Tan pronto como llegué a casa, le conté a Dul y Mai lo que había sucedido y lo
asustado que estaba al día siguiente. Me calmaron, me dijeron que estaría bien, y que solo
había dicho la verdad para lo mejor de la chica. Aún... No he dormido en toda la noche.
Tenía mucho miedo de que el padre de Sara se quejara en la escuela de todo lo que le había
dicho. Temblé ante la idea de que el director me llamara al día siguiente y me preguntara
qué tenía en la cabeza decirle todo eso.
Resulta que no podía dejar a Sara de esa manera, era una chica increíble y necesitaba
afecto. Sus ojos lo pedían. Y su padre, Dios mío, como no podía sacar esos hermosos ojos
de mi cabeza, tenía que reprimir cada vez que llegaba este pensamiento, porque todavía
debería haber la madre de la niña.¡Pero no puedo negar que es hermoso! ¡Hombre absolutamente hermoso! Y gracias a él,
hoy podría firmar mi carta de renuncia.
Me levanté antes de lo habitual, me duché frío y me preparé.
Fui a la escuela, como era mi costumbre, porque vivía muy cerca de allí.
- Anahi! - Alice me llamó tan pronto como llegué.
hola Alice, dije que casi no podía respirar.
Hoy tienes una reunión con el padre de un estudiante... Llamó a marcar para hoy al final de
la tarde... ¿De acuerdo?
- Por supuesto! - suspiró aliviado. - ¿Quién sería?
¡alfonso Herrera! ¡Padre de tu nueva estudiante, Sara!
Sentí un agujero abriéndose bajo mis pies. Un vértigo me golpeó y tenía miedo de
desmayarme.
- ¿Algún problema? - ella me preguntó.
- No.. Nada! - dijo finalmente después de un tiempo. - Voy a mi habitación Alice...
Tan pronto como Sara me vio entrar en la habitación vino a abrazarme y me dio un beso en
la mejilla.
- Hola princesa!! - dijo abrazarla también. - ¿De acuerdo?
Sacudió la cabeza asintiendo con una hermosa sonrisa en su rostro. Le sacudí la mejilla y
comencé clase.
No tenía cabeza para nada ese día, solo podía pensar en la reunión que tendría más tarde y
en lo que el Sr. Herrera quería hablar.
En el momento del descanso, advertí a Mai y Dul que llegaría tarde a casa porque tenía una
reunión con él. Intentaron calmarme, pero nada funcionó.
Me quedé, como siempre, después de clase con Sara, hoy nos reunimos en su cuaderno.
Cuando el portero llamó, Sara me abrazó y me besó, caminando hacia el coche.
Ahora tendría poco tiempo, pronto me llamaría.
- Señorita. Anahi? - El portero me llamó después de que Sara se había ido.
sí, James dijo despertarse de un ensueño.
- Sr. Herrera te pidió que esperes un rato, dejará a su hija en casa y pronto vendrá a la
reunión.
¡Ok! ¡Gracias!
Fui a mi sala de estar para organizar mis cosas, sentí que mi estómago se envolvía cada
vez que pensaba que vendría pronto.
Maldita sea... ¿A dónde fui a buscarme?
Toc-toc
Llamaron a la puerta e incluso tuve miedo de girar.
- Señorita? - me llamó. Sabía que era él, aunque hoy tenía la voz aterciopelada y dulce, sabía
que era él.
sí, dijo tratando de parecer normal. Me volví para enfrentarlo y jadeé, todavía era más
hermoso que el día anterior.
- Lo siento.. Su nombre... Annie? - dijo.
- Anahi! - Comenté con mejillas rojas, verlo llamándome por mi apodo me puso
increíblemente nervioso.
Oh, lo siento mucho... Es sólo que ayer Sara me dijo tía Annie... Así que pensé que parecía
desconcertado.
- Es. - sonríe involuntariamente. - Así me llaman mis alumnos...
- Alfonso! - Dijo extendiendo la mano.Toqué su mano y sentí una corriente eléctrica corriendo por todo mi cuerpo. ¡Si controlas a
Anahi!!!!!
- Er.. Sólo voy a conseguir mi bolso... Ya vamos a la sala de reuniones, dijo enviándome a la
parte trasera de la habitación, recogiendo mi bolso en el armario.
No hay problema. - dijo, parecía despreocupado. - ¿Esta es la habitación de mi hija?
sí, sí, él le sonríe.
y dónde está su pequeño lugar? - preguntó sonriendo también.
Señalé la mesa justo en frente de la mía y él sonrió.
frente al maestro, sonrió.
- Es.. - sonríe triste. - ¡Ella lo necesita!
lo sé, lanzó un muxoxo.
Caminamos a la sala de reuniones, uno al lado del otro. Entré en la habitación, pidiéndole
que se sentara, y cerré la puerta y luego me senté frente a él.
así que.. - Dije. - Necesitabas hablar conmigo? - Estaba nervioso, era ahora.
Quería agradecerte! - finalmente dijo. - Y también disculparme por la forma en que la traté...
Me ahogué con mi propia saliva y tosí.
Cómo? - Esperaba todo menos eso.
¡sí, fui estúpido con mis palabras! No soy así, pero últimamente he estado muy nervioso por
todo, y terminé quitándotelo. Por eso te pido perdón..
Amplié los ojos, apenas creyendo lo que escuché.
está bien, señor. Herrera dijo que tratar de parecer lo más formal posible.
y también quería agradecerte por todo lo que me dijiste ayer, y por todo ese afecto con
Sara... A ella le gustas mucho, ¿lo sabías?
Sonreí tímido, sin creer de lo que estaba hablando.
- Tirones... También me gusta mucho...
le gustas tanto que ayer suspiró. Ella me habló para defenderte... Habían pasado más de 5
meses desde que ella intercambió una palabra conmigo...
- ¿Cómo es? - arfei.
es una larga historia, suspiró de nuevo. Parecía muy triste, pero vi que ella es más alegre en
estos días, desde que te conoció... Veo el afecto con el que te trata, cómo te mira... ¡Solo
tengo que agradecerte!
¡estoy feliz!, eso es lo que logré decir.
¿ha estado hablando en la escuela? ¿O contigo?
- No. - Suspiré triste. - Él no dice nada.. Pero ya es más interactivo.. Incluso está haciendo
algunos amigos.. Pero prefiere pasar la mayor parte de su tiempo libre conmigo...
una pena que no hayas hablado... Pero al menos se está abriendo... Es más feliz!, suspiró.
Parecía que iba a llorar.
pero como pedagoga, y como maestra de Sara, creo que es necesario saberlo... ¿Qué le
pasó a Sara?
- Como dije.. Es una larga historia... ¿Podemos hablar de ella en otro lugar? ¡Me muero de
hambre porque no almorcé hoy! Hay una cafetería aquí al lado de la escuela, ¿irías
conmigo?
¡Dios mío! ¿Qué digo ahora? ¿Aceptado? ¿No aceptas? Estaba siendo increíblemente
educado y considerado hoy.. Y realmente quería saber la historia de Sara.. Además, tan
nerviosa como estaba, no había podido almorzar, y también se estaba muriendo de
hambre.. ¿Eso estaba realmente mal?
- Muy bien! - dijo por fin. - Yo tampoco podía almorzar.. - se ríe de él.Caminamos juntos al café, y entramos. Nos sentamos en una mesa que estaba muy lejos.
pediré un capuchino y un croissant... ¿Qué deseas?
- Puede ser lo mismo! - dijo tratando de parecer despreocupado, la verdad es que estaba
muy nervioso de estar allí con él.
- Entonces... Lo que le pasó a Sara, ¿verdad? - dijo después de hacer las solicitudes.
- Eso... Pero no pienses que me estoy metiendo en tu vida... Si es demasiado personal, y no
quieres hablar... No hay problema...
- Sabes Anahi. - resopló. - Ya no puedo guardármelo para mí, confío en ti por la forma en
que tratas a mi hija... Y quiero compartir eso contigo, ¿verdad?
- Por supuesto! - Sonríe poniendo mi mano sobre la suya, en un acto de afecto. Cuando me
di cuenta de lo que había hecho, rápidamente la puse roja. Se dio cuenta, dejó escapar una
risita y continuó.
- Bueno... Sara era una chica muy alegre y comunicativa, hablando con todos... Resulta que
todo se vino abajo en la vida de mi niña.. Hace 6 meses, la madre de Sara la abandonó...
Ella me dijo que se iba para siempre, que no tenía paciencia para ser madre y esposa, que
quería disfrutar de la vida... Me abandonó y abandonó a Sara... Al principio todavía ponía
excusas diciendo que su madre volvería, que viajaba por trabajo... Pero después de ver que
ella no volvería, decidí decir la verdad... Sara sufrió mucho, lloró todo el tiempo y dejó de
hablar.. Fue muy doloroso para mí ver a mi pequeño sufriendo así.. Intenté todas las formas
de animarme, pero nada funcionó, ella simplemente me ignoró... Decidí que lo mejor era
salir de nuestra antigua casa en Monterrey y mudarme, pensé que los aires nuevos y la
gente nueva podían hacer bien a Sara... Haciéndola pensar menos en su madre...
dios mío, me cubrí la boca con las manos, lo siento... Eso debe haber sido muy doloroso
para los dos...
Tomé su mano de nuevo, pero esta vez no tiré de la mía. Le sostuve la mano y él puso su
otra mano sobre la mía, acariciándola.
- Fue sí.. Fue muy doloroso, suspiró, también sufrí porque me gustaba, pero sabía que ella
no me amaba, me estaba engañando con los demás y ni siquiera me propuse ocultarlo...
No hice nada por Sara, no quería que la chica tuviera una mala impresión de su madre...
Pero al final, ella misma se destruyó por Sara... Y para ver a mi pequeño sufriendo, termina
conmigo. - una lágrima salió de sus ojos. Tenía ganas de secarlo con la mano, pero reprimí
la voluntad.
- Lo siento mucho Alfonso. - dijo sincero. - Ahora entiendo por qué Sarinha ser así...
- Sí. - suspiró. - Y cuando ella habló de ti ayer... ¡Wow! Casi salté con tanta alegría.. ¡Pero
poco después dejó de hablar! Estoy tan frustrado... Pero al mismo tiempo, lo has hecho
muy bien por ella, ¡Sara te ama!
¡y yo también la amo! Sara es una princesa! - dijo sincero.
y les agradezco mucho por eso! - él tomó mis manos. - No tengo palabras para
agradecerles... ¡Eres increíble!
Me puse rojo, sentí que cada vez más sangre se elevaba a mis mejillas. Y se ahogó de
nuevo.
- Dos capuchinos y dos croissants. - la camarera se acercó, obligándolo a soltar mis
manos. Le agradecí mentalmente por ello.
Ella puso un capuchino y un croissant delante de mí. ¡Me quité las gafas, porque no puedo
tomar algo de gafas calientes, se desdibujan con el humo y esto siempre es muy
vergonzoso! Levanté los ojos hacia él. Vi que se ahogó con el capuchino,Tomé un sorbo del capuchino y lo miré de nuevo.
¡dios Mío! ¡Tienes ojos hermosos! - dijo que recogiendo mi cara, estaba nervioso por este
afecto y me alejé. - Ni siquiera podía notar a causa de sus gafas!
gracias! - dijo tímido.
- No suelen ser felicitados, ¿verdad? - me preguntó, me puse rojo a continuación otra vez.
Por qué dices eso?Nunca admitiría que rara vez recibí un cumplido de ningún hombre.
¡porque no reaccionas naturalmente.. - él sonrió. - Eres hermosa Anahi! Debería dejar que
todos te vean así. - volvió a tomar mi cara y cerré los ojos al tacto.
Por Dios, ¿qué te está pasando, Anahi?
- Er... - Me alejé de él otra vez. - ¡Gracias!
lo siento, dijo que regresaba para tomar su capuchino.
Hablamos un poco más mientras comíamos. El tema ahora ha regresado a Sara, para mi
alivio. Pero todavía me miraba de una manera diferente y muy extraña. Me puse las gafas
tan pronto como terminé de tomar el capuchino, pero el aspecto no disminuyó ni cambió.
Él pagó la factura contra mi voluntad.
- Te invité Anahi... Déjame hacer esta amabilidad, dijo después de fuertes protestas de mi
parte.
Salimos del café y fuimos a despedirnos de él.
puedo ofrecerte un paseo? - me preguntó, tocándome el brazo
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nueva alumna
FanfictionLlega una alumna nueva y cambia toda su vida al conocerla a rlla y su padre