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Ya habían curado mi pie, pero tenía que tomar reposo, así que estaba en la camilla del hospital revisando cómo había quedado mi pierna.

- Hola linda- escuche la voz de Carl y sonreí al verlo.

- Es bueno verte- dije con un brillo en mis ojos.

- ¿Te pasó algo grave?¿porque estás aquí?- pregunto preocupado.

- Estoy bien, solo me lastime en el pantano- expliqué mostrando mi pie- me corte y la herida estaba apunto de infectarse.

- Debes tener cuidado, un día de estos me matarás de un susto- se quejo- nunca tienes cuidado y siempre te lastimas.

- Al menos no arriesgo mi vida por desconocidos- me queje.

- Bien,no hay que discutir- camino y se acomodo a mi lado- Mejor descansa tu pie- dijo abrazándome- me alegro que estes bien, pudiste morir en ese pantano, así que a partir de ahora no te expondrás tanto- dijo besando mi frente.

- Pareces un esposo muy tóxico- me burle.

- Posiblemente lo seré- bromeó.

Habían pasado unos días, por orden de Daryl seguía en hilltop y no había hablado con mi padre, ahora estábamos en camino a otra pelea con mi padre.

No quería hacer esto pero iba solo por que Carl me lo había pedido.

Caminábamos por el bosque en busca de los salvadores, escuchamos los silbidos y mi padre nos habían puesto una trampa.

Empezó a insultar a Rick por el radio y avisó como Gabriel y Dwight morirían al igual que morirían ellos.

- Devuélveme a mi hija y haré esto menos doloroso para ti- ordeno- quiero que te entregues a la cuenta de tres- ordeno.

Empezó a contar y se hacían ver a lo lejos, eran demasiados y nos acabarían de inmediato, cuando terminó de contar todos dispararon y las balas lo lastimaron a ellos.

- Ahora- dio la señal Rick.

Rick me había prometido que no mataría a mi padre, que en cambio solo lo encerrarían o algo así, confiaba en el así que tome mi arma y empecé a atacar a los salvadores con los cuales no conocía o simplemente alguna vez trataron de dañarme.

Otra vez se escucharon un par de disparos haciendo que uno rosara mi pierna, no le di importancia y seguí.

- No corras Ashley, recuerda que sigues herida- recordó Michonne y asentí.

Cuando acorralamos a los susurradores Michonne les pidió que bajaran sus armas.

- ¿Ashley?- pregunto Laura en busca de aprobación.

- Laura baja el arma, por favor- pedí y obedeció.

- ¿Enserio nos harás esto?- pregunto uno de los hombres y suspire.

- Hago esto por el bien de todos así que obedézcanme- repetí.

- Eres una de nuestras líderes no puedes pedirnos que nos rindamos- insistió.

- Por eso pienso como lo que soy, veo por el bien de ambos grupos y así nadie más morirá, ahora obedezcan a Michonne- dije mirando a Michonne que me miraba con una sonrisa.

Todos se arrodillaron y bajaron sus armas haciéndome sentir bien.

- Nos rendimos, pero queremos que sigas siendo nuestra líder- dijo Laura.

- Esta bien, simplemente las cosas cambiarán- advertí- ¿dónde está Caleb?

- Tu padre lo trato como un hijo, está bien, está en el santuario sano y salvo- aseguró y asentí.

Amor o familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora