4 temporada

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- Te quiero

- ¿Qué?- preguntó Julia sorprendida

- Sí, te quiero- Iván no pudo evitar sonreír

- Yo también te quiero- dijo Julia con unos ojos brillantes que Iván no podía dejar de mirar

Estuvieron así un momento, mirándose y sonriendo. Nunca se lo habían dicho pero no había hecho falta, ellos sabían lo q sentían y aunque no se hubiesen dicho esas palabras lo decían con otras, o simplemente, lo hacían a su manera, con impulsos, gestos, acciones... No se lo habían puesto fácil el uno al otro, ni tampoco las circunstancias que los rodeaba en ese momento no eran las más apropiadas para mantener una relación estable, fuerte y bonita. Pero ahí estaban ellos, desafiando a la lógica, con sus peleas, discusiones, orgullos, pero queriéndose... Sí, queriéndose como no lo habían hecho nunca por cualquier otra persona, deseándose a cada instante y entendiéndose con sólo una mirada, sintiendo lo que le pudiese suceder al otro como si de sólo uno se tratase. En esos momentos, no había nada que pudiese separarlos, porque se tenían el uno al otro, y sabían que eso era más fuerte que todo lo que pudiese venir.

Iván ya no pudo aguantar más, se acercó más a Julia y la alzó en el aire besándola, besándola de tal manera que además de las palabras que se habían dicho momentos antes, Julia podía sentir que Iván nunca la dejaría, nunca la abandonaría, nunca haría nada que pudiese hacerle daño. Ninguno de los dos quería acabar ese beso, se quedarían así todo el tiempo... Iván dejó a Julia en el suelo y acariciándole la cara dijo con una sonrisa pícara:

- ¿No nos estaremos volviendo un poco blandos?

- ¿Tú crees? Será que hoy tenemos un día raro, muy raro... ¿qué pasa? ¿no te gusta?

- Claro que me gusta, pero no te vayas a acostumbrar, ¿eh...?

- Tú tampoco te acostumbres...- dijo Julia acercándose y volviéndolo a besar.

Y así se pasaron buena parte de la tarde, besándose, abrazándose, riéndose, charlando, haciendo tonterías... como cualquier otra pareja enamorada... Porque eso era lo mejor que tenían, y estando juntos se sentían a salvo, protegidos, y sobre todo felices... Entre tanta tragedia que sobrevolaba ese internado, eso era lo que los mantenía con fuerza y no estaban dispuestos a perderlo.

A media tarde, ya empezaba a hacer frío en los alrededores de la laguna negra, y pese a la negativa de Iván de volver al internado para acabar el trabajo de historia que tenían que entregar al día siguiente, finalmente decidieron entrar y volver a la realidad.

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En la habitación de los chicos los esperaban los demás para terminar el trabajo y seguir profundizando en sus investigaciones.

- Joder, ya era hora... -dijo Vicky un tanto irritada

- Bueno, tampoco es tan tarde, nos da tiempo a terminar todo y luego ya puedes hacer lo que quieras.

Dicho esto se pusieron manos a la obra durante el resto de la tarde. Todos estaban concentrados pero ya se empezaba a notar el cansancio y las pocas ganas de seguir haciendo algo referente a esos autores que no conocían ni en su casa... Julia estaba acabando de leer su parte junto a Roque, Vicky iba pasando todo al Word, mientras Carol le dictaba y Marcos e Iván decidieron tumbarse en la cama hartos de la parte q les había tocado... Tenían demasiadas cosas en las que pensar como para ponerse a hacer un estúpido trabajo que de poco iba a servirles para algo. Marcos empezó a contarle en voz baja que había estado hablando con Amelia y que se habían acabado liando como ya venía siendo habitual, Iván no pudo evitar reírse y los demás los miraron con curiosidad. Julia se acercó a ellos:

- A ver si termináis ya que es para hoy...

- Pff... déjanos descansar un rato que esto no hay ya quien lo aguante... - Iván no parecía muy dispuesto a continuar, y sentó a Julia en sus rodillas.

- Venga va... que si terminas ahora pronto luego te lo recompenso con un poco de sexo- la actitud provocativa que estaba tomando Julia con su chico no tardó en hacer efecto. En una hora estaba todo terminado, y ante la mirada divertida de Marcos que lo había escuchado todo Iván tiró de Julia y se fueron de la habitación.

Y así, pese a todos los problemas que les acechaban continuamente siempre eran capaces de olvidarse de todo por unos momentos y actuar como si nada sucediese, en donde Iván Noiret y Julia Medina eran dos personas que se querían y que no dudaban en demostrarlo o desatar toda su pasión sin que nadie se lo impidiese.

Relatos JulivanistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora