Jeongin pausó la canción y volteó a ver a su amigo, luego volteó a ver hacia atrás y vió a Han y a Bang Chan.
—No entiendo. ¿Qué tengo que escuchar?
—¿Te gusta?— preguntó Changbin.
—¿De aquí en cuando les importa si a alguno de nosotros nos gustan sus canciones?
—Son del demo, poeta Yang— explicó Han—. Son las canciones que vamos a enviar a la empresa que nos está reclutando, queremos saber si te gustan y si deberíamos de mandar esas.
Vió el nombre de las canciones, estaba seguro de que había una canción perdida en la laptop de Bang Chan que demostraba las grandes habilidades del grupo, la había escuchado una vez, Changbin no había dejado de hablar de la canción en días.
—¿Por qué no envían esa otra canción? Es una que aún no sacan en SoundCloud y muestra sus habilidades de rap.
—¿Runner's high?— preguntó el líder de la agrupación, Jeongin negó con la cabeza.
—No, la otra. De la que Changbin no dejaba de hablar.
—¡Matryoshka!— dijeron los tres chicos al mismo tiempo.
Empezaron a discutir entre ellos si deberían de ponerla en el demo y que canción deberían de cambiar por esa.
Los tres chicos lo empezaron a atacar con preguntas de porque si o porque no deberían de sacar alguna canción del demo.
—Ustedes son los raperos, dejen a mi poeta en paz.
Las voces desaparecieron para ver a Hyunjin. Era su poeta, eso había dicho él. ¿Entonces Hyunjin podía ser su artista?
—Ya váyanse, dejen de hostigarlo— logró alejar a los chicos para sentarse a un lado de Jeongin.
El poeta no pudo evitar recordar cómo Hyunjin lo había ido a ver cuando estaba enfermo.
—¡Oye! Estás usando el suéter— abajo de su saco estaba el suéter azul que lo mantenía caliente y lo ayudaba a no enfermarse más de lo que aún estaba.
—Oh, si. Es muy lindo y cómodo. Gracias, por el suéter y por ahuyentarlos.
Hyunjin sonrió y acomodó un mechón del cabello de Jeongin detrás de su oreja. El poeta se preguntaba porque siempre lo hacía, incluso cuando no había nada que acomodar.
—Te traje algo.
—No me tienes que traer nada, es suficiente con que hayas ido a verme a mi casa cuando estaba enfermo y que me hayas dado un suéter.
—Te di un suéter porque te enfermaste por andar destapado en la calle— omitimos los detalles de como dormir en la banqueta lo enfermó para que Hyunjin no lo viera raro—. Mira, espero te guste mucho.
Un regalo envuelto en papel amarillo llegó a sus manos. Lo sostuvo por algunos momentos antes de ver a Hyunjin.
—Ábrelo, es para ti.
Intentó ocultar su emoción, no lo logró. Hyunjin le sonrió al verlo tan emocionado.
—¿¡Dónde lo conseguiste!? Lo busqué en cada librería a la que fui.
—Lo traduje yo mismo. No lo encontré en ningún lado así que lo hice a mi modo.
"Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo" junto con una portada que posiblemente era un diseño de Hyunjin.
Hojeó el libro rápido, eran las dos historias en una misma. Sonrió y parpadeó rápido para ahuyentar las lágrimas.
—¿Te gustó?
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De poemas y razón
Fiksi Penggemar"Nunca ningún poeta le escribió un poema a otro poeta"