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Han pasado cuatro meses desde que nació mi bebé y ahora celebramos su "mes
aniversario".
Cada día se vuelve más guapo y más grande, está tan celoso de mí que no puedo
explicármelo, quiere que lo retengan todo el tiempo, y si alguien extraño se acerca a mí,
comienza a gritar hasta el momento en que la persona se va. ¡Y me da vergüenza morir, por
supuesto!
Poncho es un ejemplo de padre, en las primeras horas de la mañana cuando Santiago se
despierta hambriento o con cólicos, siempre es él quien se levanta y lo calma. A veces
incluso peleo con él, porque después de todo, él trabaja todo el día y tendría que descansar
cuando llegara a casa. Pero siempre me dice que merezco un descanso por pasar todo el
día con nuestro gordito en mi regazo, y también que extraña cuidar a un bebé como lo hizo
a tiempo completo para Sara.
Hablando de ella, cada día es más bella, Santiago está completamente enamorado de su
hermana, al igual que Sara está con él. Pero si realmente pensábamos que los problemas
con Sara se reducirían a esos de hace 4 meses, estábamos muy equivocados. Sara era
extraña, me trataba extrañamente, ya casi no hablábamos. Y lo mismo con Poncho. Y eso
empeoró aún más cuando le expliqué que no volvería a la escuela. Poncho me había
convencido de quedarme en casa ese año, sólo cuidando de Santi, y si quería, sólo podría
volver a trabajar el año que viene.
De hecho, ella y Peter tramaron un complot en esa escuela contra la maestra bruja, quien
renunció un mes después de ingresar, y después de ver el poder que tenían, comenzaron a
hacer la vida de cada nuevo maestro que entraba al infierno. Al menos una vez a la semana
recibimos una llamada de la escuela sobre su comportamiento.
¡Y lo juro, no sabía qué más hacer!
Ya la había castigado varias veces, había hablado, explicado y nada tuvo ningún efecto.
- Sara. - Llamé en serio después de colgar el teléfono. Acababa de llegar del colegio con Dul
y Mai, que venían a visitarnos a mí y a Santiago, que dormía arriba. El coordinador del
colegio solicitaba una reunión con Poncho y conmigo para hablar de ella, diciendo que hoy
había comenzado una pelea de comida en la cafetería, por supuesto, junto a Peter. - A tu
habitación. ¡ahora!
Sara resopló y subió, pisoteando las escaleras.
- ¡Ni siquiera quieres saber por qué hice eso! ¡Ni siquiera quieres saber qué me dijeron que
me enojó! ¡ARGH, TE ODIO!
Esas palabras entraron en mi corazón como un cuchillo. Mientras ella resoplaba por las
escaleras, me tiré al sofá al mismo tiempo que se me caían lágrimas de los ojos.
- ¡Soy una madre terrible! ¡Una madre terrible! - Olfateé, ocultando mi rostro entre mis
manos. - ¡No sé qué más hacer!
- ¡No eres una madre terrible, Annie! - Me dijo Mai, poniéndome la mano en la espalda.
- ¡Esto es sólo una fase! - Dul completó.
- Y ella realmente no siente eso... ¡Esas palabras fueron sólo palabrería!
- Dar a vorbit! Y eso no cambia ese hecho chicas... ¡Soy una madre terrible!
- ¡No! - Mai dijo en serio. - ¡No lo eres!
- Necesito hablar con ella...
Me liberé de los brazos que antes me habían abrazado y subí las escaleras, sin importarme
siquiera lo que dijeran detrás de mí.
Fui a su habitación y la encontré vacía, solo con su mochila y sus zapatillas en un rincón.
Salió de la habitación sabiendo ya dónde estaría.
- Y eso es todo Santi... - Miré por la grieta de la puerta y vi a Sara de puntillas, inclinada
sobre la cuna de Santiago que le gruñía. - Sé que suena loco... - ella se detuvo, mirándolo y
él volvió a gruñir. - No Santi, por supuesto que no odio a mamá... La amo mucho... Y lo
sabes. - Santiago hizo un ruido con la boca y vi a Sara poner los ojos en blanco. - Por
supuesto que yo también te amo Santi... ¡Mi problema no eres tú! Nunca fue ni será... - ella
empezó a hablar más tranquilamente, cubriéndose la cara con sus manitas. - Tú eres mi
hermano pequeño y yo amo todo sobre ti... Pero para mí es difícil...
Escuché y escuché algunos sollozos, Sara estaba llorando.
- Dijeron que no eres mi verdadero hermano... Y esa mamá tampoco es realmente mi
mamá... - sollozó más fuerte. - Sé que esto es verdad... Pero realmente siento que ella es mi
madre... Pero al mismo tiempo, está muy lejos...
tragué fuerte conteniendo mis propias lágrimas.
- Sé que no he sido la mejor hija del mundo Santi... No me mires así... - ella se rió,
olfateando y secándose las lágrimas de los ojos. - ¡Pero sólo quería que ella me amara
como te ama a ti! - nuevas lágrimas corrieron por sus ojos y no pude evitarlo, dejé caer las
mías de mis ojos. - ¡No me mires así Santiago Portilla Herrera! - jugaba con las lágrimas
aún fluyendo. - No sabes lo difícil que es... Empecé a leer Santi... - dijo en un susurro. - ¿Y
quién dijo que se dio cuenta? ¿O me preguntó cómo estoy en la escuela? - Sentí más
lágrimas brotando de mis ojos. - Sólo sabían regañarme por las advertencias que recibí... Y
me molió.. ¡No puedo esperar a escuchar más esa palabra Santi!
¡Dios mío, soy una madre monstruosa!
Permanecieron callados, mirándose fijamente cuando Santiago volvió a abrir la boca y
gruñó.
- Deja de estar celoso Santi... - ella puso los ojos en blanco. - Peter es mi amigo y también
está teniendo problemas con su madre... Va a buscar una hermana pequeña... Pero dice
que no quiere a esta hermana en absoluto... - Santiago dejó escapar un grito agudo. - Por
supuesto que no Santi... ¡Ya te dije que te amo, tonto! - ella se rió. - Intenté hablar con él y
convencerlo de que tener un hermano es realmente genial, pero ¿quién dijo que me
escuchó? - ella puso los ojos en blanco. - ¡Peter es muy testarudo!
Santiago movió los brazos en la cuna y Sara le tomó la mano.
- Stiu stiu... Gracias por ser mi mejor amigo Santi.. ¡Nadie entiende a Sara Herrera como tú!
-/-
- Annie, ¡esta idea es realmente maravillosa! Pero, ¿has pensado en el trabajo que
tendremos? -Me preguntó Poncho.
- ¡Sí! - Respondí sonriendo. - ¡Y estoy seguro de lo que quiero hacer!
Poncho llegó esa noche y lloré todo lo que estaba atrapado en mi garantía, le conté todo lo
que había pasado y cada conversación que había escuchado entre Sara y Santiago. No
había tenido el coraje de hablar con Sara después de todo lo que escuché, sabía que me
desmoronaría frente a ella, y eso realmente no demostraría mi amor.
Pasé toda la tarde pensando en ideas en mi cabeza, cosas que podía hacer para demostrar
que era mi hija y que la amaba con todas las fuerzas de mi corazón.
Realmente me di cuenta de que ella se estaba preparando para llamar nuestra atención, ¿y
qué hicimos? No le dimos la atención que necesitaba en ese momento, simplemente la

regañamos y actuamos como si fuera una hija terrible, lo cual no era cierto. Sara era la
chica más amable del mundo.
Justo antes de que llegara Poncho tuve una idea brillante, la investigué en línea y descubrí
que realmente sería mucho trabajo, pero ¿a quién dije que me rendiría?
Entonces me decidí... ¡Lo haría!
- Toate bine... Tengo un amigo que trabaja como juez en la oficina de registro, lo llamaré
ahora mismo para explicarle la situación y preguntarle cómo procedemos con los trámites
legales.. - dijo besándome en la frente.
- Ok iubirea mea!
- Gracias por hacer esto por mi hija... - él sonrió y me abrazó.
- Nuestra hija Bebé.. - Susurré y besé sus labios. - Y no sé cómo no había pensado en eso
antes... ¡Será todo un regalo para Sara! ¡MI AMOR! Su cumpleaños es en dos semanas,
¿podemos darle esto como regalo de cumpleaños????
- Tendremos que acelerar mucho las cosas porque tienden a llevar tiempo.. Pero como dije,
tengo un amigo dentro, definitivamente podrá ayudarnos y hacer todo lo más rápido
posible.
- ¡Esto será perfecto!!! - Exclamé antes de que me besara.
-/-
- Sara!!! Trezește-te!!! ¡Vamos!!! - Entré temprano en la habitación de mi princesa al día
siguiente, que era sábado.
- Mami? - - preguntó, todavía con sueño. Abrí las cortinas dejando entrar el sol.
- Da prințesă.. ¡Levantémonos, hoy tenemos algo importante que hacer!
- ¿Qué? - - preguntó, rascándose los ojos mientras estaba sentada en la cama.
- En primer lugar quiero hablar contigo... ¡De madre a hija! - Dije, sentado frente a ella. le
tomé las manos y las besé cariñosamente. - Perdóname por no prestarte la atención que
merecías... Perdóname por ser una madre terrible estos últimos meses... Perdóname por
dejarte a un lado.. Princesa, te amo tanto que ni siquiera puedo explicarlo, pero me
equivoqué mucho y lo admito, ¿perdonarás a mamá?
En ese momento, Sara ya estaba sollozando con lágrimas brotando de sus ojos.
- Yo tampoco era una buena hija... merecía los castigos, pero sólo quería eso... Ce... Quería
ser como Santi... Iartă-mă mama... ¿Perdóname por todo? No te odio, lo dije sin pensar.. ¡Te
amo mucho!!!
La abracé, dejándola llorar en mi regazo, mientras mojaba su hermoso cabello con mis
propias lágrimas.
- Yo también te amo mi pequeño... Y por supuesto te perdono, pero sólo si tú también me
perdonas a mí...
- Por supuesto que sí mamá!
- ¡Te prometo que todo cambiará a partir de ahora! Y comencemos con hoy... El sábado será
tu día... ¡Tú decidirás qué haremos o adónde iremos, todos los sábados!
- Serio? - abrió mucho los ojos.
- Da... Pero aparte de este sábado porque ya tengo algo muy especial y muy importante que
hacer juntos, ¡solo tú y yo!
- ¿Y qué es mamá? - preguntó, poniéndose el flequillo detrás de las orejas.
- ¡¡¡Compremos las pequeñas cosas para tu fiesta de cumpleaños ahora!!! Busca la decoración, elige la temática y por supuesto, ¡tu outfit!
- ¿Pero somos sólo tú y yo? - Estuve de acuerdo. - ¿Y el papá? Și Santi?
- Papá tiene una reunión con un cliente hoy... Y Santi se quedará con sus tías... Quiero un
día sólo para mí y mi princesita... Entonces, ¿estás dispuesto a hacerlo?
Sus ojos brillaban como no los había visto en mucho tiempo.
- ¡Por supuesto que soy una mamá genial! Ce întrebare!!!!
-/-
- Entonces, ¿ya te has decidido por el tema de la fiesta, princesa?
- Sabes que quería interpretar a Peter Pan...
- Ahhhh Doamne.. Realmente no niegas que eres mi hija... - sus ojos se iluminaron ante mi
sentencia y una enorme sonrisa explotó en su rostro. - ¿Recuerdas que ya te dije que estoy
enamorado de Peter Pan???
- ¡Por supuesto que recuerdo a mamá! - ella me agarró la mano aún más fuerte. - ¡Y quiero ir
vestido como Campanilla!
- Hmm... Sara, ¡tengo una muy buena idea!!! - Dije y ella se volvió hacia mí.
- Care?
- ¿Y si tuviéramos una fiesta con el tema: Neverland... Pero entonces la fiesta sería una
fantasía, donde todos nuestros sueños se harían realidad, ¡como en Neverland! ¿Qué
opinas?
- ¡Creo que esta es la idea más fantástica del mundo mamá!!!! - saltó delante de mí
aplaudiendo. - ¿Pero incluso los adultos se disfrazarán??
- Cu siguranță!!! Los adultos también sueñan, ¡pequeño!!!
- ¿Y cuál sería tu fantasía, mamá? - preguntó con los ojos brillantes.
- Încă nu știu... ¡Pero podemos cambiar eso ahora mismo!!!
Señalé una tienda de disfraces al otro lado de la calle y Sara no pudo contener su grito.
¡Entramos corriendo a la tienda, buscando ya entre las perchas el disfraz perfecto!
¡Este sería el cumpleaños perfecto, con el regalo perfecto!
Nu pot aștepta!!!

nueva alumna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora