31; into you

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Alex y yo hacemos el desayuno. Torpemente hacemos panqueques y nos reímos por lo bajo porque aún están durmiendo algunos.

Charles salió muy temprano, Lorenzo fue al super por jugo y cereal para mi, es que no comía el mismo que Arthur y lo demás seguían en la cama.

—¡Vamos Alex! no los dejes tanto tiempo en el sartén —la regaño con gracia mientras miro la parte de abajo del panqueque ya casi quemándose—. Estos son para Charles.

—Ponle mas vainilla entonces.

—¡Somos malas con él ahora, Alex! —la miro con disgusto antes de que un garraspeo nos hiciera voltear a ver hacia la entrada y diéramos una sonrisa grande—. Buenos días, Ar.

—¿Que tienen de buenos? No me dejaron terminar mi noche —brama, yendo hasta el refrigerador y sacar una caja de leche—. Todo por el desastres que son ustedes dos.

—Lo siento —se disculpa apenada mi amiga, ruborizándose, pero yo sólo tiro una risotada.

—Eso no hubiera pasado si tu no hubieras abierto tu bocota sobre lo de Charles, menos, de decir que Lando ya había dormido aquí antes —regaño, con una sonrisa sarcástica—. Aparte, sabes que aquí es todos o ninguno.

—Hubiera preferido ser hijo único ¡Por Dios!

—O mejor que mamá te hubiera abortado —Charles responde entrando junto a Lorenzo por lo que las dos nos tensamos, más que nada porque Alex no sabe como actuar—. ¿Mamá ya despertó?

¿Cómo mierda puede estar tan tranquilo? Como si nada hubiera pasado. Dios mío.

—No, pero dijo ayer que no quería que nadie la molestara hasta después del medio día —responde Lorenzo, pasándome las cosas para guardarlas en su lugar—. Supongo que tomo mucho alcohol anoche, porque llegó después que nosotros.

—¿Más que yo? ¡No lo creo! Ni siquiera recuerdo nada después del baile —Charles mete un panqueque a su boca y hace una mueca de asco.

—Los hizo Alex así que mas vale que te los tragues —alce una ceja hacía él, quien miro a mi amiga por un momento antes de sonreír y seguir comiendo—. ¿Así que no recuerdas nada?

—Todo es borroso, apenas y recuerdo mandarle mensaje a Char para recalcarle que ya no estamos juntos, ¿Por qué hice eso? —se burla, pero nadie se ríe, en su lugar mis hermanos y yo nos miramos un tanto confundidos—. ¿Qué pasa?

Nadie dice nada al respecto, porque Charlotte di Prieto baja junto a Carla. Como si Arthur fuera un perrito va hasta su novia para abrazarla, necesitado de amor. Mientras que Lorenzo le da un beso a su chica en recibimiento.

Platicamos un poco de las anécdotas de la fiesta, y por un momento se me olvida que Lando si no lo despiertas antes de las 2 pm, él por su propia cuenta no lo hará, así que cuando tengo la oportunidad me desaparezco de la plática.

—Lan —tocó su mejilla suavemente y puedo verlo sólo mover sus labios, así que lo hago de nuevo—. Mon amour, ojos bonitos... despierta.

—Un ratito más, amor —murmura y mi estómago revolotea por como me ha llamado, haciéndome reír por lo bajo—. Que maravilla despertar con esa melodía.

—Hice panqueques, los que llevan fresa son para ti —murmuro, cerca de su cara porque ya me he puesto de cuclillas a la orilla de la cama, cerca de su rostro—. Ya despierta, no quiero comer sin ti.

—Ahora voy, preciosa —por fin abrió sus ojos y sonrió grande, llevando una mano hasta mi mandíbula y acunar mi rostro—. Me gusta como brillan tus ojos.

WHY - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora