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[Ashley]

Me desperté y ya estábamos en Alexandria, nos bajamos del camión y nos dirigimos a casa de Carl ya que Rick no estaba.

Así que mi padre quiso esperarlo en la casa jugando con Judith.

- Mira Ashley, ¿ya conocías a Judith?- pregunto con una sonrisa y lo ignoré.

- Ashley- grito mi tío desde lejos acercándose.

Uno de los hombres de mi papá lo golpeó y lo dejó en el suelo.

- Señor este hombre se quería acercar a su hija- dijo aquel hombre.

- ¡Carajo es mi tío!, ¡suéltenlo!- dije molesta.

Corrí hacia mi tío y me abrazo, le estaba sangrando un poco la nariz así que con mi ropa le quite la sangre.

- Imposible que sea tu tío Ashley- dijo mi padre.

- Soy Dante Adams y ella es Ashley Adams- respondió mi tío levantándose.

- Bueno ella solía tener ese apellido, ahora es Smith- aclaro mi padre.

- No le hagas caso tío, mejor ve a tu casa- pedí y el asintió.

Camine regreso a la casa y todos entramos.

- Le haremos la cena a Rick para cenar en familia- dijo con una sonrisa- ¿sabes hacer pasta?- le pregunto mi padre a Carl y el asintió.

- No sabemos si va a volver hoy- murmure.

- Aun así, lo esperaremos, así que ponte cómoda- sonrió mi papá.

Empezaron a cocinar mientras yo los miraba con Judith.

- Listo- dijo mi padre con una sonrisa- Ahora a esperar a Rick- dijo sentándose en la mesa.

Carl y yo nos sentamos mientras Olivia servía la comida.

- Bien me canse de esperar- dijo levantándose de la mesa.

- Iré a caminar- dije con una sonrisa fingida.

Sentía un pequeño dolor en el pecho, así que salí de la casa a tomar algo de aire.

- Eso de no comer fue muy estupido de mi parte- murmure para mi misma.

El dolor no paraba, así que solo me senté a ver las plantas.

Cuando el dolor se calmo me levante y camine por Alexandria, vi como mi padre estaba jugando villar con Spencer así que me acerqué a Carl.

- ¿que sucede?- pregunte y Carl no paraba de ver a mi padre.

- Spencer hablaba mal de mi padre- murmuro.

Vi como mi padre le abrió el estómago a Spencer, Spencer asustado tomó sus órganos que salían y calló de rodillas para al final morir y caer de pecho.

Vi como Rosita saco un arma e intento dispararle a mi padre, en cambio solo le dio a Lucille.

- ¡Mierda!¿¡que mierda!?- dijo exaltado- ¿trataste de matarme? ¡Le disparaste a Lucille!- dijo aún más enojado.

- Ella se interpuso- dijo Rosita en el suelo.

- ¿Es es esto?- dijo mi padre tomando una bala del suelo- ¿que es esto?¿una bala artesanal?- dijo examinando la bala- miren ese reborde, es casera, quizás seas estupida, pero demostraste tener un buen ingenio- murmuro calmándose- Arat, pon el cuchillo sobre su cara- ordeno.

Arat obedeció y colocó su cuchillo en el rostro de Rosita, para ser honesta Arat nunca me agradó, siempre trato de ser como aquella madrastra mala, me daba órdenes que claramente me negaba a hacer y se molestaba, pero el echo de ser la hija de su jefe al cual se arrodillaría cada mañana para no morir y seguir siendo una de sus mejores soldados le prohíbe tocarme tan solo un pelo.

Amor o familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora