Los siguientes días de Jeongin pasaron siendo una misma rutina, ya que, sin importar como se llamara, tenía que seguir con su vida -ni siquiera quería darse un tiempo de asimilar lo que fue su pasado-.
—Siempre supe que eras raro— dijo Ryujin—. Quiero decir, llegaste a la casa sin hablar, no te caíamos bien, siempre llorabas, te ocultabas en las macetas y le hablabas a un conejo para que te llevara al jardín. Un poco raro, pero al final todo lo fuimos en un momento. Pero nunca creí que tú nivel de rareza iba a llegar a ser "Escuchar musica de cassettes para después dar una calificación a la canción y hacer una lista de diversas otras cosas para después tapizar la habitación con esas hojas".
Bueno, Ryujin tenía razón. Su cuarto ya estaba lleno de hojas con las calificaciones de las canciones que escuchaba en los cassettes de Hyunjin. Incluso el chico le había hecho un casete específicamente para él, con las canciones favoritas de Jeongin.
—¿Qué tienes ahí? ¿Es un vinilo? ¿Por qué traes un vinilo a la escuela?— le preguntó Seungmin al verlo llegar.
—Es un regalo para Hyunjin. Es que lo encontré en una tienda cerca de mi casa y se que Hyunjin quería uno así que... voy a ir a dejarlo en su escritorio.
Salió del salón abrazando el vinilo contra su pecho, le había puesto un moño y todo. No pudo llegar al salón cuando se encontró de frente con Hyunjin.
—¡Príncipe! ¿Qué haces aquí?— algunas veces no podía evitar pensar que Hyunjin cada vez era más guapo, cada vez era más atractivo y cada vez lo hacía aún más vulnerable a todas sus palabras.
—Es que yo... Te tenía que dar algo. El otro día acompañé a Jungsu a una tienda de música cerca de donde vivimos y...— no pudo continuar con su explicación así que solo le dió el vinilo a Hyunjin.
Se sonrojó cuando el chico lo tomó y vió sus zapatos para evitar tener que verlo.
—¡Jeongin! ¡Muchas gracias!
—También ya escuché el disco, es muy lindo, me gustó la canción 5, la de Delicate.
No, no le había gustado la canción porque algunas veces se preguntaba si Hyunjin lo soñaba, no era esa la razón, tampoco porque se preguntara si estaría bien decirle a Hyunjin que lo quería no de una forma platónica, no, solo le gustó el ritmo, no la letra.
—¿Lo escuchaste?
—Tu escuchas la música que yo escucho.
—Gracias. ¡Ah! Yo te iba a dar algo también— de su bolsillo sacó un regalo envuelto en papel azul—. Es para ti, espero que te guste.
Tomó el regalo, ya sabía lo que era, era un cassette, ¿Hyunjin había hecho un casete para él?
—¿Hoy vas a ir al estudio?— le preguntó alzando la vista de su regalo.
—¿Hoy? No, tengo planes con una amiga, pero mañana si estaré en el estudio.
—¿Qué te regaló?
—Un cassette— respondió a su amigo mientras se sentaba.
—¡Que lindo!
—Seungmin, creo que no es gay.
—De cualquier forma, Jeongin— dijo su hermana—. Yo venía a decirte que Jackson te busca, estaba en una cafetería hace rato.
—¿Y por qué no me lo dijiste antes?
Salió de su cuarto con su teléfono para marcarle a su hermano y saber dónde estaba.
Una vez más terminaron en un parque hablando ignorando todo lo demás.
