30

64 6 0
                                    

Agradecido.. - sonríe. - Pero doctor, ¿cómo está mi bebé?
Él sonrió.
- Fue realmente un milagro.. ¡Este bebé quiere vivir!
Sonreí con todos mis dientes y miré a Poncho, que también sonrió Me abrazó fuerte y dejó
que mis lágrimas de emoción mojaran su camisa.
- Tuviste un principio de aborto, así que se produjo sangrado.. ¡Pero el bebé se negó a ser
abortado! ¡Es un feto muy fuerte ya para la época! felicidades, ¡tu bebé será un guerrero!
- ¡Muchas gracias Doctor! ¡no podría darme mejores noticias!
Creo que te gustará incluso más de lo que te mostraré Vamos, vamos a la sala de
ultrasonidos.
Poncho pronto corrió a buscar la silla de ruedas y me llevó a sentarme en ella Con mucho
cuidado y cariño, poco después me estaba empujando a la habitación detrás del médico.
Entramos y nos acostamos en la camilla, el médico me pidió que levantara mi blusa y me
pusiera ese helado.
Poco después apareció una imagen borrosa en la pantalla.
- Mira quién está aquí... ¡Éste es tu bebé! 7 semanas de vida!
Miré con entusiasmo ese desenfoque en la pantalla, no pude ver casi nada, ni entender lo
que era cada cosa, pero lo importante es que era mi bebé el que estaba allí, ¡hermoso,
seguro, saludable y muy fuerte!
Miré a Poncho y ya brotaban lágrimas de sus ojos, le toqué la cara y le toqué la mano,
entrelazando los dedos.
- Ahora. Tu sorpresa...
Hizo sonar un botón, giró y un poco de ruido resonó en la habitación. 
Tum-tum.. Tum-tum.. Tum-tum...
Fue muy rápido y no entendí.
¿qué sería eso? - pregunté sin entender.
- Jurar que no lo sabes? - sonrió y negué - Este ruido es el latido del corazón del bebé...
Mis ojos se llenaron una vez más de lágrimas.
- ¡Es tu corazoncito! - sonrió emocionado y vio que Poncho también lloraba. - ¡Qué fuerte es
nuestro bebé!!
- Dios mío... ¡Es su corazón! - Poncho me besó la mano. - Nuestro bebé, mi amor!
- ¡Felicidades! - sonrió el doctor.
¿Puedes averiguar el médico sexual? - preguntó Poncho.
- Desafortunadamente no. Tenemos algunos exámenes nuevos que se pueden hacer a
partir de las 8 semanas, pero son caros y sin necesidad Pero si quieres puedes reservar...
No creo que sea necesario. La espera de un resfriado en el vientre delicioso. - sonríe con
los ojos cerrados. - Quiero saberlo incluso mediante ultrasonido, para poder ver a mi bebé...
- Entonces a partir de las 13 semanas, dependiendo de la posición en la que se encuentre el
bebé...
- ¡Esperaremos entonces! - Sonrió Poncho y le estreché la mano.
- Ahora volvamos a la sala porque quiero dar algo de orientación y cuidado para evitar que
situaciones como esta vuelvan a ocurrir..
Poncho me llevó de nuevo en la silla de ruedas y me ayudó a acostarme en la cama, el
doctor entonces entró en la habitación y comenzó a pasar algunos cuidados Pero había
algo que me preocupaba y necesitaba preguntar.
- ¿Alguna duda?
doctor, ¿está en riesgo mi embarazo? - pregunté con aprensión.
- Yo no diría riesgo, hay casos que las mujeres deben tumbarse durante todo el periodo de
gestación o arriesgarse a perder al bebé Y este es un embarazo de riesgo El tuyo no es un
caso grave, sino que debe evitar al máximo las molestias, cuidar tu dieta de forma regulada,

practicar ejercicios físicos, hacer ejercicio, El pilates para mujeres embarazadas es
excelente en estos casos y no aumenta de peso en absoluto...
Poncho me empujó.
- ¿Oíste? - Me puse los ojos en blanco - A Sara la atrapo de ahora en adelante..
- ¿Tiene otra hija? - el médico parecía confundido - Pensé que era su primer embarazo
Anahi..
¡De mi primer matrimonio, pero Annie es la verdadera madre de Sara - me sonrió y bajé los
ojos, sonriendo también - Ella tiene 5 años y Annie insiste en llevarla en su regazo, a pesar
de que digo que no!
- Es Anahi, le aconsejo que a partir de ahora evite al máximo llevarla en la vuelta...
pero mi princesa sentirá si hago esto Ella estará triste, Sara es muy sensible.
- Deberías explicarle lo que te pasó a ti y al bebé... 
Suspiré, encogiéndome de hombros, y Poncho me estrechó la mano.
- También le aconsejo que haga un seguimiento con un obstetra cada semana, ya que es
necesario controlar su salud y la del bebé.
¡sí, Doctor! haremos todo esto!
-/-
- ¡MAMÁ!!!! - gritó Sara nada más entrar a la casa Poncho me sostuvo del brazo y me ayudó
a sentarme en una silla grande y acolchada.
- ¡Hola princesa! - dijo tocándole la cara.
- ¿Cómo estás?? ¿Qué pasó? ¿por qué salía sangre de ti? no morirás bien? y el bebé????
Sara habló tan rápido que tuve que intentar poner las ideas en su lugar, la sujeté por los
hombros y miré con ternura.
- ¡Tranquilo! - susurró sonriendo. - ¡Está bien!
Ella relajó sus hombros y vi que podía seguir adelante.
- Mamá tenía un pequeño problema que se llama principio del aborto, casi pierdo al bebé.. -
mis ojos se llenaron de lágrimas y vi que Sara también. - ¡Pero gracias a Dios el bebé es
muy fuerte! y está muy bien, ¡mi amor! yo y tu papá escucharon que incluso su pequeño
corazón de hoy lo sabía?
- ¿Es grave que puedas hacer esto??? también quiero escuchar a mamá!! - se acercó y pegó
su oreja a mi vientre, mientras yo me reía. - No escucho nada.. - ella se alejó con dudas.
- Escuchamos por un dispositivo princesa.. La próxima vez que vayas a ver cómo está el
bebé, te llevo y escuchas, ¿vale?
- ¿Puedo realmente??? - ella sonrió abiertamente.
- ¡Claro que princesa!
Ella sonrió y dejé salir un suspiro, Sara ya hablaba en serio otra vez.
- Todavía te ves triste.. - ella me tocó la cara. - ¿Qué pasó?
Tengo que tener cierto cuidado de que esto no vuelva a suceder...
¿Cómo qué? - ella levantó sus manitas en cuestión.
Suspiré y cerré los ojos.
ya no puedo sostenerte en mi regazo...
Abrí los ojos y vi que Sara todavía me miraba fijamente con los ojitos de la pregunta.
hasta que nació el bebé.
Ella suspiró.
- ¿Y estabas preocupado por eso? - pon tus manos en tu cintura. - Por favor, no mamá... ¡Ya
soy una niña!
Ensanché mis ojos hacia ella.
claro que me gusta que me lleves en tu regazo - sonrió. - Pero entiendo que esto es lo mejor
para mi hermano pequeño o hermana pequeña.
La abracé y dejé fluir las lágrimas.
- Eres perfecta Sara.. ¡Te quiero mucho hija mía!
- ¡Yo también te amo mami!! pero ahora ven. - ella tomó mi mano y me tiró lentamente,
abrazándome por las piernas.
- ¿A dónde vamos?
- ¡Acostad a Ue! - ella puso los ojos en blanco - ¡Necesitas descansar, y yo cuidaré de ti!
Miré a Poncho, quien sonrió cómplice e indicó con su cabeza que voy junto con Sara.
Subimos las escaleras y Sara me hizo acostarme en la cama, tiró de la sábana que me
cubría y se sentó con piernas indias a mi lado en la cama.
¿me duele? - preguntó tocándome el pelo.
tomé medicamentos en el hospital para la enfermedad, así que no me duele. Pero este
medicamento del sueño suspiró sintiendo su afecto.
Entonces duerme mami. - ella besó mi mejilla y continuó el afecto en mi cabello.
Segundos después cae en un sueño profundo.

nueva alumna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora