Rechazado por la mujer de la que estaba enamorado y comprometido a casarse, no había más vergüenza para su engreído corazón, pero de las cenizas trágicas un nuevo amor evito que se hundiera en el fango del desamor.
Cuatro meses ya de luna de miel en las montañas Zixuan ayudaba a su esposo a tomar un baño reconstructivo, relajante y cálido, pues llevaban más de una semana de coger como conejos, habían descubierto que en realidad el sexo con ganas, con amor y mucha expectativa era realmente placentero, más para un novato como Wei Ying.
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Su esposo lo trató tan tiernamemte, tan apasionadamente y en ocasiones tan enloquecidamente, que no le dejo tiempo para reflexionar en algunos complejos y traumas que había coleccionado al ser mienbro de una loca familia llena de gente dañada.
Aun no habían comunicado a sus familiares que Wei Ying había quedado en cinta desde la primera noche de amorosa entrega, justo ahora, estaba vueltos locos en el consultorio del médico que llevaba su revisión natal, pues les daban las buenas nuevas su bebé era un barón con peso, talla y condiciones de salud perfectas para los cuatro meses que tenía de concepción.
Los que también estaban culecos eran los Xilawa, jajajaja así bauticé por fin a la pareja trío, pues Yibo cumplía 6 meses de embarazo, sus gemelos eran niños, unos muy esperados varoncitos, Quirent lloraba de alegría en brazos de su consuegra la señora Wang Xiaoyi.
El doncel era todo un manojo de antojos, en algunas veces le gustaba que sus hombres lo tuvieran como el relleno de un sandwich, otras solo quería que Wangji le hiera piojito mientras Zhan estaba castigado fuera del cuarto, pues su aura fuerte le hacía llorar nada más de verlo.
Guangsan estaba feliz, Wen Ning triunfaba con su campaña de ayuda para niños de la calle, los centros infantiles que el auspiciaba eran los que tenían la taza más alta de adopción del país, incluso el señor Lan Quirent había adoptado a dos niños que ahora habían pasado de ser huérfanos sin padres a ser los niños Lan más jóvenes de la familia.
Por otro lado, Yanli decidió trasladarse a un centro de ayuda para mujeres que sufrieron abuso sexual por algún familiar, con su motivación al cien, su paciencia y el saber en carne propia el sentimiento de horror que conlleva el pasar por un trauma de esa magnitud era de gran ayuda para los médicos, psicólogos y enfermeros a encaminar a esas personas en una vida más sana lejos de sus horribles recuerdos traumaticos.
Cheng la pasaba bien, seguía como un pollito a su cuñado, aprendiendo de todo, artes marciales, primeros auxilios, uso de armas de fuego, estrategias de infiltración y de ves en cuando tácticas sexuales de seducción, por qué si, Meg Ziyi había exigido a su futuro esposo ser también competente en los asuntos amatorios.
Como bien lo había dicho era una cuestión de vida o muerte el sobrevivir en ese mundo al cual ahora pertenecía pero también tenía que ser un buen hombre para esa mujer, puesto que a pesar de tener los 27 años cumplidos jamás nadie había sido capaz de entrar en ese duro corazón.
De regreso en las monstñas nevadas de Suiza Wei Ying llevaba a su esposo abrazado a su escasa cintura, su vientre era tan grande como si tuviera trillizos, los doctores decían que no era nada fuera de lo normal, pues su bebé estaba sano y en perfectas condiciones solo que sería un parto muy húmedo por el abundante líquido amniótico, lo cual no era nada de que preocuparse.
De regreso en su hogar temporal hablaron sobre la posibilidad de volver a Beijing, querían informar a sus familiares la buena noticia y también querían ayudar a Xuanyu con los preparativos de su boda, pues también se casaba con el Solteron empedernido Wen Xu.
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