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Pasó un mes y medio, solo faltaban dos semanas para mi boda y corría con todo
María Fernanda ya había firmado los papeles del divorcio y Poncho estaba con la custodia
total de Sara Pero resulta que pidió unos días más para quedarse en casa de Poncho
porque todos los vuelos a Monterrey me pareció muy extraño, pero Poncho estuvo de
acuerdo, pero, si ella prometía que nunca se entrometería en nuestras vidas Poncho seguía
en el hotel y Sara en mi casa, lo cual me encantaba, porque se acercaba cada vez más a mi
hijita, ella me ayudaba en todo lo de la boda, era mi compañera de todas las horas ya había
elegido mi vestido que solo faltaba ajustar Pero yo estaba muy nerviosa y ansiosa por la
boda, así que me estaba excediendo en la comida, y me había puesto un poco de grasa, y
parecía que estaba engordando con cada nueva prueba del vestido.
- Chicas, esto es desesperado!!! - dijo en el estudio donde Mai y Dul también probaron sus
vestidos Sara también estuvo con nosotros y se rió de mi desesperación.
- Relájate Annie... ¡¡Te ves hermosa!! - dijo Mai.
- Ya engordé tres kg!!! - dijo bufido. - ¡¡¡TRES KILOS!!! esta boda me volverá loco, o una
pelota... ¡No dejo de comer! - dijo ya desnudo del vestido, poniéndome la ropa normal.
- Sólo cierra la boca... ¡Necesitas vigilarte! Esto es sólo ansiedad y frescura.. - dijo Dul
encogiéndose de hombros.
- ¡Gracias por la delicadeza! - Crucé los brazos con valentía - ¡Eres realmente una gran
amiga Dulce!
- Oh, fue malo... ¿Ta genial? - ella resopló. - ¡No estoy en un buen día!
¿qué pasó? - preguntó Mai.
- ¡luché con Ucker! - cerró su rostro en un pico.
- Pero esto no es nada nuevo... ¡¡Pareces gato y ratón!! - Respondí la altura.
- Y no sé.? - ella resopló otra vez. - Ahhhhh, ¡es tan molesto!! ¡un idiota!
- ¡¡¡EII!!! - dijo tapando las orejas de Sara que se rió. - ¡No digas estas cosas delante de mi
hija!
- Perdón Sarinha.. Sé que es tu tío... Pero, ahhhhh!! - Dul se quejó y todos nos reímos.
Sara me tiró de la mano y me señaló un vestido de dama de marfil con detalles azulesMi
pequeña sabía que el tema de la boda era azul, y pronto fue a mostrarme.
- ¡¡¡GUAU!!! - dijo sonriendo. - ¿Te gusta, mi princesa?
Ella sacudió la cabeza de acuerdo y sonriendo.
- Entonces intentémoslo..!!!
Sara parecía una princesa, le arreglé el pelo en un moño mal hecho, sólo para revisar el vestido completo y dio un paseo, entre mi aplauso y las chicas.
Dul y Mai también ya habían elegido sus vestidos de madrina. Dul llevaba un vestido largo
rojo con una hendidura que iba de la mitad del muslo al pie y era de frente único. Mai eligió
un modelo amarillo, largo y con un gran escote delantero.
- ¡¡¡Eres maravilloso!!! - dijo sincero.
- ¡También lucirás maravillosa Annie!, estamos tan felices por ti!! - Mai me sonrió y me
abrazó.
- ¡Te amo! 
- ¡También te queremos!
Toque - Toque - Toque
Miramos a un lado al mismo tiempo y vimos a Sara golpeándose el pie con fuerza en el
suelo, con un enorme pico en la cara.
- ¡Ups! - dijo riendo y bajando, cogiendo su estatura. - Sabes que mamá Annie también te
ama, ¿verdad Sarinha?
Ella puso los ojos en blanco y continuó con un rostro enojado, señalando a Dul y Mai
discretamente y luego a sí misma.
- Princesa mía... - dijo recogiendo la cara. - Siempre serás mi pequeña compañera.. ¡Pero
Dul y Mai siempre han sido mis mejores amigas! ¿Entiendes que no lo es?
Ella se encogió de hombros y todavía no me miraba a los ojos.
- Son mis amigos... ¡Mis mejores amigos! - sonríe y ella me miró sin entender. - ¡Pero tú,
siempre serás mi hija!
Sara sonrió emocionada y me abrazó.
- ¡Te quiero mi pequeña!
Sara hizo un corazón con la mano y me abrazó de nuevo.
Prim-prim
Miré mi celular y pronto vi un mensaje de mi amor.
"MF.. ¡Extraño al gatito! Quiero tus besos y tus caricias... Dejé el servicio hoy temprano y ella
aún no ha venido aquí! ¿Qué te parece dar un paseo aquí en el hotel para verme? P."
Miré ese mensaje sin entender nada. ¿MF? ¿Ella no vino aquí? ¿gatito? Poncho nunca me
había llamado así... ¡Pero espera! MF = María Fernanda.. Ella me =... 
No, no, no, no. ¡eso no tenía ningún sentido...
- ¿Qué era Annie? - me preguntaron las chicas, pero no respondí inmediatamenteMi cabeza
era mil por hora y me dolía.
- Lleva a Sarinha a casa... ¡Necesito ver a Poncho! - dijo sin demora y sale recogiendo mi
bolso.
Corrí al hotel y no me lo creí cuando vi entrar por el vestíbulo María Fernanda Me dolió el
corazón, y tuve ganas de llorar Pero reprimié porque necesitaba limpiar esa historia Corrí a
la entrada pero ella ya había subido.
Con el corazón acelerado, tomé el ascensor y subí a su piso, tocando la puerta con los
dedos sin poder controlarme.
Corrió a su habitación y abrió la puerta sin siquiera pensar en llamar.
arreglé la escena que vi, Poncho con los ojos vendados, con María Fernanda sentada en su
regazo besando sensualmente sus labios.
Ella me miró, parpadeó y lo besó de nuevo.
- PONCHO!!! - grité con lágrimas goteando ya de mis ojos.
Se levantó en un salto empujando a María Fernanda desde su regazo y le arrancó la venda
de los ojos.

¿Annie?? María Fernanda?? - la miró de forma confusa - Dios mío, ¿qué hiciste María
Fernanda?????
- ¿Querida? - ella sonrió encubiertamente. - ¡¡Tú que me llamaste aquí!!
- ¿Estás loco???
- ¡¡BASTA!! - dijo gritando. - ¡NUNCA VUELVAS A MIRARME A LA CARA!
Sale corriendo de su apartamento sin siquiera mirar atrás.
Llegué a casa y me tiré en el sofá, llorando y sollozando fuerte No, no podía haberme hecho
esto Me prometió Juró su amor.. Me pidió que me casara Pero cuanto más intentaba
convencerme, más aparecía en mi mente la escena de María Fernanda sentada en su
regazo besándolo.
- ANNIE!!!! - gritó entrando a mi apartamento, estaba tan destrozado que incluso olvidé
cerrar la puerta con llave.
- ¿Qué haces aquí?
- Déjame explicar.. Todo tiene una explicación Annie... Por el amor de Dios.. ¡¡¡Tienes que
creerme!!!
No soy un Poncho idiota. Quiero decir, puede que haya estado tan lejos, pero eso fue
suficiente para poner fin a mi personalidad ingenua y estúpida.
¡no digas eso! dije, ¡hay una explicación!
- ¿Qué?? que me confundiste con ella, y entonces ella era como una prostituta en tu regazo
mientras te besaba?
- No es que haya confundido.. Por supuesto que sentí algo diferente.. Pero realmente pensé
que eras tú.. ¡Eso es lo que decía en la nota!
- ¿Boleto? Qué boleto...?
- Lo que recibí......
Pero lo corté.
- Sabes, tu mensaje fue más que suficiente.. ¡Basta! No quiero escuchar nada más... Para
mí es suficiente... ¡Se acabó!
- Se acabó? ¿cómo es así? déjame explicar.. ¡No Annie, por favor!
- ¡Poncho se acabó! ¡suficiente para mí!
Mi amor, Annie, intentó sostenerme la cara pero le quité las manos con violencia.
- ¡No me llames amor! ¡no soy tu amor!, ¡tú me destrozaste!!!, sal de mi casa y no vuelvas a
mirarme a la cara, no me busques nunca más.. ¿me entiendes? ¡¡¡TE ODIO PONCHO!!!!
Grité tan fuerte como pude y oí un resoplido detrás de mí Me volví rápido y vi que Sara me
miraba fijamente con los ojos llenos de lágrimas.
- ¿Sara? Yo... - Me bajé saliendo de su altura que me miraba con mucho dolor Tomé sus
manos pero ella las soltó con violencia.
- ¡PROMETISTE! - gritó a sus pulmones. - ¡TE PROMETISTE QUE NUNCA ME DEJARÍAS!
¡¡¡rompiste tu promesa!!! prometiste que nunca me abandonarías a mí ni a papá... ¡¡¡ERES
TAN MALO COMO MI MADRE!!!!!

nueva alumna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora