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Lando y yo volamos hasta Estados Unidos y se qué está totalmente emocionado porque el segundo regalo que me dió fue una camisa con su nombre bordado. Lo justificó como que le gustaba saber que era suya de esa forma y me causó ternura.

Ahora, con el calor de la ciudad tengo un short de mezclilla y la camisa de mi color favorito con el nombre de Lando cerca de mi corazón.

—El lila es tu color —me abraza mi amigo acaparándome como si fuera un oso—, aunque el naranja me encanta más en ti.

—En realidad me veo bien con todos los colores.

—Menos con el azul rey —tira de mi para que sigamos avanzando sobre el pasillo del hotel y no replique nada al respecto—, almorzamos ¿y por la noche salimos a la ciudad?

—Sí, quiero caminar un poco. Vi algunos museos por internet que me gustaría visitar —pestañeo como niña pequeña consentida y me río cuando Lando aprieta mis mejillas para acercar mi cara a la suya.

Por un momento creo que va a besarme en los labios porque siento que va directamente a ellos pero cuando besa mi nariz simplemente sonrío tratando de ocultar ese pequeña nerviosismo.

¿Desde cuando tenemos ese tipo de acercamientos y por qué se siente tan cómodo?

—No puedo creer que solo diciendo tu nombre te den dos habitaciones, aún cuando es temporada alta —me burlo—, eres un completo suertudo.

—Soy Lando Norris.

Me río por su cara de chuleria, totalmente orgulloso de su nombre y su influencia.

Cuando me deja en mi habitación me avisa que regresará por mi en un hora para ir a almorzar. Claro que me encanta la idea, el día es bellísimo y el calor es soportable. Aparte me encanta porque la playa es de mis lugares favoritos y estamos justo al frente.

—Hola mami, ya estoy en la habitación ¿No es linda? —hablo a través de la pantalla con mi madre quien parece cortar vegetales pero aun así me ve atentamente.

—Demasiado ¿Llevaste todo, verdad? No quiero que andes corriendo luego porque algo se te olvido... o peor, hacer que Lando corra por ti —tiro una risotada porque mi madre definitivamente me conoce tan bien... creo que nadie me conoce mejor que ella.

—Sí mamá, traje todo lo esencial.

Quiero seguir hablando con ella pero el tiempo se me acaba y quiero arreglarme aunque sea los cabellos del viaje antes de salir con Lan, pues me rehuso a quitarme su playera.

—Te la quedaste —su emoción me hace reír—. Iremos a Miami ¿Qué te parece?

—Bien, es un buen plan. ¿Algo que quieras comer en especial? —tomo su bicep para empezar a caminar y sentir que estamos cerca. Era algo normal, era como tomar de la mano a un amigo.

—No lo sé ¿Carne? —asiento—, lo que sea que la chica de lila quiera.

Me río porque de nuevo, tiene esa cercanía que me mantiene un poco en duda que está pasando por su mente y porque me trata diferente.

Nos reímos y hablamos de todo mientras andamos por la ciudad, con un carro que McLaren le dado a su piloto tan pronto llegó a la ciudad. Me parece altamente caprichoso pero razonable.

Me encanta la manera tan despreocupada que tiene Lando cuando yo pongo mis canciones de pop cuando sus gustos musicales son diferentes a los míos, pero se divierte de verme cantando porque me mira cada cierto tiempo y me sigue la corriente cuando actuó como si fuera la cantante.

—Tengo la sensación de que te encanta verme hacer el ridículo —le bajo un poco el volumen a la música para poder hablar con él—, pero no me importa.

WHY - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora