8 años después
Jeongin sabía que todo regresa, así que en su adolescencia se preguntó siempre a dónde se suponía que él iba a regresar.
Siempre esperó no volver a despertar en una cama fría, en una habitación triste como él y odiando al mundo por haber abierto los ojos. En su lugar, regresó a dónde todo empezó en un momento, Yang Jeongin había vuelto a Sokcho en algún momento, al mismo vecindario, mismo jardín y misma casa.
Enviaba fotos todos los días de su vida lejos de Incheon a sus padres mientras les aseguraba que estaba bien, que él, bolita de queso y Hyunjin estaban bien.
Ya era costumbre estar sentado en el jardín escribiendo y acariciando el pelaje de su gato, quien había comido demasiado los últimos años y había hecho poco ejercicio.
Esperaba a que llegara Hyunjin porque los viernes él llegaba antes de dar clases a sus alumnos de preparatoria de la escuela de Sokcho.
Hyunjin llegaba cuando empezaba el atardecer, llegaba oliendo a pintura después de dar todas sus clases a los niños de preescolar y luego haber pasado a su estudio a terminar comisiones, le daba un beso en la mejilla a Jeongin, Jeongin lo mandaría a bañarse después de besarlo y prepararía la cena. Se sentarían juntos en la mesa y hablarían de sus días antes de ir al sillón y ver un capítulo de una serie que transmitían.
Su día terminaría después de su caminata nocturna por el vecindario, se acostarían juntos, Jeongin leería un capítulo del libro de turno en voz alta, se dormirían y esperarían el nuevo día.
Era una rutina que esperaba que se mantuviera por los siguientes años, que si se acababa la serie, empezaran a ver otra, si los niños crecían, que llegaran nuevos para seguir educándolos, si el libro se acababa, que llegaran nuevos libros por leer, quería que nunca terminara.
Sus alumnos una vez le habían dicho que sus viernes eran los viernes de una pareja de ancianos que llevaban casados desde hacía más de 50 años, que tenían una vida plena, feliz y resuelta con el amor de su vida. No pudo evitar sentirse feliz por eso, apenas llevaba dos años casado y esperaba que en 48 años siguieran siendo así de felices, siguieran así de enamorados.
—Buenas tardes, príncipe— se sorprendió por Hyunjin llegando por atrás y besando su mejilla—. ¿En qué tanto piensas?
El poeta tomó sus cosas antes de pararse y besar a su esposo, pasó su dedo por una mancha de pintura verde en su mejilla.
—En nosotros, en lo mucho que te amo.
—Yo te amo más, Jeongin.
Lo volvió a besar, podría entrar en una discusión con Hyunjin de quien ama más al otro, nunca terminarían.
—Ve a bañarte, voy a preparar la cena. Y limpia bien tu rostro, está lleno de pintura.
—Lo que el príncipe ordene.
Entraron juntos a la casa antes de separarse, uno a la cocina y el otro al baño.
En los últimos años, después de muchas lágrimas y gritos, había aprendido a cocinar, Hyunjin le había estaba ayudando mucho en todo ese proceso que describiría como "Catastrófico".
—¿Te enteraste lo que están diciendo en internet?— le preguntó Hyunjin unos minutos después mientras se secaba su pelo largo con una toalla.
—¿Con respecto a qué?
—"SpearB de 3racha ha sido visto con un chico de cabello rubio y pecas". Felix solo me contó que sus jefes lo habían mandado a Corea con otros chicos, ya sabes, para que trabajen aquí, pero en sus planes no estaba encontrarse con Changbin.
—Seguramente se encontraron por accidente, tal vez se volvieron a encontrar en un baño.
—¿En un baño?
—Bueno, tú y yo nos conocimos en un baño, Han y tú se conocieron en un baño, Changbin y Felix se acercaron más después de un incidente en un baño. Tal vez se volvieron a encontrar en un baño.
—¿Y se volvieron a enamorar?
—Y se volvieron a enamorar.
Terminó de cocinar unos minutos después, Hyunjin lo ayudó a acomodar la mesa y servir los platos.
—Seungmin me marcó, nos invitó a su boda, será el próximo octubre.
—Chan me mandó un mensaje respecto a eso. Estoy tan feliz por ellos.
Siguieron comiendo mientras hablaban de sus días. Hyunjin contó cómo terminó con pintura en el rostro y Jeongin contó cómo una de sus alumnas le escribió un poema a otra chica de la clase donde se le declaraba.
Luego, como todos los viernes después de ver el capítulo de la serie, se pusieron los zapatos y se taparon para su paseo nocturno.
Jeongin se abrazó al brazo de Hyunjin. Saludaron a algunos vecinos que paseaban a sus perros o que regresaban de la tienda.
—Hoy terminamos el libro que estamos leyendo. ¿Ya pensaste que libro quieres que leamos después?
—Nuestro amigo común— respondió sin dudarlo.
—¿Otra vez? Ya lo hemos leído como 6 veces.
—Pero es el primero que me leíste.
—Esta bien, vamos a leer Nuestro amigo común, todas las veces que tú quieras.
Volvieron a la casa para cambiarse y acostarse en la cama para poder terminar el libro.
Nunca estuvo seguro de que Hyunjin lo escuchara, parecía más que estaba muy ocupado admirándolo como para escuchar lo que salía de sus labios.
Nunca le molestó, muy pocas veces se había molestado con Hyunjin por algo. Tal vez la gran discusión que habían tenido fue cuando estudiaban la universidad, Jeongin se había enojado porque Hyunjin no apareció en su cita por ayudar a una chica en un trabajo, no le habló por dos días, finalmente se disculparon los dos y reprogramaron la cita.
—Oye, Hyunjin. Te amo demasiado, desde que te conocí en ese baño, te amo porque contigo ya nunca más me dió miedo de nada, menos amarte.
—¿Y sabes yo por qué te amo? Porque contigo encontré una familia que no me juzga, encontré a la primera y única persona que he amado y que voy a amar.
Jeongin nunca investigó mucho acerca de la mitología griega, pero estaba seguro de que si ellos estuvieran en la antigua Grecia, serían el dios del arte y el dios de la literatura y sus mitos hablarían de como se conocieron y como ahora viven en una cabaña muy lejos de todo y todos, donde solo estaban ellos dos.
Con este pequeño epílogo se termina esta segunda historia que publico en Wattpad.
Espero que les haya gustado mucho y voy a seguir mejorando en cada historia que suba.
Nos leemos luego.
Atentamente
Marie-Anne-C