nueva alumna

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oncho condujo rápidamente hasta mi edificio, siempre lanzándome una mirada de
cola de ojo, pero me quedé callado y concentrado, mirando sólo hacia adelante.
Sara tampoco dijo nada, solo comentó estar todavía somnolienta y yo sonreí diciendo que
la pondría a dormir un poco más en cuanto llegáramos a casa.
Poncho estacionó frente al edificio y subimos aún en silencio.
Me dolió el corazón, sabía que el momento de nuestra conversación se acercaba, y me
dolió, sentí dolor físico por ello.
No me sorprendió cuando entramos al apartamento y nos dimos cuenta de que Dul y Mai
no, ya que Ucker y Chris se habían mudado aquí, los dos no se detuvieron en casa.
- Dormiré un papito.. - dijo Sara rascándose los ojos. - Aún estarás aquí cuando me
despierte, ¿no?
- ¡Seré sí princesa! - Le dije parpadeando, que bostezó.
- ¿Y tú, papá?
No conozco hija.. Pero si no tengo más, vendré más tarde a comer una pizza, ¿qué crees?
- ¡Papá Perfecto! - sonrió y se arrojó sobre su cuello, quien se abrazó para tomarla en su
regazo. - ¡Te amo!
- ¡Yo también te quiero! - susurró acariciándote el pelo.
Sara corrió a la habitación y me llamó con su dedo meñique. Sonreí encantada y seguí
detrás de mi pequeño.
Yací frente a ella en la cama, que aterrizó su mano, sin siquiera darme cuenta, en mi vientre.
Ahora sé lo que es tener una madre de verdad, como siempre me decían mis amigos de la
escuela... Gracias por ser mi madre!
Le toqué la cara con cariño, dejando correr una lágrima por la comisura de mi ojo Sara la
limpió con el pulgar.
¿por qué lloras?
- Sólo estoy emocionada hija.. - dijo tocándote la cara con afecto. - ¡Gracias por dejarme ser
tu madre! gracias por ser la hija perfecta! 
- Yo también te quiero.. ¡¡Muy!!
Sara se acurrucó en mi brazo y cerró los ojos.
¿prometes que estarás aquí cuando me despierte? 
- ¡Siempre estaré contigo! - La besé en la punta de mi nariz y comencé a cantar la canción
que amaba dormir.
Sara suspiró profundamente y besó su frente.

¡Buenos sueños hija! 
Me alejé de ella con cuidado y entré a la sala de estar, encontrando a Poncho sentado en el
sofá con su teléfono celular en la mano.
Me senté a su lado y respiré hondo.
- Vamos a mi casa hoy... ¡Nosotros tres! - advirtió.
- ¿Qué?
- Sí. Quiero que estés cerca de mí, especialmente ahora que estás embarazada...
- ¡Ey! nada ha cambiado, Poncho! puede que esté embarazada pero eso no cambia el hecho
de que me traicionaste...
No digas que Annie me tomó de las manos. Necesitamos hablar de ello.
- No lo quiero ahora Pero de todos modos... Tu esposa no está en tu casa? ¿cómo vamos
allá?
- ¡Mi mujer eres tú! - me llevó los labios en una silla de montar Atributos incluso sin querer,
Poncho realmente tenía control sobre mis deseos. - Y ya envié ayer a esa serpiente María
Fernanda a Monterrey..
- Mmm.. - Respondí. - Pero Poncho, todo sigue igual.. Me traicionaste.. ¿Entiendes?
- Sé que fue un gran error Annie.. ¡Pero perdóname.. María Fernanda armada contra ambos!
recuerda que me dijiste que ella te amenazó! 
- ¿Armou? - pregunté sin entender.
- Sí. Logí sacarle la verdad.. Había olvidado mi celular en casa cuando fui a buscar más
ropa para Sara y ella te envió ese horrible mensaje.. Y el mismo día dejó una nota en la
entrada del hotel, firmada por ti, diciendo que te estaba esperando con los ojos vendados y
con la puerta abierta que tenía una sorpresa para mí.. ¡Estaba todo emocionado, por
supuesto! y esperé... María Fernanda ya llegó besándome y poco después entraste..
- ¿Es esto realmente grave? - pregunté con miedo.
- ¡Por supuesto! ella está muy sucia...Utiliza los peores trucos... Y trató de destruir mi vida
otra vez...
- Ai Poncho... No sé qué pensar.. Ni qué hacer. - Suspiré. - Después de todo, eso no cambia
el hecho de que no reconocieras mi beso...
- Annie. - me sostuvo la cara, donde ya fluía una delgada lágrima. - No tuve tiempo, en
cuanto pude sentir el beso, escuché su llanto y me separé de ella..
- No conozco a Poncho.. - Saqué tus manos de mi cara suavemente. - Necesito pensar,
necesito algo de tiempo.. Por favor... ¡Entiéndeme.. ¡Estaba muy herido!
Te entiendo, Annie, pero por favor déjame cuidarte en este embarazo... 
no conozco a Poncho...
- Por favor Annie.. Juro que te doy tiempo para perdonarme. ¿pero déjame cuidar de ti y de
nuestro bebé de cerca? 
Estaba mudo, mi cabeza era mil.
- ¡Por favor Annie.. ¡Para nuestro bebé! ya sabes, María Fernanda mostró lo que realmente
era cuando empezó a vivir conmigo durante el embarazo de Sara. Y no podía cuidar y seguir
de cerca el embarazo... Ves cómo estoy con Sara y siempre quise tener otro hijo para
acompañar el embarazo.. Es algo tan mágico.. Pero María Fernanda no me dejó acercarme
a ella.. Y con el tiempo, ni siquiera yo quería más... Pero realmente quiero a Annie..
Realmente quiero cuidar de ti y de nuestro bebé!
reflexioné un rato, claro que quería estar cerca de él, quería que él me cuidara a mí y a
nuestro bebé, quería sentir su cariño, amor y cuidado Cerré los ojos con fuerza, ya con mi
decisión tomada.

¡En habitaciones separadas! - Suspiré todavía con los ojos cerrados. - Y nada gracioso... -
Abrí los ojos y lo miré fijamente.
Poncho sonrió con todos sus dientes, me abrazó hasta la cintura, levantándome del suelo.
- ¡Te lo prometo! - dijo poniéndome otra vez en el suelo Entonces bajado, recogiendo mi
barriga - ¡Oye papi bebé, oíste eso? mami me dejó cuidar de ti! ¡quedará conmigo ahora!
Ella me besó tiernamente en el vientre y me abrazó, le acaricié el pelo y dejé fluir algunas
lágrimas, me conmovió de una manera increíble.
¿Cuándo se lo vamos a decir a Sara? - preguntó levantándose y mirándome fijamente.
No lo sé, tengo miedo de su reacción...
- Creo que debería ser lo antes posible Sara es muy inteligente, terminará escuchando
nuestras conversaciones, o viendo crecer al bebé y pronto lo entenderá...
Suspiré, tuve que dar mi brazo para torcerlo.
- Tienes razón...
Juntos, ¿vale? - me tendió la mano Rodé los ojos y le tomé la mano.
- ¡Juntos! - Suspiré y él sonrió.
Poncho entonces se fue a trabajar, incluso intentó darme un beso pero vine al mismo
tiempo, lo que le hizo disculparse.
Me arrojé al sofá y pasé mis manos por encima de mi vientre.
- Oye... ¿Estás ahí? - Pregunté. - Es extraño hablar así con barriga, ¿verdad? Pero sé que
estás aquí.. Entonces no es tan extraño... ¡Quizás!
Me reí sola.
pero no importa Estoy disfrutando hablando contigo Es extraño que tenga un bebé en el
vientre Dejé salir una risa por la nariz...
Jugué lentamente sólo con las yemas de mis dedos.
No me presenté... Bueno, soy tu madre... Anahi... El nombre de tu padre es Alfonso, y es un
hombre increíble.. Y tienes una hermana pequeña, ¿lo sabías? Sara! mi princesa, ella
cuidará muy bien de ti y le encantará ser hermana mayor.. ¿Sólo sé amable o agradable, ok?
Escuché el ruido de la puerta que se estaba abriendo y pronto Dul y Mai miraron a su
alrededor luciendo confundidos.
- ¿Hablando con Annie sola? - preguntó Mai.
- No exactamente.. - Me mordí el labio.
- Eso significa...?
- Sí chicas... Positivo... ¡Espero un bebé!