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Por algunos problemas ya tenía más del mes sin ir a Alexandria, tenía unos problemas con varias comunidades, habían intentado venir pelear, pero no les salía como planeaban, como siempre ganábamos.

- Buenas tardes Smith- murmuro uno de los soldados de mi padre.

- Buenos días Morales- dije con una sonrisa- ¿tu herida va bien?- dije refiriéndome a su abdomen que tenía una herida de bala.

- Si está bien- respondió.

- Igual necesitas cambiar de vendaje- dije guiándolo a la enfermería- Yo lo haré.

- Últimamente eres irreconocible- murmuro y lo mire intrigado- Si, eres más amable con tu gente, de alguna manera te adaptaste a la manera de supervivencia de tu padre y sobre todo te vez más feliz- explico.

Más feliz?

"Como no ser feliz si todos los días hablo con Carl por la radio" fue lo único que pensaba.

- Ah, si bueno, tal vez no todo es una basura- sonreí.

Entramos a la enfermería y Morales se sentó mientras yo buscaba vendas.

- ¿De donde vienes?- pregunte intrigada.

- Antes de venir aquí, venía de Atlanta- murmuro.

- De Atlanta, escuché de ese lugar, pero nunca supe si era seguro- dije con una mueca.

- No, no había nada seguro ahí, tenía un grupo, y me separé de ellos por el bien de mi familia- murmuro mirando el suelo.

- Pero llegaste so...- murmure pero me calle al entender- lo siento, pero ahora esperaras por un bebé- murmure.

- Lo se, fue un nuevo comienzo cuando llegue- sonrió.

- Todos tuvimos un nuevo comienzo- murmure cambiando el vendaje- listo, ya puedes bajar tu camisa- dije con una sonrisa.

- Gracias- murmuro- tengo que ir a ayudar a unas cosas de tu padre- avisó y asentí.

Me quede en la enfermería algo cansada por haberme desvelado mientras leía.

- Asta que te encuentro- murmuro aquel chico que no paraba de insistirme, por cierto su nombre era Alex.

- ¡Ahora que quieres!- me queje molesta- déjame un segundo sola- pedí.

- Es que me caí y me lastime el pie- dijo acercándose a mi.

- No me interesa- murmure levantándome.

- Me duele, por favor ayúdame- insistió.

- Ash, Alex debes tener más cuidado- me queje algo molesta- eres muy torpe- lo regañe.

El se sentó y yo me acerqué a él molesta.

- Dime que te duele- murmure y el apunto su tobillo- Alexis...- murmure frustrada y el me miro con una sonrisa-¡No tienes nada!- grite enojada- estás bien por que mierda me molestas así- me queje golpeando su brazo.

- Lo siento- dijo abrazándome.

- Suéltame carajo- me enoje.

- Vallamos a comer- pidió y negué- Por favor- insistió.

- ¡que no!- grite saliendo de la enfermería.

Camine por los pasillos frustrada y entre a la habitación, Carl no me contestaba desde la mañana, así que antes de que oscureciera tome mis cosas y salí por un auto.

- ya es muy tarde- murmure- llegare cuando esté todo oscurecido- me queje.

- A donde vas reina- dijo Alex asustándome.

Amor o familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora