nueva alumna

1¡Buenos días!!!

¡Buenos días!!! - Llegué a la habitación del profesor llevando mi bolso y maletín,
inmediatamente tomé un café y me senté a la mesa con las chicas. Aunque vivíamos
juntos, siempre venían a la escuela primero en la temporada de pruebas para acelerar los
Xerox.
- Buenos días Annie! - Dul bostezado. - Creo que necesito unas vacaciones..
- Siempre necesitas unas vacaciones. - Mai puso los ojos en blanco. 
- Estoy de acuerdo con Mai! - Comenté reír.
Dul era una maestra de escuela primaria de 2o grado, una hermosa pelirroja, con cabello
largo y ojos oscuros, que llamaba la atención donde quiera que fuera. Mai era una maestra
de inglés de la escuela primaria, tenía cabello negro, corto, ojos misteriosos y un cuerpo de
envidia en cualquiera. Mis grandes amigos. Si eso existiera, debería ser llamado el patito
feo de nuestra amistad. Siempre tuve características muy hermosas, pero era muy tímido y,
por lo tanto, descuidado. Tenía el pelo largo y rubio, un poco mal cuidado y mis grandes
ojos verdes estaban escondidos detrás de gafas de grado redondo. Mi cuerpo tampoco era
para tirar, pero siempre llevaba ropa suelta, que no mostraba mis curvas. 
Nos graduamos de la universidad juntos y poco después entramos en Elite Way School, una
escuela muy reconocida en México, como maestros.
- Annie... Vamos al centro comercial esta noche. - Mai dijo, Yo ya sabía hasta que iba a venir
después de eso, me puse los ojos en blanco.
- No Mai... No quiero cambiar mi estilo... No quiero cambiar mi camino... ¡Soy genial así!!
- Pero Annie!!! - Dul se quejó.
ese soy yo! - Dije un poco valiente. No podía soportar estas ideas de mis amigos.
Annie, eres tan hermosa... No tienes idea de lo hermosa que es... Si te cuidaste un poco
mejor... ¡Ella sería la chica más sexy de todos nosotros! 
- Stop it! - se ríe de este comentario de Mai. - Parece... Ustedes dos son hermosos... Soy el
patito feo, ¿lo olvidaste?
- Solo porque quieres! - Dul puso los ojos en blanco.
TRIMMMMMMMMM
¡ - Sonido de señal!! ¡Basta de chat!!! ¡Es hora de trabajar!!!
- Todavía terminaremos esta conversación vio a Dona Anahi! - agregó Mai. Volví a poner los
ojos en blanco recogiendo mis cosas.
Nos levantamos rápido y bajamos por el pasillo. Nos despedimos, fuimos al área de
educación infantil, mientras que Mai y Dul fueron a la escuela primaria.
- Anahi! - una voz me llamó.
- Oh, hola Alice! - Alice era la asistente de coordinación, un poco perdida y desordenada,
pero un amor por la persona.
- Lo siento... Debería haberte entregado eso ayer, ¡pero lo olvidé! Vas a tener un nuevo
estudiante! - dijo dándome un papel.
¿Hola? Nuevo estudiante... ¿El miércoles de Junio? ¿Solo queda un mes para las
vacaciones? ¡Tiene familias muy locas en el mundo incluso vieron!
- Ok! - Mantuve mis pensamientos para mí. - Sara Herrera? - Le pedí leer su nombre.
Alice dijo chasqueando sus labios.El padre dijo que es muy tímida.. Presenta problemas de
relación...
Enrollé los ojos. ¡Eso era obvio! ¿Qué padre en buena conciencia cambia a un niño de la
escuela así a mediados del semestre? Por supuesto que es tímida e insegura...
- Muy bien! - sonrisas. - ¿Comenzará ella hoy?
¡sí! Está en coordinación esperándote... ¡Vamos conmigo!

Fuimos a la coordinación y había una niña sentada allí. Pequeña para su edad, cabello
castaño claro, casi rubio, largo y ondulado, atado por un arreglo floral azul, que la dejó con
una cara aún más angelical. Mantuvo la cabeza baja y sacudió los pies distraídos.
- Hola! - Dije con voz suave.
Ella me miró. Sus pequeños ojos eran marrones y pequeños, tenían lágrimas y expresaban
dolor, ¿cómo era posible que una niña tan pequeña expresara tanto dolor solo con la
mirada? Ella no me respondió, bajó la cabeza otra vez.
- Debes ser Sara, ¿verdad? - Lo intenté de nuevo. La verdad es que he tenido estudiantes
tímidos e inseguros, pero nunca había visto ojos como esos.
Ella no me respondió, solo seguía balanceando sus pequeñas piernas.
mi nombre es Anahi... Y yo seré tu maestro... Pero puedes llamarme tía Annie, así me
llaman todos..
Ella me miró de nuevo, sin responder.
qué opinas de que entremos en la habitación?Me acerqué a ella. Sara se puso de pie,
ignorando mi mano y se colocó a mi lado. - No hay problemas. - sonrió cariñosamente, esa
chica necesitaba afecto, dijo, pero forzar algo podría ser aún peor para ella. - Cuando te
sientas cómodo, puedes hablar conmigo, ¿de acuerdo?
Sara sacudió la cabeza. Celebré internamente.
Fuimos a la sala de estar uno al lado del otro. Sara sostuvo su mochila con sus pequeñas
manos y miró al suelo.
- Nuestra habitación es esta Sara.. - dijo parando delante de la puerta, bajando para ser de
su altura. - ¿Estás listo?
Sara sacudió la cabeza de nuevo, sin mirarme.
- Buenos días jardín!!!! - Annie entró en la habitación.
¡buenos días tía Annie!!! - Todos respondieron con entusiasmo.
tengo una sorpresa para ti! - Miré la puerta y Sara todavía estaba parada afuera, esta vez,
mirándome. La llamé con un dedo. - ¡Ven aquí!
Sara entró en la habitación con la cabeza baja.
Chicos, esa es Sara.. ¡Ella es nuestra nueva pequeña amiga! ¿La damos la bienvenida?
- Bienvenido Sara! - todos dijeron al unísono.
sara es una niña muy hermosa y linda.. Pero no le gusta hablar mucho, así que no se
moleste si no quiere hablar bien? Y tampoco la presiones, ¡hagámosla sentir libre!
Todos estuvieron de acuerdo con su cabeza. Sara me miró y me dio una sonrisa, muy
tímida. Pensé que era hermoso de su parte.
sara, puedes sentarte aquí... Muy cerca de mí ok? - sonrisas mostrando su mesa, que
estaba justo en frente de la mía. - Y, ya sabes... Te ves aún más hermosa cuando sonríes! -
dijo suavemente cerca de su oreja, que me dio otra sonrisa con las mejillas rojas.
La sonreí parpadeando y caminé hacia el frente de la habitación.
- Comencemos nuestra pequeña llamada? - Pregunté y toda la habitación gritó.
La clase siguió normalmente, Sara aún no había hablado con nadie, ni siquiera conmigo.
Llegó el momento de la merienda y la vi agarrar su lonchera y sentarme en la silla.
- Princesa.. ¡Comamos en el patio!
Ella sacudió la cabeza negándolo.
¿No quieres quedarte allí con tus amigos?
Ella sacudió la cabeza otra vez negándolo.
- Muy bien... Entonces, ¿puedo quedarme aquí contigo?
Sara me miró, asustada. No respondió, acaba de abrir su refrigerio de nuevo. Sonr