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A la mañana siguiente me aliste para ayudar a Rosita a dar clases, ella enseñaría a cómo pelear y yo les enseñaría a usar las armas de cuerpo a cuerpo, como hachas, machetes, etc.

- Buenos días Rosita- dije emocionada.

- Buenos días Ashley- respondió con una sonrisa.

- ¿Qué es lo que tanto mira Carl?- pregunte al verlo tan concentrado en la entrada.

- Llegó alguien nuevo y lo están revisando- respondió Tara.

- Ah, el tipo que encontró Daryl- murmure acercándome a la puerta.

- Hola niña, encontré los chocolates para ti y Carl- dijo Daryl Al verme.

- Muchas gracias- agradecí tratando de ver al otro tipo que estaba de espalda- eres el mejor Daryl- sonreí y vi como el tipo se dio la vuelta a mi dirección.

- ¿Ashley?- dijo el tipo, cuando lo vi bien supe que era mi tío- ¡Ashley!

- ¿Tío?- murmure asombrada.

Corrí hacia el emocionada, lo abrace y el correspondió el abrazo, ninguno de los dos quería separarse de aquel abrazo, sin darme cuenta algunas lágrimas corrían por mi mejilla, mientras una gran sonrisa se formaba en mi rostro.

- Te estuve buscando desde que inicio esto- murmuro limpiando mis lágrimas- ¿donde esta tu hermana y tu madre?- pregunto y solo negué con mi cabeza y el entendió- lo siento cariño.

- Yo también te eh buscado- murmure- mira ellos son mis amigos- dije levantándome- A Daryl ya lo conoces, el me dio mi sombrero- dije mostrando el sombrero que traía puesto- el es Rick y su hijo Carl.

- Carl es el pequeño enamorado de Ashley- dijo Daryl dejándome apenada a mi y a Carl.

- También tiene un sombrero- se rio mi tío.

Después de presentar a todos, Rick le dio una casa a mi tío.

- ¿Dónde duermes tu?- pregunto mi tío

- En casa de Rick- murmure- Aunque eso es sólo cuando los visito, realmente vengo de otra comunidad.

- Pero es peligroso que estes de comunidad en comunidad sola- dijo preocupado.

- Aprendí a cuidarme, se pelear y usar las armas perfectamente- sonreí- solo que ninguno de aquí debe toparse con la otra comunidad ya que los salvadores son malos.

- Entonces debes dejar ese lugar- dijo preocupado y negué rápidamente.

- La gente de ahí me cuido todo este tiempo, es mi familia, fui adoptada por el líder, le tome mucho cariño como para alejarme- respondí apresurada.

- Espera, ¿quien te adoptó?- pregunto confundido.

- Te contare todo pero debes guardar el secreto- pedí y el asintió- Me adoptó un buen hombre, junto a su esposa, la esposa murió y quedamos solos, así que iniciamos en busca de un lugar para quedarnos, pero preferimos hacer nuestra propia comunidad llamada el santuario, nos hacemos llamar los salvadores- dije con una risa- se supone que nos llamamos así porque salvamos a la gente.

- Eso es bueno pequeña- dijo con una sonrisa y negué.

- Después de eso mi padre tuvo la idea de sobrevivir quitándole todo a otras comunidades- murmure jugando con mis dedos- Vamos de comunidad en comunidad quitándome más de la mitad de sus provisiones, si alguien se niega debe morir- expliqué.

- Ya se quienes son- me interrumpió- me topé con algunos de ellos, intentaron matarme pero solo me quitaron mis armas.

- Lo siento, esa es la razón por la que evito que se encuentren con Alexandria- expliqué- eh matado personas inocentes, pero gracias a eso el santuario está lleno de comida y armas.

- Lo qué haces está mal Ashley- regaño- debes alejarte de él.

- Es mi papá, el me cuido y me enseñó a sobrevivir, así que no puedo hacer nada- murmure- iré por mis cosas para venirme a dormir contigo- avisé.

Salí de la casa y me dirigí donde estaba Carl.

- me iré a casa de mi tío- avisé- así que vengo por mis cosas.

- Okey te ayudaré, mejor ve a las clases que acordaste- me respondió y asentí.

Fui con Rosita a iniciar las clases, sería fácil y sencillo, Rosita ya había dado antes estas clases así que sería fácil para mi.

Al terminar fui a casa con mi tío, subí las escaleras ya que no estaba en el piso de abajo, camine por los pasillos y por fin lo encontré, estaba en la que ahora sería mi habitación, en sus manos tenía los discos que Sharon me había dado.

- Hola tío- dije llamando su atención- veo que te gustaron mis discos.

- Aun te gusta su música- murmuro con una sonrisa.

- Claro, siempre fui muy fan de su música y lo sabes- sonreí caminando hacia el- Una amiga consiguió los discos por mi.

- Aun recuerdo cuando escuchábamos su música juntos- me miro con una sonrisa- cuando tú madre me regañaba por enseñarte a tocar la guitarra.

- Lo se, le molestaba demasiado- recordé.

- Aun así, Slash estaría orgulloso de que una pequeña como tu se aprendiera sus solos- me abrazo.

- Slash siempre fue mi favorito- solté una pequeña risa- Mi mayor sueño era tocar como el.

- Slash sería fan tuyo si hicieras música- murmuro.

- Claro que no, ni siquiera hubiera sabido de mi existencia- me agüite.

- Claro que si, tienes talento a él le encantaría tu música- me animo.

- Pero ya es muy tarde- recordé el apocalipsis.

- Bajemos a cenar- ordeno y lo seguí.

Amor o familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora