Felix está muy enamorado de su amigo, pero este no siente lo mismo por él. Luego de que Felix se le confesara por tercera vez y Hyunjin lo rechazara, nuevos cambios aparecen en sus vidas ¿Podrán estar juntos? ¿De verdad "la tercera es la vencida" o...
Antes de comenzar, como ya leyeron en el título este es un capítulo especial. Todo el crédito a esta hermosa, preciosa, súper creativa y poética mujer Yongbookie87 ella fue quién me dió la mini historia para el especial. Te amo corazón, espero mi narrativa cumpla tus expectativas♡
» Disfruten este especial que fue hecho con mucho amor «
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Pov Mi-Hi:
Me encontraba en mi habitación, tratando de conciliar el sueño, pero se me hacía imposible. Cada vez que cerraba los ojos los recuerdo de Choon-Hee llegaban a mi mente, esos dulces recuerdos se convirtieron en un tormenta de tristeza de la cuál no podía escapar, así que decidí salir un rato aprovechando que ya era muy noche.
Antes de salir fuí a la habitación de mi hijo, quién se encontraba completamente dormido, me senté en mi cama arropándolo correctamente, al fijarme en su mesita de luz encontré nuevamente un dibujo de Felix, negué sonriendo.
— Un artista no puede dejar de dibujar a su musa ¿No? ¿Pasará lo mismo con tu padre?— dije a mí misma.
Dejé el cuaderno dónde estaba y salí de la habitación, arranqué el auto y manejé sin rumbo alguno. Los paisajes de la ciudad que se visualizaban en las ventanas de mi auto, me recordaban a ella, nunca lo hacían pero hoy, hoy sí, no podía evitarlo y eso hacía que me ponga mal.
Al cansarme de conducir detuve el auto frente a un bar cualquiera, al principio no quise entrar pero quería despejar mi mente y sabía que tal vez podría lograrlo con alcohol en el cuerpo.
Entré al bar, para mí sorpresa no había mucha gente. Algunas personas en la barra bebiendo o charlando y otras en la pista bailando sin ganas. Me acerqué a la barra y pedí lo primero que ví, whiskey. Mientras bebía y bebía solo podía recordar las tantas veces que Choon-Hee y yo nos escapabamos para beber alcohol, sin darme cuenta había tomado de más apenas estaba conciente del alcohol pues solamente pensaba en ella, mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar que no iba a poder verla nuevamente, la extrañaba tanto, nunca la extrañé tanto como estos días, especialmente hoy. Tenía un presentimiento extraño. El barman no quiso seguir sirviéndome así que simplemente pagué y me fuí.
Me sentía mareada casi me caí en varios momentos pero aún así pude llegar a mi auto, me senté suspirando cansada. Apoyé mi frente contra el volante tratando de controlar mi mareo pero me fué imposible. Por lo menos ya no la estaba recordando, pensé al mismo tiempo.
— Ya es suficiente Mi-Hi — golpeé mi cabeza contra el volante — Es hora de volver a casa — mañana tenía que trabajar.
