6; Pump it

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Normalmente uso zapatos altos para que mi figura se estilice porque mido solo 1,58 y estoy harta de ello porque cuando me ven totalmente diferente la gente me mira raro.

Lando me mira raro ahora que voy en Converse, con una blusa con mangas a los hombros y un short que me hace ver un trasero enorme.

—Deja de mirarme de esa forma —le regaño cuando caminamos sobre las calle a unas cuantas cuadras del parque porque el estacionamiento está lejos—, ¿nunca me haz visto en calidad de vagabundo o qué?

—Sí, pero... no te recordaba así —se burla y solo ruedo los ojos acelerando mi paso— ¡No te enojes!

La manera en que se posiciona frente a mi y su cuerpo me hace sombra acaparando todo mi cuerpo me hace sentir vulnerable. Soy demasiado pequeña para los 21 años que tengo.

Lando tiene 22 y parece un niño de primaria.

—Entonces no me veas de esa forma —me quejo frunciendo el ceño.

—Es que eres tan... pequeña. Podría levantarte en un solo brazo —su superioridad me causa gracia y yo solo doy un manotazo en su brazo empezando a caminar hacía la entrada.

Mis ojos brillan tan pronto entramos al parque temático de mis libros y películas favoritas, siento que soy de nuevo una niña de diez años yendo a ver Harry Potter: Las Reliquias de la Muerte - parte uno, la primera vez que veía una película de la saga, junto a Arthur y Lorenzo.

Charles fue un envidioso y fue primero con su novia de aquel tiempo. Terminaron a los dos días y lloró tres, al cuarto ya andaba con otra.

La multitud que nos rodea pasa ajena a nosotros, otros no, pero me importa poco porque Lando me tiene tomada de la mano tratando de no perderme y ayudarme a hacerme paso entre la gente, sin darle tanta importancia a nuestro al rededor.

—Ponte ahí —Lando empuja mi cuerpo para que me acerque a un barandal con una vista excelente al "castillo de Hogwarts".

Su polaroid revela la foto al instante y sonrió muy grande porque después de eso utiliza su segunda cámara, la digital. De esa toma varias fotos.

¿Y si soy modelo? Amo que me tomen fotos y amo tomar fotos ¿Y si me vuelvo fotógrafa?

—Ven, tomate una conmigo —pronuncio en su dirección y él no rechista cuando tomo su cámara y la uso aun cuando no se como salimos, ni el fondo.

Primero sonriendo, luego sacando la lengua y la última Lando besa mi cabeza.

»Las adoro.

Lando no vuelve a decir nada, parece muy callado en cuestión de nosotros dos pero si que se asombra o dice cosas sobre lo que vemos en el tour que tomamos.

Pero no suelta mi mano en ningún segundo y parece tan cómodo con la cercanía que me empieza a importar poco porque su contacto parece inofensivo.

—Ha sido el mejor día de mi vida —murmuro una vez estamos en el auto—, muchas gracias.

—Somos amigos Avery, haría cualquier cosa por verte feliz —acuna mi rostro entre una de sus manos por un momento y sólo me sonríe a medias antes de encender el auto—, ¿Estas cansada?

Quiero mentir y decir que no me duele que me haya dicho que somos amigos, pero es la realidad. Tal vez confundí absolutamente todo y la gente esta equivocada.

—No ¿Qué mas tienes para mi? —sonrió grande porque no quiero que se de cuenta que me ha dolido—, tal vez deberíamos ir por un par de tragos ¿Qué dices?

—Tengo algo mejor, pero necesito que me prometas que no le dirás a tu hermano —esta vez su semblante cambia a uno más alegre. Asiento totalmente dispuesta—. Quiero ir a las carreras ilegales que se hacen cerca del aeropuerto.

WHY - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora