como golpeaba su miembro contra mis nalgas seguramente rojas por esas nalgadas que recibí. Lista para él, su mano llego a mi intimidad y dió unos masajes para asegurarse de no lastimarse aunque no debia hacer mucho ya que estaba muy húmeda.
Sin dudarlo, se abrio paso en mi apretado interior, podia sentir su calidez deslizarse dentro mío, me mordí el labio tratando de contener mis gemidos pero era imposible, su polla era tan grande que apenas termino de entrar yo ya pude haberme corrido.
— Todo este tiempo seduciendo me como una zorra— murmuró mientras soltaba una risita ronca con ese tono de burla
— Lo siento señor— solté un jadeo al sentir coml se movia lentamente— usted me calienta demasiado
— Dime algo que no sepa pequeña puta— dijo orgulloso mientras sus embestidas aumentaban rítmicamente
— ¡Ah! ¡Joder así!— juraría que mis ojos se ponían blancos con cada estocada que me daba
Su miembro llegaba a rincones donde ningún dildo podria llegar, cada embestida era una ola de placer que me hacia llegar hasta las nubes.
No se cuantas veces me corrí o cuantas veces lo hizo él, pero nadie en mi vida me había dado la satisfacción que mi Jefe me habia dado.•~•~•~•~•~•~•~•~
Parte dos?
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𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 //QSMP
Fanfiction𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙌𝙎𝙈𝙋 𝙎𝙚𝙭𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 𝙠𝙞𝙙𝙣𝙖𝙥𝙥𝙞𝙣𝙜 𝙝𝙤𝙢𝙤𝙨𝙚𝙭𝙪𝙖𝙡𝙞𝙩𝙮 𝙢𝙪𝙧𝙙𝙚𝙧𝙨 𝘿𝙧𝙪𝙜𝙨 𝙙𝙞𝙛𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙩 𝙖𝙜𝙚𝙨 𝙔 𝙤𝙩𝙧𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙢𝙚 𝙤𝙘𝙪𝙧𝙧𝙖𝙣 𝙙𝙪𝙧𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙖�...