Capítulo 2

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Tal vez, alguien debió decirle al joven poeta que no debía comer tan rápido. Ahora pagaba las consecuencias vomitando en uno de los baños de la escuela.

Se quedó tirado en el piso por unos minutos que parecieron eternos. Sintió que el tiempo se detuvo para que pudiera dejar de pensar en todo por primera vez en su vida. No funcionó.

Se levantó cuando escuchó que alguien entraba al baño, iba a pretender que no había vomitado todo su almuerzo para después volver a su clase.

Al abrir la puerta se encontró con un rostro conocido, pero desconocido al mismo tiempo. Lo veía con preocupación.

—¿Estás bien? Te escuché vomitar. ¿Quieres ir con la enfermera?

Ignoró al chico, ¿Tanto ruido hacia al vomitar? ¿Se escuchaba afuera del baño? ¿Acaso sonaba como un perro vomitando?

—No es nada. No deberías preocuparte.

—Entonces no lo haré. ¿Tú eres amigo de Minho-hyung?

—Te aseguro que en esta escuela hay al menos 7 personas que se llaman Minho.

—Tu sabes de qué Minho estoy hablando.

Se metió agua a la boca para enjuagarse el mal sabor que le dejó el vomito.

Escupió el agua y consideró sus opciones. Al final decidió que ignorar al novio de su amigo no podía traer buenos resultados.

—Si, soy un amigo suyo.

—¡Lo sabía! Te reconocí porque tienes mirada de un zorro. Eres el único chico que conozco que se vea así. Me llamo Han.

—Creí que te llamabas Jisung.

—Han Jisung. No hay muchas personas que se apellidan Han en la escuela, pero si hay unos cuentos Jisung así que prefiero ser Han. ¿Tú te llamas?

Iba tarde a su clase, el maestro lo iba a regañar, ¿Cómo iba a explicar su situación? "Vomité mi almuerzo y luego me puse a hablar con el novio de mi amigo. ¿Me deja pasar?"

—Soy Jeongin.

—¿El poeta? Minho-hyung te mencionó alguna vez, dijo que eras un poeta. ¿Escribes muchos versos?

—A veces.

—¿Escribes versos de amor?

—A veces.

—¿Entonces tienes novia? ¿O alguna persona que ames mucho y te ame mucho? Porque siento que la mejor forma de escribir versos es sabiendo lo que verdaderamente se siente.

Se quedó viendo al chico por algunos segundos antes de caer en cuenta que nunca nadie había dejado peperos en su casillero, no le dejaban cartas confesando sentimientos, el día de San Valentín su escritorio siempre estaba vacío y no tenía ningún dulce, flor, nota, algo. Nunca había nada.

¿Cómo podía ser un buen poeta si nunca había experimentado el amor? Solo lo veía por sus amigos, en series, en películas también. Nunca lo vivió, posiblemente nunca lo haría, porque era el poeta que nadie veía, era el poeta invisible, quien escribía versos para todos, pero nunca nadie para él. Era un poeta. El poeta Yang Jeongin.

—Soy más un espectador, no me gustan las interacciones humanas, no se actuar alrededor de personas nuevas.

—Oh.

Había un deje de decepción en la voz del chico, como si se sintiera mal porque el amigo de su novio no tuviera una pareja.

No todos buscaban comunicación con una persona, un hombro donde llorar, alguien con quién ser feliz, alguien a quien amar, con quién hacer una tarde de películas, con quién salir en citas a cualquier lado, con quién besarse en la calle aunque dijera que era lo más asqueroso del mundo. ¡No todos buscaban y querían eso!

Y si Yang Jeongin aseguraba que no buscaba eso, ¿Entonces que buscaba? Posiblemente la respuesta a eso era "Sentirse vivo" o tal vez, de una forma más acertada "Sentirse vivo gracias a alguien".

—Si, me gusta mucho mi soledad, aunque ahora la comparto con un gato.

—Dejame adivinar, ¿Te lo hizo adoptar Minho-hyung?

—¿Cómo supiste?

—Hizo lo mismo conmigo. Ahora tengo un gato, se llama Carbón, es un gatito negro.

—El mío es amarillo, se llama Bolita de queso.

—Debe de ser adorable. Cómo sea, ya debería irme, se va a preocupar mi maestro si no aparezco. Fue un gusto conocerte, poeta Jeongin. Espero verte pronto.

Vió a Jisung salir del baño con un andar tranquilo para dirigirse a su clase.

Quedó solo en el baño una vez más, no sabía si lo prefería así o no.

Sacó su teléfono para mandarle un mensaje a Seungmin diciéndole que le avisara a su maestro que estaba en enfermería porque vomitó. No pensaba ir a la enfermería.

Retrocedió hasta chocar contra la pared y se deslizó hasta quedar en el piso.

¿Qué tan perdedor se vería si empezaba a llorar en el baño de su escuela? Seguramente como el mayor perdedor de todos, porque eso era.

¿A quién engañaba? Su vida no podía verse más dañada que en ese momento. Había perdido su virginidad con un chico cualquiera en un auto para luego ser bloqueado de todos lados.

—Eres increíble, Yang Jeongin. ¿A quién más se le ocurre aceptar hacer eso?

La inteligencia siempre intentó alcanzarlo, aparentemente siempre fue demasiado rápido para que sus neuronas pensaran cuando se trataba de cosas relacionadas a los humanos.

—Ni siquiera tu mismo los entiendes— se dijo a si mismo.

No entendía a los humanos, no entendía las emociones, ni el amor, los lazos que se hacían, como las personas se podían gustar, como tan siquiera podían ser amigos, no recordaba cuando empezó a considerar a sus amigos como... bueno, amigos.

Tal vez, si fuera otra persona, si no fuera invisible y al menos hubiera alguien que lo volteara a ver en algún momento, podría descubrir todo lo que no entendía y lo mantenía despierto en el noche.

Tal vez, si fuera alguien diferente, podría escribir un poema de amor hacia la persona que le corresponda su amor y no a personas de la televisión.

No se dió cuenta cuando fue que empezó a llorar, solo supo que la puerta del baño se volvió a abrir.

Después de que aquella puerta se abrió su vida no volvió a ser la misma, pero él no lo sabía.















Perdón por no subir capítulo antes, lo de las fiestas me trae loca. Si no puedo subir capitulo antes de navidad, con esto les deseo muy felices fiestas a todos.

De poemas y razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora