51; Thunder

2.4K 224 17
                                    

Las luces parpadean en mi rostro mientras sonrió con fuerza, sin mirar un punto fijo porque el flash es cegador.

Me muevo tranquilamente posando con mi vestido corto rojo escarlata y mis tacones negros de aguja. Me siento totalmente hermosa y más porque Lando Norris me presume con orgullo.

—¿Ya te dije que te ves extremadamente hermosa? —susurra cerca de mi oído, haciéndome reír por las cosquillas y sus palabras que me intimidan—. Eres la princesa más hermosa del mundo.

Beso su mejilla dejando labial rojo en su piel.

Estamos en una cena benéfica del deporte, es agradable y muy ameno el lugar porque están aquellos que fuera de la pista son amigos.

Entre ellos esta Max, junto con Kelly que tan pronto me ven empiezan a hablar por lo bajo.

—Veo que conseguiste recuperarla —Max se burla, dándole un golpecito en el hombro pero mirándolo orgulloso—. Me alegro por ambos.

—Gracias, Max —le sonrió de manera cortes, pero es imposible no desfigurar mi rostro cuando la brasileña se ríe por lo bajo.

Le doy una mirada con una ceja alzada a Lando porque no entiendo de que se rie.

—¿Pasa algo Kelly? —Max es quien pregunta incómodo. Conozco esa mirada y esa actitud. Esta empezando a fastidiarse y cuando menos se espera, va a explotar.

—Nada, amor. Sólo me pareció gracioso como lo felicitas por literalmente hacer lo mínimo... no te ofendas Lan, pero Max paso horas dándote ideas y elegiste la más banal —Kelly explica de manera que parece inocente y me siento tan mal cuando Lando baja la cabeza avergonzado.

Miro a Max esperando a que se la lleve y lo hace, dejándome sola con mi novio quien no me mira.

—Sólo quiere molestar, Lan —juego con la solapas del cuello de su camisa haciendo que me mira y suspire relajándose—. El departamento fue el regalo más bonito que alguien me ha hecho y no porque gastaste en el, sino porque te esforzaste para que se sintiera mío.

—No entiendo como pueden dejar que ella sea tan cruel todo el tiempo —rueda los ojos, tomando mi mano para ir hasta la mesa y sentarnos—. Alguien debería de hacer que se meta todas sus palabras por...

—Supongo que alguien la pondrá en su lugar alguna vez —alzo los hombros, restándole importancia y empezar a saludar a nuestros amigos que están en la mesa.

A mitad de la cena, con el comediante haciendo reír a todos, me pongo de pie para ir al baño y aunque evito la mirada azul de Picquet, es imposible ignorarla porque es fuerte, dominante y muy manipuladora.

Me lavo las manos mientras ella se retoca el labial, pero puedo sentir su mirada de soslayo.

—¿Así que ya por fin te olvidaste de Max? —murmura como si nada, tan tranquila que me asusta y sólo enarco una ceja—. Ya sabes, dejarlo de atormentar con que estas en su órbita, pidiendo de él como si fueras una niñita.

Hace ademanes de fingir ser una niña buena, que me hacen reír por pena ajena.

—Max siempre estará en mi órbita y quieras o no, él jamás va a irse y no será porque yo haga algo, sino porque él lo quiere así —finjo una cara de lastima, viéndola como ella cambia su rostro a enojado—. Tal vez tu te lo quedaste, pero yo siempre estaré en su cabeza.

—¿Y Lando esta bien con eso? Tal vez piensas que sólo me haces daño a mi, pero si sigues restregando que Max es tu perrito faldero, terminaras arruinando todo, como siempre —si sonrisa es triunfante cuando yo bajo la cabeza sabiendo que tiene razón—. Por tu culpa, yo no he podido ser feliz completamente con Max porque siempre estas ahí metida en sus pensamientos.

WHY - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora