Me desperté con el despertador sonando en la mesita de noche. Me froté los ojos y sentí
un beso encima de mi cabeza.
Buenos días princesa, susurró.
buenos días - hablé bajo.
- Ih.. Tiene una voz extraña.. ¿Qué fue?
Suspiré y levanté mi cabeza de su pecho, mirándolo a los ojos.
Olvídate de todo lo que pasó ayer. Estaba confundido y las hormonas la flor de la piel...
- Annie.. Se tarda menos de una semana en casarme.. Ya pedí perdón, le expliqué... ¿Qué
quieres que haga??? - se puso de pie mirándome loco.
Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas y salí corriendo de la cama, encerrándome en el
baño de al lado.
Me senté en el jarrón con la tapa cerrada y hundí mi cara entre mis manos, dejando escurrir
todas las lágrimas.
- ¡Annie!!! - Lo escuché llamar a la puerta. - Perdona a Annie.. ¡No debería haberte hablado
así!
- ¡Ma-ma-mas habló! - Grité con voz embargada.
- Por favor Annie.. Perdóname, estaba nervioso. Pero sólo porque no soporto estar lejos de
ti, te amo Annie... Con todas mis fuerzas..
- Na-na-no... ¡Ya no me amas! - Grité hacia atrás sollozando. - ¡Soy sólo el idiota que lleva a
tu hijo en el vientre!
Escuché una risa al otro lado de la puerta.
- Vo-vo-vo-¿estás riendo????? - grité con incredulidad.
- Dios mío, estas hormonas te están matando... ¡Parece un niño de rabieta!
Me levanté enojado y abrí la puerta con todo.
QUE ME LLAMASTE?????
- "Ya no me amas". - imitó mi voz. - Sabes que te amo y te deseo todo el tiempo... ¡Sabes
que no puedo resistirte! - cruzó los brazos y me miró de arriba a abajo.
¡Idiota! lo empujé con mi cuerpo al pasar, y me agarró el codo.
- ¡Nunca me rendiré de ti! - habló muy cerca de mí, dejándome conmovido con su voz y su
cálido aliento tocándome la cara. - Sabes que te amo demasiado para renunciar a ti..
Incluso si lleva tanto tiempo como es...
Iba a ceder Una vez más iba a ceder Su boca se acercaba y empecé a cerrar los ojos Un vértigo me golpeó entonces y perdí el conocimiento.
-/-
Abrí los ojos lentamente y me vi en un lugar completamente blanco, había algo en mi brazo
que me molestaba, enfoqué los ojos y vi un acceso en mi vena, por donde corría un suero,
una mano apretaba la mía y vi a Poncho con la cabeza gacha.
Le estreché la mano lentamente y me miró, vi sus ojos llorosos.
- Hola mi amor. - susurró bajo.
¿qué pasó? pregunté con voz débil.
te desmayaste en el baño...
- Pero me desmayé otras veces por el embarazo y no vine al hospital.. El médico dijo que es
normal, ¿recuerdas?
Poncho sollozó y besó mi mano.
tuviste una Annie sangrante. No me desperté del desmayo y tuve que llamar a una
ambulancia..
- ¿Sangrado? - Pregunté sin entender Segundos después mi expediente cayó y mis ojos se
llenaron de lágrimas. - Mi bebé... - Susurré bajo.
Los médicos están haciendo pruebas. Creen que es posible que haya sufrido un aborto
espontáneo, pero aún no está seguro..
Abracé mi vientre y dejé fluir las lágrimas.
- No.. Mi bebé no.. ¡No puedo haber perdido a mi bebé!
- Calma mi amor.. Tienes que mantener la calma... ¡¡Tengamos fe!!
¡Dios mío.. ¡Mi bebé no!
- Annie.. ¡Tengamos pensamientos positivos! - me tomó de las manos y me hizo mirarlo. -
No perdamos a nuestro bebé Ok? sigue ahí, fuerte, sano, tendrá tus ojos... Nuestra pequeña
Valentina o nuestro pequeño Santiago... - Poncho me tocó la barriga. - ¡todavía está aquí! ¡lo
sé!
- ¡Sí! - susurré. - Seamos fuertes para nuestro bebé... - dije limpiándome las lágrimas. - ¡Sé
que todavía estás aquí! - Toqué mi vientre. - ¡Aún estás aquí! - Cerré los ojos pidiéndole a
Dios que no se llevara a mi bebé, una fina lágrima corrió hacia abajo y Poncho la limpió con
el pulgar.
- Sí.. ¡Todavía está aquí! - me besó el vientre y luego me dio una silla de montar.
¿Y Sara? pregunté mirando a los lados.
Estaba muy preocupada cuando te vio desmayarse, pensé que sería mejor no llevarla a la
escuela Quería venir conmigo, pero le expliqué que no podía entrar porque era pequeña y
aceptó quedarse en casa Ucker estaba fuera hoy, le pedí que se quedara allí con ella, para
distraerla...
Bajé los ojos y sentí que las lágrimas venían otra vez Escondí mi cara entre mis manos y
sollocé.
- Calma mi amor... ¡No perdamos a nuestro bebé! ¡no! - me abrazó y lloré sobre su pecho.
- ¡Poncho nuestro bebé! - Sollocé.
- Calma... - susurró acariciándome la espalda. - Shiiii... Estoy aquí... Contigo... Siempre
estaré... Nuestra familia pronto estará completa... ¡Yo, tú, Sarinha, Valentina o Santiago!
Su voz y su afecto me trajeron una paz increíble, por supuesto que todavía estaba
preocupado, pero mi corazón estaba en paz, una situación muy extraña.
Toc-tocMiramos la puerta y por ella llegó un hombre vestido de blanco.
¿señorita Anahi Portilla?
- Sí. Yo mismo - susurré, tragando seco.
Soy el Dr. Samuel Fui yo quien te atendió cuando llegaste de la ambulancia..
- Gracias. - sonríe débil. - Pero doctor, ¿cómo está mi bebé?
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nueva alumna
FanfictionLlega una alumna nueva y cambia toda su vida al conocerla a rlla y su padre